Un giro inesperado tuvo la decisión del Gobierno de resolver la cuestión de la medición del costo de vida, algo que Cristina Fernández considera indispensable para que se logre un acuerdo social real, a más tardar, cuando se haya iniciado el verano. Lo anunció el ministro Amado Boudou y disparó las más diversas interpretaciones y […]
Un giro inesperado tuvo la decisión del Gobierno de resolver la cuestión de la medición del costo de vida, algo que Cristina Fernández considera indispensable para que se logre un acuerdo social real, a más tardar, cuando se haya iniciado el verano. Lo anunció el ministro Amado Boudou y disparó las más diversas interpretaciones y opiniones. Se trata del pedido de asistencia técnica al Fondo Monetario Internacional para desarrollar un nuevo y eficiente mecanismo de medición en el Indec. Para quienes no conocieron en detalle esta maniobra -que habría tenido su punto culminante durante la entrevista que mantuvieron, en Washington Boudou y el canciller, Héctor Timerman, con el segundo de la entidad internacional, John Lipsky-, estimaron que la decisión era una suerte de retroceso respecto de la postura histórica y firme del Gobierno frente al FMI. Sin embargo, la mayoría de los voceros se encargó de precisar que lo que se hizo fue pedirle al organismo el «manual» de las principales instituciones de los países que lo integran que se utilizarán para elaborar un nuevo sistema de medición de costo de vida. «Que quede claro que aquí ellos no van a venir a monitorear nuestra economía. Ya se estableció con el Club de París que no van a venir a evaluarnos, tal como se negaba Néstor, y como también se niega Cristina», insistieron los voceros con énfasis. Lógicamente, hay una visión política diferente en la oposición.
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Cristina Fernández preparó su viaje a Guyana, donde sesionó la Unasur. Con un homenaje especial a su único secretario Ejecutivo, Néstor Kirchner. Pero su preocupación en el terreno de la política internacional pasa por la XX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos, que va a realizarse en Mar del Plata, el 3 y 4 de diciembre. Un ejército de funcionarios, operadores y empleados del Gobierno van y vienen de la ciudad balnearia para que esté todo en orden, como «a la doctora le gusta y en donde ha puesto especial interés». El lema del encuentro será «Educación para la inclusión social». Es uno de los temas favoritos y más reiterados en los mensajes casi cotidianos de la mandataria desde su llegada al poder. A diferencia de la anterior Cumbre en el país -que se realizó en Bariloche en 1995-, no habrá una figura excluyente porque, como recordó en uno de los tantos encuentros preparativos un hombre de la Casa de Gobierno, «en esta oportunidad no va a estar Fidel Castro, quien concitó la atención de la prensa local e internacional en aquel momento». Cristina Fernández apuesta a que habrá en Mar del Plata un consenso amplio acerca de la educación, como corolario de las conversaciones que tendrán variados componentes económico-comerciales, y también respecto de la posición de la región en materia de protección ambiental, habida cuenta de que se aguarda un fracaso de una política integral para detener el calentamiento global que afecta, especialmente, a los países del sur del planeta. los países del sur del planeta.
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Entretanto, los antiguos rumores sobre el advenimiento de un acuerdo político y concreto entre el kirchnerismo y el delasotismo se convirtieron en una realidad. En rigor, es una cuadrícula de una grilla que el peronismo oficialista comenzó a llenar desde antes del fallecimiento de Néstor y que «no sólo persiste, sino que se agranda y afianza», según lo entienden los voceros del área más cercana al principal asesor, Juan Carlos «Chueco» Mazzón. El caso de José Manuel de la Sota es una de las pruebas más visibles, dicen y muestran detalles y pasos del «Gallego» en su acercamiento a Balcarce 50. En los últimos días, el ex gobernador cordobés inició una serie de contactos con su tropa política provincial y también en ciertos niveles nacionales para explicar con más detalle cómo es su ensamble con el kirchnerismo y de qué forma piensa volver a gobernar Córdoba.
