El gobierno de Neuquén otorgó permiso de exploración a una empresa minera de accionistas chinos y californianos en territorio Mapuche. La futura mina de cobre se ubicará a 12 km al sur de la ciudad de Loncopué, a orillas del Río Agrio y al pie del Cerro Tres Puntas, en territorio de la comunidad Mellao […]
El gobierno de Neuquén otorgó permiso de exploración a una empresa minera de accionistas chinos y californianos en territorio Mapuche. La futura mina de cobre se ubicará a 12 km al sur de la ciudad de Loncopué, a orillas del Río Agrio y al pie del Cerro Tres Puntas, en territorio de la comunidad Mellao Morales. La Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida resiste este proyecto y también le dice «No a la Mina».
La localidad de Loncopué se ubica en zona cordillerana y la separan 376 km de la ciudad capital de la provincia de Neuquén. Con poca vegetación y especies en riesgo de extinción, se encuentra atravesada por el Río Agrio, cauce que nace del volcán Copahue. Una geografía provincial cuyos nombres remiten de modo permanente a la cultura mapuche, a cuyas comunidades los gobiernos locales se empeñan en avasallar de modo sistemático.
Las recientes noticias de la fiebre minera también llegan desde Neuquén, que se suma a la política de «volar montañas» que tiene a José Luis Gioja y Mario Das Neves como adalides.
Emprendimientos Mineros S.A. es una empresa constituida principalmente con capitales chinos, presidida por Jihuan Wo. La otra accionista es «A Grade Trading», una compañía con base en Los Ángeles, California. En Argentina estos capitales ya se encuentran explotando la mina de hierro de Sierra Grande (Río Negro).
Campana Mahuida es un paraje que está 15 km al sur de la localidad de Loncopué. Allí viven tanto criollos como mapuche y en este lugar se instalará precisamente la mina. En el año 2007 la empresa CorMiNe (Corporación Minera de Neuquén, una sociedad del estado provincial) hizo un contrato de exploración con opción a compra por parte de la empresa Emprendimientos Mineros S.A. La compañía china compró los derechos en abril de 2007 y a partir de allí comenzó a proyectar su mina de cobre. Ni gobierno ni empresa consultaron a los pobladores y productores de la zona, que además se ven amenazados por otras nueve minas en la comarca (emprendimientos que involucran la propiedad de ex legisladores y a la familia Sapag).
La población de Loncopué ha tomado conocimiento que -por ahora- el principal mineral a explorar y explotar será el cobre. También saben que el método de extracción será el que ya han hecho tristemente célebre en Argentina las empresas mineras Barrick Gold (Veladero, San Juan) y Xstrata (La Alumbrera, Catamarca): volado de montañas con dinamita y lixiviación de roca con ácido sulfúrico, el método de la «minería a cielo abierto».
Se dinamitarán diariamente 28 mil toneladas del cerro Tres Puntas. Las voladuras generan levantamiento de polvo contaminante en la atmósfera, algo que afecta la salud de los habitantes, de los animales y de los vegetales de vastas zonas dependiendo del viento. Este tipo de minería utiliza camiones de gran altura y tamaño, que destruyen los caminos y contribuyen a esparcir el polvo que permanecía oculto en las montañas. El ácido sulfúrico con el que se rocía la roca se filtra tanto en las capas de agua superficiales como en las subterráneas. Además, como Emprendimientos Mineros S.A. estima que no puede adquirir suficiente ácido sulfúrico en Neuquén, establecerá una planta en el territorio de la Comunidad Mapuche Mellao Morales. Las nubes tóxicas que generan estas plantas precipitan como lluvia ácida y no sólo pueden afectar la zona, sino que, si se tienen en cuenta las características de la Patagonia estas nubes pueden llegar a recorrer hasta mil kilómetros, según afirman los vecinos de la asamblea de Campana Mahuida.
