Recomiendo:
0

Iniciativas

Fuentes: Rebelión

El desenvolvimiento de las fuerzas políticas en el país tanto oficialistas como opositoras vienen actuando según los impulsos de la llamada opinión publica vía una catarata de sondeos sobre la misma que genera una percepción sesgada de la realidad. Para ello nada mejor que caminar el territorio y encontrarse cara a cara con la sociedad […]

El desenvolvimiento de las fuerzas políticas en el país tanto oficialistas como opositoras vienen actuando según los impulsos de la llamada opinión publica vía una catarata de sondeos sobre la misma que genera una percepción sesgada de la realidad.

Para ello nada mejor que caminar el territorio y encontrarse cara a cara con la sociedad que en su mayoría percibe una letanía entre los discursos y sus realidades en particular a lo que hace a la cuestión económica que según los últimos sondeos se encuentra aún estancada.

El neoliberalismo macrista ha generado una inversión contraria en lo que respecta a la redistribución del ingreso en la Argentina al preservar los intereses de los grupos concentrados en desmedro del resto del país sin un correlato inversor en materia del sector público y privado; al contrario la mayor empresa argentina trasnacional Techint ha des invertido en el territorio bonaerense en favor de una inversión foránea.

Nos preguntamos cual es el proyecto de país vigente si los grandes grupos desestiman su concretud en el mismo? Es el comportamiento típico de la alta burguesía transnacional argentina?

Por lo visto los aires de globalización y la búsqueda de nichos de mayor rentabilidad son y serán los ejes de conducta mientras que nuevamente es el Estado todavía el generador de inversiones via la obra pública y el abultado empleo público generado a partir de esta última gestión.

En el mundo gira inmensas masas de dinero capaces de ser invertidas productivamente en aquellos terruños que garanticen rentabilidad y estabilidad política pero por sobre todo en economías en crecimiento y de progresivo poder adquisitivo.

Pero en una economía como la Argentina con un mercado interno en recesión y una caída notable en la capacidad adquisitiva de la población y un gobierno político que hace caso omiso a esta realidad es difícil revertir la situación.

Pues no seamos ilusorios que nos hemos convertido en una plaza financiera de especulación internacional gracias a un seguro de cambio como lo es un dólar apreciado y altas tasas de interés capaces de garantizar altos retornos económicos sin tener que desmenuzar un solo recurso en el territorio.

Historia ya vivida y por lo vista su lección no aprendida legando a las próximas administraciones gubernamentales – eso si – una pesada herencia y una limitación a su accionar político.

Qué hacer? Hubiera dicho el camarada Lenin ante dicha situación compleja.

Una sociedad apabullada por los medios de comunicación recrea la necesidad de su re utilización inversa hacia nuestro favor dando los debates necesarios en todos sus canales de expresión y por todos los miembros de la comunidad y así incidir en la opinión pública y tratar de dar claras señales de lo que está en juego realmente de cómo son mayoritariamente utilizados desde el sentido común y la puesta en escena de escenarios muchas veces ficticios o armados a un fin.

Políticamente debemos conducirnos hacia un octubre en pleno proceso de converger en un gran frente político con todos los sectores alejados o contaminados por la reacción dejando atrás veleidades personales indicando todas las criticas necesarias como asi también las propuestas hacia la construcción de un proyecto de país alternativo al que se padece aun asi en estas elecciones de mediano termino.

Sin dejar de lado algún tipo de autocritica por parte de los gestores pasados dando un salto generacional posible sin rupturas ni corrupciones donde sus representantes lograran de esa forma el consenso y la confianza necesaria por parte de los ciudadanos.

Estamos a tiempo.

Ezequiel Beer. Geografo UBA / Analista Politico

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.