Recomiendo:
0

La libertad sexual, nueva munición para mentir contra Cuba en El País

Fuentes: Rebelión

El pasado 18 de mayo el diario El País publicaba una información bajo el titular «80 países castigan con cárcel las relaciones homosexuales» firmada por Emilio de Benito. El artículo recoge una denuncia de la Liga Internacional de Gays y Lesbianas. La entradilla reitera la denuncia de que «las leyes de 80 países castigan las […]

El pasado 18 de mayo el diario El País publicaba una información bajo el titular «80 países castigan con cárcel las relaciones homosexuales» firmada por Emilio de Benito. El artículo recoge una denuncia de la Liga Internacional de Gays y Lesbianas. La entradilla reitera la denuncia de que «las leyes de 80 países castigan las relaciones homosexuales, y al menos siete Gobiernos les aplican la pena de muerte». A continuación añade que «la lista es mayor si se incluyen los países, como Egipto o Cuba, en que las autoridades aplican a los homosexuales otros delitos, como el de escándalo público o el atentado contra la religión». En principio, me asombra que no se citen en la entradilla ninguno de esos ochenta países, tampoco los siete que aplican la pena de muerte, pero sí en cambio a Cuba. También resulta peculiar que un país comunista argumente sus acusaciones contra la homosexualidad como «atentado contra la religión». Unos días Cuba aparece en los medios como represor de las religiones y al otro como defensor de la religión para encarcelar homosexuales.

Afortunadamente la información cita la página web de la Liga Internacional de Gays y Lesbianas, www.ilga.info/Information/Legal_survey . Tanto desde el enlace sugerido como desde la página principal www.ilga.info accedo al apartado de Cuba que se encuentra en http://www.ilga.info/Information/Legal_survey/americas/cuba.htm

Mi primera sorpresa es que, al final de los comentarios se precisa que la última actualización de información sobre este país es de hace cinco años, de julio de 2000. Observo que lo que hay son fragmentos de prensa, una media docena. Uno de septiembre de 1994, donde se informa que cinco lesbianas y 13 gays crean la Asociación Cubana de Gays y Lesbianas el 28 de julio en La Habana. «no hubo reacción de la policía o del gobierno», afirma The Washington Blade. Otro del 12 de abril de 1995, donde se señala que «después de tres décadas de ser perseguidos, ridiculizados o apartados, los homosexuales en Cuba están encontrando más aceptación en toda la sociedad y una nueva tolerancia del gobierno» (Christopher Marquis. Knight-Ridder Newspapers). El artículo relaciona esta situación con el éxito de la película cubana Fresa y Chocolate. Efectivamente, las primeras décadas de la revolución cubana se caracterizaron por la represión y persecución de la homosexual, algo que desde hace ya bastantes años no se está produciendo.

Sólo un texto del furibundo anticastrista The Nuevo Herald afirma que, en 1997, las actitudes se volvieron de nuevo más opresivas y que los gays y lesbianas son arrestados en su puesto de trabajo. Sin embargo no se adjunta ningún dato, informe, ni denuncia de ese colectivo.

Otro fragmento de prensa disponible en el apartado Cuba de esta Liga Internacional es de la BBC de agosto de 1998, señala que «en la última década las autoridades han liberalizado su actitud» y que los homosexuales «ya no están tan preocupados por una incursión repentina de la policía».

También se incluye una noticia de 1993 en la que se informa de la inclusión de esta Liga Internacional como organización consultiva en la ONU y las declaraciones del delegado cubano quien afirmó, refiriéndose a la pasada hostilidad hacia los derechos de gays y lesbianas, que Cuba había «aprendido de sus errores».

Después de leer todo eso en la web de la organización que, según El País, denunciaba la persecución de los homosexuales en Cuba, llego a la conclusión de que, una vez más, cualquier denuncia sobre cualquier tema respecto a cualquier nación, termina siendo convertida por El País en una acusación contra Cuba.

Con motivo de la difusión de la película «Antes de que anochezca», sobre la vida del cubano homosexual Reinaldo Arenas, la publicación NY Transfer publicó un brillante texto de John Hillson que aclara cuál muy bien cual es la situación de la homosexualidad en Cuba. Titulado «La política sexual de Reinaldo Arenas: Realidad, Ficción y el Archivo Real de la Revolución Cubana», se puede encontrar en la web de la revista cubana La Jiribilla: http://www.lajiribilla.cu/2001/n1_abril/021_1.html

En él se recuerdan documentales como «Gay Cuba». Realizado entre EEUU y Cuba en 1994 por Sonja de Vries, trata sobre la historia y los logros de la Revolución cubana como el prisma para explorar francamente la evolución del tratamiento de la homosexualidad y de los homosexuales. Examina los cambios de actitudes y la creciente aceptación de los hombres homosexuales y las lesbianas en la sociedad y cultura. Algunas entrevistas particularmente demuestran los avances: debates entre soldados, comentarios de jóvenes cubanos y la posición expresada por obreros industriales, incluyendo una fábrica cuyo secretario general del sindicato es homosexual. La Federación de Mujeres Cubanas mostró la película en La Habana.