Hay dos insumos fundamentales para la minería a cielo abierto: agua y electricidad. Según pudo averiguar la asamblea, como la electricidad de la zona no es suficiente, ni es posible hacer un tendido de alta tensión por los campos (pues hay fuertes negativas de la población), la empresa evalua producir electricidad mediante un generador diesel, o sea mediante la constante quema de combustible fósil. A todo esto se suma el más grave de los puntos: el agua necesaria para rociar las pilas de roca triturada. Una de las fuentes de agua en esta zona es el Río Agrio, que también será el lugar donde se volcará parte de los residuos. Y el problema entonces pasará a ser de gran parte de la provincia, desde Zapala y Cutral-Có hasta Neuquén capital, adonde llegará el ácido sulfúrico y el gasoil que derramen en el Río Agrio. Toda la cuenca se verá afectada porque el Agrio es uno de los afluentes del Río Neuquén.
Neuquén, capital de la industria de extracción
Cristian Hendrickse participa en la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida y colabora como asesor legal. Consultado sobre lo que sucede hoy en Neuquén explica cómo la política provincial se apoya cada vez más en estas industrias extractivas: «el gobierno apoya este emprendimiento y apoya la minería en general. Ellos han planteado que Neuquén tiene una matriz económica que se basa en cuatro puntos, que son el petróleo, la energía, la minería y la forestación».
– ¿Y tratan de obtener algún tipo de consenso en la población?
– En nuestro caso, este proyecto no ha sido consultado con nadie, ni siquiera con la Comunidad Mapuche Mellao Morales, que es la que vive sobre un territorio que ahora es la corteza que envuelve los minerales que se quieren llevar. La actitud del gobierno ha sido la de ignorar a la Comunidad Mapuche, desconocerla. Con los únicos que hablan es con los empresarios mineros. Esto es un flagrante incumplimiento del Convenio 169 de la OIT* (que establece los derechos de los pueblos originarios) y que en Argentina tiene rango constitucional, por lo tanto está por encima del Código de Minería.
– ¿Cómo impactará la mina en la economía local?
– Prometen fuentes de trabajo, puestos de empleo en lugares donde hay necesidades. Pero en realidad son puestos de trabajo que requieren otro tipo de capacitación a la que tiene la gente de acá. La gente local tiene experiencia en el trabajo agrícola y ganadero, no en el trabajo minero. Entonces van a traer gente de otros lugares, ellos mismos lo han dicho. Y la consecuencia será la pérdida de puestos de trabajo en lo relacionado a la economía regional, el turismo y la agricultura orgánica principalmente. También se generará un aumento en el costo de vida porque va a haber un movimiento de dinero de una clase gerencial, sobre todo en lo relacionado a la vivienda, ya que éste es un lugar donde hay un déficit de viviendas muy importante.
– ¿Cuál es la respuesta de la población ante la posibilidad de que se instale la minera?
– Nos hemos autoconvocado como vecinos resistiendo a este proyecto. Se ha hecho un plebiscito en la comunidad mapuche Mellao Morales y el 99% votó por el NO al emprendimiento minero. Entonces aquí estamos en una pulseada, si el gobierno va a poner el oído en lo que quiere la gente o si va a poner el oído en la billetera de las grandes compañías.
– ¿Cómo se manejará la minera respecto a las regalías?
– Según informaron van a generar 30 toneladas de cátodos de cobre al día y piensan explotar la mina hasta el año 2030. Un cálculo aproximado hasta esa fecha arroja una facturación arriba de los 1700 millones de dólares. Hay que tener en cuenta que han comprado los derechos por tan sólo un millón. Las leyes sobre Minería, reformadas en la década del ’90, le ponen un techo bien bajo a las regalías. Entre lo que le corresponde a la nación y a la provincia llegan a pagar el 5% del «valor boca mina», que es mucho menor al del mineral procesado, y para colmo hay que tener en cuenta que antes han podido descontar variados costos. Les queda como el 95% de las utilidades, o sea que es una entrega, un saqueo declarado.
– Y a la población le queda el regalito de la contaminación ambiental.
