En el global-imperial del pasado viernes, edición Cataluña, se critica -con razón e información contrastada- los errores en las preguntas de los exámenes de selectividad de este curso. Un escándalo, que diría o gritaría el cantante preferido de doña Carmen Polo de Franco. En Matemáticas (en dos variantes), en Geografía, no sé si en alguna […]
En el global-imperial del pasado viernes, edición Cataluña, se critica -con razón e información contrastada- los errores en las preguntas de los exámenes de selectividad de este curso. Un escándalo, que diría o gritaría el cantante preferido de doña Carmen Polo de Franco. En Matemáticas (en dos variantes), en Geografía, no sé si en alguna disciplina más. Incluso se coló una falta a pesar del certificado o ayuda del Institut d’Estudis Catalans.
La probable razón: menos presupuesto, recortes, menos personas para preparar los exámenes, prisas, urgencias, precariedad de una tarea que antes se realizaba en mejores condiciones, etc. Todo, eso sí, en la misma casilla de causas.
Aceptada pues la crítica, sin perder de vista las condiciones laborales que afectan a todos, incluso al más pintado y al más listo.
Pero he aquí que los errores también afectan a El País. En la misma página de la anterior información, la primera de la edición catalana de 14 de junio, debajo y a la izquierda de la nota anterior, podía leerse lo siguiente: «La Generalitat permitirá apostar a crédito en los casinos del BCN World». Una barbaridad, desde luego, otra acto más de barbarie de este gobierno (¡impresentable!) de los mejores privatizadores ultraneoliberales dirigidos por Mas, Mas-Colell y Boi Ruiz. ¡Menudo trío calavera!
La noticia llevaba dos subtítulos: «Mas-Colell copia los cambios adoptados por Madrid para impulsar Eurovegas» (y dale con Madrid: ¿por qué no el gobierno de la comunidad de Madrid o similar? Alguien escribiría: «González copia los cambios adoptados por Barcelona para impulsar BCN World»).
El segundo titular es el contrapunto de esta nota: «La normativa prevé el acceso de menores acompañados a los cenros de juego».
Efectivamente: cenros por centros. No es la primera vez, lejos de ello, se les olvidan haches, comas y puntos a veces y confunden g por j. ¿Por qué? Por la misma razón probablemente que en el caso de los errores de los exámenes de selectividad: urgencias, prisas, inexistencia de revisión (¿para qué? Demasiado gasto), precariedades en las condiciones de trabajo, etc. Y que conste -y este vértice es más que importante- que los y las periodistas que trabajan en El País de Cataluña son todos, a pesar de su juventud, excelentes-excelentes.
El País se las da, siempre han sido un poco chulitos ellos, pero las condiciones que los que tienen mando en plaza imponen a sus periodistas en precario deben ser de aúpa o incluso peor. De mano de hierro, a tono del cerebro desalmado de don Cebrián y sus compinches usamericanos.
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)
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