El siguiente año apareció el documental cubano «Mariposas en el Andamio», dirigido por Margaret Gilpin y Luis Felipe Bernaza. Narra la historia de travestis cubanos de clase trabajadora, quienes se integraron en la vida de un suburbio de la Habana llamado La Güinera, y de como ellos trabajan para construir una coalición con las mujeres líderes de un brigada de construcción local, y sus actuaciones en el comedor de los trabajadores.

El texto también contrasta la situación en Cuba con la de Estados Unidos:

«Para 1997, el número de personas diagnosticadas con VIH/SIDA en el Condado de Los Angeles fue 10 veces mayor que el número de personas diagnosticadas con VIH/SIDA en Cuba. El condado tiene una población un poquito menor a la de Cuba. Los servicios de atención médica para personas con VIH en Cuba -desde servicios externos hasta residenciales y hospicios- son gratuitos y voluntarios. La educación patrocinada por el estado, aprovecha los conocimientos de las personas con VIH para que hablen en escuelas sobre como protegerse durante el sexo y prevenir el virus.

El ambiente de polarización política que alimenta el odio ultraderechista hacia los homosexuales – como el caso del joven homosexual Matthew Shepard, quien fue torturado y asesinado a golpes en 1998 por matones en el estado de Wyoming -o existe en Cuba. Leyes que proscriben la sodomía como las que se promulgaron en Nicaragua a principios de 1990, o que se usaron para remover de su puesto y encarcelar a un ministro en Malasia, o que ya se mantienen en algunas de los estados de Estados Unidos por los tribunales superiores y venerables jueces, no existen en Cuba.

Los escuadrones de la muerte que «limpian» las ciudades de Brasil y de Colombia de «maricas» y otras supuestas lacras sociales u otros actos relacionados a la violencia contra los homosexuales, no son una parte de la realidad cubana.

En las canciones de los raperos cubanos no cantan de pegar o de matar a mujeres, «putas» y homosexuales, «maricones» como es típico en la música «gangsta rap» en Estados Unidos. Los homosexuales y lesbianas cubanos tienen custodia de sus hijos biológicos y pueden adoptar. La posición del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba es que la homosexualidad es una expresión normal del comportamiento humano y este ha sido su enfoque desde los principios de los 90s.

Frente a estos logros, Washington y los mercaderes de la iluminación cultural de Estados Unidos andan sobre cimientos poco firmes cuando condenan a Cuba de supuestas violaciones a los derechos de los homosexuales.

Los avances en Cuba confirman que para que los homosexuales y las lesbianas allí, existe un espacio mayor en donde pueden participar de los beneficios y desafíos de la vida cotidiana, más que en cualquier otro país del Tercer Mundo. Cuba es un ejemplo para las decenas de millones de hombres y mujeres homosexuales que buscan su libertad. Todavía hay muchos problemas por resolver. Como dijo un joven homosexual cubano que entrevisté en 1998, «¿por qué se puede ver una película de aventura como las de Stephen Segal en la televisión, pero nunca han pasado Fresa y Chocolate?»

Efectivamente, quienes hemos estado en Cuba hemos podido apreciar los prejuicios de esa sociedad con los homosexuales, lo que no difiere mucho de cualquier otra sociedad latina. Sin duda, es responsabilidad de los gobiernos intentar educar a las sociedades en la superación de esos prejuicios. Lo que no es verdad es que haya alguna persecución policial, gubernamental o judicial contra los homosexuales en Cuba. Cientos de ellos se concentran todas las noches en un lugar concreto del malecón a charlar y tomar ron con el beneplácito de toda la sociedad y autoridades, y en las calles de La Habana cualquiera se tropieza con homosexuales y travestis con toda naturalidad.

De nuevo, los medios españoles, en este caso El País, vuelven a disparar contra Cuba con mentiras. Y para ello, hasta la noble causa del derecho a la libertad sexual le sirve como excusa.

www.pascualserrano.net