– El uso y la producción de ácido sulfúrico en la zona será mortal, porque es un ecosistema muy precario el de la zona de Loncopué. Hay especies en riesgo de extinción. Incluso el Río Agrio es un cauce muy ácido de por sí, naturalmente, porque nace del volcán Copahue. Un poco más de acidez que se le agregue a ese río y se va a extinguir toda la vida acuática. Vamos a perder la pesca, vamos a perder la posibilidad de alimentarnos y la posibilidad de que los animales crezcan. La gente vive de los animales y de la agricultura. La mayoría de la gente son crianceros, hay muy pocos estancieros. La mayor parte de la zona es bastante árida y el animal que se adapta es la chiva. Y este animal también va a estar en riesgo, como toda forma de vida… la agricultura y la ganadería constituyen un modelo cultural totalmente opuesto al de la minería.
– ¿Y cómo será el impacto en el turismo?
– El turismo se dirige principalmente al complejo termal de Caviahue-Copahue. Y si para llegar a ese lugar hay que cruzar por una fábrica de ácido sulfúrico, bueno, evidentemente la respuesta será de plazas vacías. El turismo acá viene buscando los baños termales y un lugar limpio. También hay unos circuitos turísticos que van por los cerros y que se van a perder, porque directamente ya no estarán los cerros.
– ¿De qué manera se está organizando la resistencia?
– Nosotros habíamos empezado ya un año antes de la llegada de esta empresa, cuando detectamos que una empresa canadiense, Golden Peaks, estaba haciendo exploración buscando oro en la zona de Mulichincó, afectando el color del agua y del suelo. Hicimos un amparo y pudimos detener a esta empresa que afortunadamente se fue y por ahora no volvió. A partir de ahí nos empezamos a juntar y a estar atentos. Cuando nos estábamos relajando porque le habíamos ganado a la Golden Peaks apareció el emprendimiento de los chinos. Rápidamente la mayoría se puso en alerta y en contra, aunque eso no se puede saber hasta que no haya un plebiscito municipal que lo pueda contabilizar a ciencia cierta. Por encuestas del periodismo estaríamos en presencia de un mayoritario rechazo al proyecto minero, más allá de que el intendente de Loncopué (Walter Fonseca, del Movimiento Popular Neuquino) y la mayoría de los concejales apoyen a la minera. Por nuestra parte seguimos con la lucha, que es horizontal, con la participación de la gente en la asamblea. Todo se decide en forma asamblearia. Quien preside es el cura párroco, José María D’Orfeo. Si bien hay distintos roles, que tienen que ver con lo que hace cada uno específicamente, quien tiene el poder de decisión es la asamblea que se reúne semanalmente, todos los martes, en la capilla.
– ¿Han sufrido represalias por parte del gobierno o la empresa?
– La principal consecuencia la sufrió un periodista de Loncopué, el titular de la FM Arco Iris, por hacer declaraciones críticas al gobierno municipal en la radio. Por sus opiniones sufrió una persecución que lo dejó sin trabajo (fue destituido del cargo de Director de Tránsito). También hay casos de trabajadores a los que se les advierte que no deben concurrir a las asambleas.
– ¿Cómo es la agenda de la lucha hacia adelante?
– Nuestro objetivo principal es sostener y difundir la información ambiental. Además estamos planteando los variados caminos jurídicos para impedir que se realice este proyecto minero chino.
– ¿Cómo se están manejando con los estudios de impacto ambiental?
– Ya hay informes de impacto ambiental, como lo plantea la legislación. La empresa minera ha presentado un «informe», pero nosotros les vamos a exigir también un «estudio» (que contempla más rubros y temas que un simple informe, y es algo que se corresponde con nuestra legislación neuquina). De todas maneras, aunque entreguen un estudio de impacto ambiental y aunque cumplan con todos los requisitos de la legislación ambiental, nosotros nos oponemos a cualquier tipo de emprendimiento minero y vamos a apoyar a la Comunidad Mapuche Mellao Morales para impedir que ningún minero pise su territorio. Los neuquinos no tenemos que bajar la cabeza, ya es momento de que nos pongamos de pie y le digamos NO a la mina y a todos estos saqueadores.
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Nota:
* OIT: Organización Internacional del Trabajo