Más claramente no se puede protestar. Los jefes de redacción de los más prestigiosos periódicos y semanales en Alemania publicaron este lunes en sus respectivos medios una carta abierta dirigida al canciller, Gerhard Schröder, en la que exigen una intervención del gobierno alemán contra la Corte Suprema de Derechos Humanos europea que limita la publicación […]
Más claramente no se puede protestar. Los jefes de redacción de los más prestigiosos periódicos y semanales en Alemania publicaron este lunes en sus respectivos medios una carta abierta dirigida al canciller, Gerhard Schröder, en la que exigen una intervención del gobierno alemán contra la Corte Suprema de Derechos Humanos europea que limita la publicación de fotografías no autorizadas de famosos.
‘A todos los periodistas serios se les va a atar las manos si el gobierno alemán no apela contra esta decisión’, se le en el texto, firmado por los jefes de redacción de Spiegel, Stern, Focus y Bild, pero también por los de periódicos regionales como Fuldaer Zeitung, Saarbrücker Zeitung o Magdeburger Volksstimme. Todos expresan su preocupación de que en el futuro los ricos y famosos puedan decidir lo que se publique sobre ellos. ‘Con ello se perjudica masivamente la función de la prensa de controlar a los poderosos’.
‘Ataque a la libertad de prensa’
El pasado jueves, la Asociación de Editores de Revistas de Alemania (VDZ) solicitó al gobierno alemán intervenir ante la corte europea, en Estrasburgo, para apelar la decisión del tribunal del 24 de junio. El organismo calificó la sentencia de ataque a la libertad de prensa’ ya que con esta medida ‘sólo se podrá publicar lo grato, y lo ingrato no será autorizado’.
El Estado alemán dispone aún de un plazo de cuatro semanas para recurrir la medida de la Corte Suprema en torno a la llamada ‘lex Carolina’, con la que dio razón a una demanda presentada por la princesa Carolina de Mónaco contra diversos medios alemanes que habían publicado fotografías y textos sobre su persona sin la debida autorización.
En la decisión del 24 de junio, la corte europea fundamentó su decisión en el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos que se refiere al respeto a la vida privada.
¿Dónde termina la función pública y dónde empieza lo privado?
Carolina de Mónaco y su esposo, el príncipe Ernesto Augusto de Hannover, habían presentado una demanda por la publicación en revistas alemanas, sin su consentimiento, de fotos tomadas en secreto que la mostraban paseando en bicicleta, montando a caballo o caminando en la playa.
Los jueces en Estrasburgo consideraron en su sentencia que las imágenes no tenían nada que ver con la función pública de la demandante y por lo tanto son exclusivamente privadas. Es evidente, afirmaba el tribunal, que la opinión pública no puede tener interés legítimo en ellas.
Para los editores, esto significa que ‘sobre los famosos sólo se podrá informar si ellos mismos autorizan previamente la publicación, o bien si la información está estrechamente ligada a su función oficial’.
La consecuencia será, advierten los editores, que ‘sobre una estrella musical sólo se podrá brindar información de una función musical, de un moderador de televisión de su aparición delante de las pantallas, o de actores de cine sobre su actuación en una película’.