Jorge Augusto Sapag asumió la gobernación de Neuquén, una provincia patagónica que históricamente está acostumbrada al nombre de esta familia oriunda de Zapala, cuyos miembros más famosos -Felipe y Elías Sapag, padre del flamante mandatario- crearon el partido que gobierna ininterrumpidamente hace más de 45 años este territorio: el Movimiento Popular Neuquino. En su […]
Jorge Augusto Sapag asumió la gobernación de Neuquén, una provincia patagónica que históricamente está acostumbrada al nombre de esta familia oriunda de Zapala, cuyos miembros más famosos -Felipe y Elías Sapag, padre del flamante mandatario- crearon el partido que gobierna ininterrumpidamente hace más de 45 años este territorio: el Movimiento Popular Neuquino.
En su discurso inaugural, Sapag buscó diferenciarse de su antecesor Jorge Sobisch, al enviar señales al gobierno nacional asegurando que la relación política será distinta y mucho más respetuosa de su parte. Además de prometer una gestión austera -su administración recibe una deuda pública multimillonaria por parte del gobernador Sobisch-, Sapag sorprendió a muchos al puntualizar en su discurso el conflicto que hace más de seis años vive la ex Cerámica Zanon. «Encontraremos una solución legal y digna que respetará los derechos de todos. En especial el derecho de los trabajadores a su trabajo» afirmó el flamante mandatario.
Cuando este corresponsal le preguntó si en su gobierno se impulsará la estatización de la fábrica de porcelanato más grande de América Latina, el gobernador Sapag contestó que «hacia eso apuntamos».
Poco antes de la jura del nuevo titular del ejecutivo neuquino, en la misma Legislatura provincial se dio una fuerte discusión entre el oficialismo y la oposición por quien sería el vicepresidente segundo de la cámara. Los 17 diputados de la Concertación Neuquina reclamaron a viva voz ese lugar para el titular del justicialismo Luis Sagaseta pero finalmente el MPN, con apenas un voto de diferencia, logró imponer una diputada de su bloque, Graciela Muñiz Saavedra, para ese puesto. La fuerte discusión desnudó y puso al rojo vivo la última decisión de la Legislatura saliente, cuando se cambió el reglamento interno, dando el quórum con 18 diputados y no con 19 como siempre fue hasta ahora. «Asi se salvaguarda la gobernabilidad» dijeron los emepenistas, mientras la oposición no deja de denunciar que «esa fue una maniobra artera políticamente hablando del MPN para imponer todo lo que quieran en la cámara legislativa provincial».
¿Cambiará la relación de su gobierno con la administración nacional?, preguntó Rebelión al flamante gobernador Jorge Sapag, quien contestó: «Sin ninguna duda. Ya cambió».
Consultado respecto a la situación de la empresa Zanon, recuperada y puesta a producir por sus obreros hace más de seis años, Sapag le contestó a este corresponsal que «hace pocos días estuve hablando con los obreros y por esa charla decidí ir al juzgado (de Buenos Aires) donde se trata la causa y hablé con el juez. En enero me reuniré con los acreedores internacionales también, de manera de encontrarle la salida y ver que esa fábrica termine de propiedad de los trabajadores. Esa es la idea de este gobierno».
¿Usted no descarta impulsar que se estatice la fábrica Zanon para la provincia? preguntamos, a lo cual Sapag no dudó en contestar que «vamos a procurar que la fábrica, como fuente de trabajo, siga funcionando y que sea propiedad de los trabajadores».
Muy cerca y con el apoyo de más de diez empresas recuperadas que llegaron a Neuquén desde San Salvador de Jujuy, Ushuaia, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los propios obreros de Zanon encabezados por el secretario general de los ceramistas neuquinos Alejandro López, entregaban en la misma Legislatura provincial un petitorio con más de 15 mil firmas reclamando el «urgente tratamiento legislativo del proyecto de expropiación y estatización de la fábrica Zanon para todos los neuquinos, manteniendo la administración bajo gestión obrera».