Como si respondieran a una orden, el grueso del pelotón de la caverna mediática española enfiló este miércoles con toda su agresiva artillería contra el actor Willy Toledo. No es esta, desde luego, una novedad. A la derecha celtibérica se le alegran los golondrinos cada vez que cuenta con la oportunidad de apuntarse a un […]
Como si respondieran a una orden, el grueso del pelotón de la caverna mediática española enfiló este miércoles con toda su agresiva artillería contra el actor Willy Toledo.
No es esta, desde luego, una novedad. A la derecha celtibérica se le alegran los golondrinos cada vez que cuenta con la oportunidad de apuntarse a un bombardeo en contra de Toledo. La verdad es que no le faltan razones. Willy Toledo no es un Pablo Iglesias o un Juan Carlos Monedero cualquiera, a los que a la hora de defender las conquistas de la Revolución cubana o la venezolana se les hace microscópico el escroto y desvían silbando la mirada hacia otro lado.
Toledo, por el contrario, tiene esa insolencia despectiva que enfurecen a nuestras clases conservadoras y sus portavoces cortesanos. Con cierto aire de natural y distante displicencia el actor madrileño suele abordar de manera resuelta y directa los temas tabú que tanto irritan a las gentes de orden que habitan en esta tierra. No se corta un pelo a la hora de manifestar sus simpatías por el sistema socialista cubano o dar la opinión más descarnada sobre aquellos que a lo largo de las últimas décadas han ido encaramándose en posiciones aledañas al poder. En unas ocasiones son artistas de la ex progresía, en otras politicuchos sin escrúpulos. Llama al pan, pan y al vino, vino. Y aunque no siempre da en la diana con sus análisis politicos, ha tenido hasta ahora la honradez de desdecirse cuando lo descubre. Esa es la razón por la que genera tanto odio entre aquellos que ya le odiaban.
En esta ocasión la hoguera la ha encendido sus declaraciones sobre el atentado yihadista de París contra la revista «Charlie Hebdo». En realidad, Willy Toledo no hizo más que constatar algo que era evidente para todo el mundo, incluso para las patrullas mediáticas de la ultraderecha española. Willy se atrevió a constatar en su Twitter que las intervenciones militares de los Estados Unidos y otras potencias aliadas, no hacen más que provocar la ira de millones de ciudadanos pertenecientes a esa geografia del planeta. Ni que decir tiene que tal perogrullada ha bastado para teñir de iracundia las portadas digitales de nuestra prensa ultraconservadora.
Con una hipocresía que raya en lo moralmente miserable, periódicos como ABC, El Mundo, el Periodista Digital, etc se han rasgado las vestiduras con titulares de este estilo:
«Willy Toledo justifica la matanza de París»
«Willy Toledo justifica el ataque a Charlie Hebdo»
«Willy Toledo acusa a Occidente tras el atentado en Francia»
«Willy Toledo volvió a rebuznar en Twitter sobre el terrible atentado de Paris»
Sin embargo, Willy Toledo no hizo otra cosa más que manifestar en su Twitter lo que de forma evidente está sucediendo todos los días en Oriente Medio y en otros puntos del planeta. Toledo dijo en las redes que Occidente está «asesinando diariamente» y «sin ruido» a millones de personas. Y, como corresponde, se preguntó si alguien espera que los otros «no hagan nada». El actor aseguró, asimismo, que «el Pentágono y la OTAN bombardean y destruyen países enteros, asesinan a millones, cada día». «¿De verdad esperamos que no hagan nada?». Alertó sobre lo que suele ocurrir tras tanto ataque criminal. «No me mofo de nadie, solo hago memoria. ‘Occidente’ asesina diariamente. Sin ruido»- dijo el actor.
Entre los que comentaron su Twitter, uno que se consideraba a sí mismo como «antifascista» le recriminó al actor sus comentarios, diciendo que hoy había que estar al lado del semanario francés. Toledo le precisó: «Lo estoy, no lo dudes». Afirmó, igualmente, que él no está justificando el ataque contra Charlie Hebdo. «Desprecio lo ocurrido hoy, sin reservas, pero nunca sobra la reflexión. Ni un solo día. Si no, nos dejaríamos llevar por emociones».
Como no podía se de otra forma, el periódico monárquico ABC, por su parte, recurrió a un procedimiento infame, del que es un sabio maestro desde los tiempos de la dictadura. Como el razonamiento del actor tiene una contundencia incontestable, para librar al lector de la peligrosa tentación de que pueda ponerse a pensar, «aderezó» su diatriba contra Toledo con una colección de peculiares «pinceladas biográficas», cocidas en su propia olla, en torno a las supuestas «andanzas» vitales de Willy Toledo:
«El actor Guillermo Toledo, más conocido por Willy Toledo ha vuelto a utilizar su cuenta de Twitter para manifestar su opinión sobre la actualidad. El polémico artista, autoexiliado en «el paraíso de la verdadera libertad» que es Cuba en su opinión, considera que la muerte de doce personas en el atentado contra la sede del semanario satírico francés tiene una justificación: «El Pentágono y la OTAN bombardean y destruyen países enteros, asesinan a millones, cada día. De verdad esperamos que no hagan nada?»- escribió en su cuenta.
El actor, -continúa diciendo el repugnante y aristocrático rotativo- en cuya cuenta de Twitter se califica como «Anarquía. Anticapitalismo.Humanismo. Belleza.Antifascismo.Rocanrol.
Aunque no solo usa Twitter para tratar de seguir estando de actualidad. Recientemente fue noticia por apoyar con su presencia la edición número 17 del «Hatortxurok», un concierto que se celebra cada año porque «todavía casi 500 presos políticos (léase etarras) se encuentran alejados de sus hogares», según explicaban los organizadores a una web de ideología próxima. En la cita, celebrada este año en la localidad navarra de Villava (Atarribia para los convocantes), en el espacio denominado Entrecementerios, sin duda muy apropiado para la naturaleza del evento. El conocido actor, visiblemente emocionado, desplegó sobre el escenario todo su «fervor revolucionario» y acabó su intervención con gritos de «¡No a las cárceles del Estado asesino! ¡No más torturas! ¡No más presos!», para después corear un «tema» con el mismo mensaje. Toledo no tuvo ni un solo recuerdo ni un gesto de solidaridad con los cientos de asesinados por la banda terrorista ETA ni con sus familias.»
Fin de la cita.
Curioso lugar en el que las circunstancias colocan a veces a algunas personas. Willy Toledo era simplemente un hombre progresista de la farándula cinematográfica. Un día alguien le preguntó algo sobre no recuerdo qué acontecimiento que se había producido en Cuba. Con toda naturalidad dio una respuesta que hacía trizas lo políticamente admitido, pero que era lo que él pensaba sobre el asunto. La prensa, radio y TV españolas hicieron caer sobre su cabeza los más duros epítetos y descalificaciones. Según ha confesado él mismo, aquella despiadada campaña estuvo a punto de hacerlo tambalear. Pero pudo reponerse y afrontar con dignidad la que le había caído encima. Desde entonces, Toledo no ha parado. Ojalá siga andando sin equivocarse.