Obviamente, la apuesta de De la Sota es que Cristina Fernández sea la candidata del peronismo gobernante y que su reelección se convierta en una certeza. Según sus allegados, el acuerdo habría sido sellado durante la visita de la Presidenta a la planta de automóviles Renault, en el barrio de Ferreira. Se sabe que ambos mantuvieron allí una reunión privada y que, de ese encuentro, habría surgido además el compromiso del «Gallego» de comenzar a realizar un trabajo de campo doble en la provincia, por su regreso y por la permanencia de la mandataria en la Casa Rosada. El trabajo comenzaría a desplegarse durante el verano. «No sería raro que la propia Cristina diera una señal durante el acto que va a encabezar, a mediados de diciembre, en Leones, donde va a inaugurar el último tramo de la autopista Córdoba-Rosario», aseguró un portavoz cercano al cordobés, quien sería acompañado en la fórmula para la gobernación por el ex intendente de Villa María -hombre muy cercano a Néstor-, Eduardo Acastello.
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En otro orden de cosas, Agustín Rossi se mostró molesto por la insistencia de versiones que lo daban en primer lugar como eventual acompañante de Cristina Fernández si la mandataria fuera por la reelección (algo que en Balcarce 50 dan por sentado, pero nadie lo expresa en público) y porque le endilgaron un encuentro con otros dirigentes de Santa Fe para establecer la «unidad del peronismo». En esa reunión estarían Jorge Obeid y Carlos Reutemann. «Nada de esto es cierto», se quejó enojado -según sus voceros-, y responsabilizó de esos rumores a operadores de los dos ex gobernadores. «Lo que sucede es que, si bien Agustín comparte la idea de unir al peronismo santafesino para desplazar del poder a los socialistas y sus aliados, quien tiene derecho adquirido, a su entender, es él mismo y, por lo tanto, irá por la gobernación», dicen sus allegados. En la Casa de Gobierno no hay quien no hable de la lealtad de Rossi, pero ningún funcionario comenta que lo que se está esperando es un movimiento de Reutemann, quien el 12 de diciembre reuniría a sus allegados para informales qué camino va a tomar. Las opciones serían volver por la gobernación, ir por la reelección en el Senado, por una embajada -que podría ser Londres- o, definitivamente, avanzar en una candidatura presidencial. Todo es incierto. Lo único real es que podría mantener contactos con la Casa Rosada muy próximamente.
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Evidentemente, como siempre, las versiones están a la orden del día, motivo por el cual la batería de desmentidas es constante y así desarticular trascendidos que van desde la salida de Amado Boudou del equipo de ministros hasta la llegada de los más cercanos a Cristina Fernández a cargos que tienen despacho en Balcarce 50. Para poner blanco sobre negro en materia de rumores, hay que comenzar con el supuesto cambio de Mercedes Marcó del Pont por Boudou. Los argumentos son variados: porque Mercedes tiene una relación de gran confianza con Cristina, porque es la niña mimada de un importante asesor, como es Mario Blejer, o, simplemente, porque se viene un refresh. Las desmentidas son también sólidas y se materializan en los interrogantes que los voceros oficiales instalan cuando escuchan la ola de los rumores: ¿Podría Boudou estar al frente de una negociación en extremo delicada con el Club de París o el FMI, o viajaría a París a mediados de mes para esas tareas si supiera que tiene su tiempo cumplido? «No es estilo K hacerse eco de las versiones y, menos, cuando se publican, y menos todavía si se trata de cambiar el jinete en el medio del río, lo que no quita que la relación con Marcó del Pont sea más que óptima», dijeron en la antesala del despacho presidencial, el miércoles por la noche.
El otro rumor es el de traer al «amigo de la familia» Héctor Icazuriaga a una cartera estratégica para el tema electoral, como lo es el Ministerio del Interior. Mucho se escuchó sobre el tema, y también tuvo su respuesta por parte de un portavoz del primer piso de la Casa de Gobierno, donde trabajan Cristina y Aníbal Fernández: «Como primera medida, nadie duda de la labor de Florencio Randazzo, conocedor de Buenos Aires como pocos. Y, como segunda medida, Héctor es potencialmente uno de los mejores candidatos a gobernador de Santa Cruz». Rumores y aclaraciones que no se agotan en estos nombres y que van a crecer a medida que se acerque el año electoral.
Fuente original: http://www.revistadebate.com.ar//2010/11/26/3395.php