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Para causarle celos al hombre del bigotito

La propaganda ideológica de Israel

Fuentes: Rebelión

Actualmente, cuando abordamos el tema del nazismo en la Alemania de Hitler, nos quedamos estupefactos y completamente incrédulos al saber que la mayoría de la población alemana de aquella época consideraba normal y correcto el trato que las instituciones de su país les daban a aquellos a quienes consideraban indeseables.

Para que eso fuera posible, los responsables de la difusión de la ideología nazi se comprometieron con la labor de formar la mentalidad colectiva desde las primeras etapas de la vida de la población. Por ello, a los alemanes se les enseñaban desde la infancia a ver a los comunistas, a los gitanos, a los eslavos, a los judíos, a las personas con discapacidad y a diversos otros grupos como seres nocivos que debían ser extirpados de la sociedad por el bien de la comunidad.

En gran medida, fue este intenso proceso de inculcación ideológica, llevado a cabo, entre otras vías, a través de la enseñanza escolar, programas de radio difundidos a la población, actividades recreativas y culturales, lo que indujo a buena parte de los llamados ciudadanos comunes a ver el exterminio de millones de otros seres humanos como algo plenamente aceptable e incluso deseable. Por lo tanto, era de fundamental importancia que se produjera una deshumanización radical de quienes fungían como los blancos del proceso de eliminación.

Esto explica por qué la gran mayoría de estas personas, que habían sido educadas para considerarse lo mejor que había generado la humanidad, estaban de acuerdo o se mostraban indiferentes a un nivel de matanza y perversidad tan atroz como el producido bajo el nazismo. Y, seamos realistas, los nazis supieron llevar a cabo su tarea ideológica de manera muy eficiente.

Por lo tanto, teníamos la idea de que las lecciones de esa espantosa fase de la historia servirían para evitar que tales horrores volvieran a ocurrir en el futuro. Sin embargo, los acontecimientos que están teniendo lugar ahora mismo en Gaza y en toda la Palestina ocupada nos dejan claro que las enseñanzas han sido efectivamente absorbidas. Pero no para evitar que volvieran a ocurrir, sino que para reproducirlas a una escala aún mayor y con mucha más sofisticación.

Sin vacilación ni titubeo alguno, debemos reconocer que lo que el sionismo israelí está haciendo contra el pueblo palestino y otras poblaciones de esa región es muy poco diferente de la perversidad practicada por las fuerzas hitlerianas en la Alemania nazi. Los sufrimientos infligidos por los sionistas al pueblo palestino son aún más monstruosos, ya que son el resultado de una acción científica y estudiada con el propósito de exterminar a un pueblo indefenso.

Otra de las enseñanzas extraídas del nazismo por los sionistas se puede observar en la propia sociedad civil israelí. Durante muchas décadas se han aplicado con gran intensidad técnicas pedagógicas para deshumanizar al pueblo palestino. Como nos explica la profesora israelí Nurit Peled-Elhanan, la población israelí ha sido educada para odiar al pueblo palestino y considerarlo infrahumano desde una edad temprana.

En los libros de texto utilizados en la enseñanza escolar en Israel, los palestinos son presentados como seres que no tienen nada que ver con las calificaciones de los humanos. Por lo tanto, desde los primeros años en que los niños comienzan a desarrollar su capacidad de razonar, los israelíes son inducidos a ver y sentir que los palestinos no son más que una plaga parásita que ha infestado sus tierras. Como resultado, su exterminio no les causa ningún dolor o remordimiento a los jóvenes soldados de las fuerzas armadas israelíes, sino todo lo contrario.

El reciente documental producido por Al Jazeera a partir de material publicado en las redes por los propios israelíes refuerza nuestra convicción sobre cómo las lecciones del nazismo fueron muy bien absorbidas y están nuevamente siendo  puestas en práctica. Por lo tanto, es sumamente importante verlo con mucha atención para que nuestra comprensión no se distorsione.

La lucha para poner fin a las atrocidades del sionismo israelí es deber de todos, independientemente de su origen nacional, religioso o racial. Necesitamos resaltar el hecho de que, como es el caso ya mencionado de la profesora Nurit Peled-Elhanan, hay muchos otros judíos en la primera línea de la lucha contra el sionismo.

Siempre debemos tener en cuenta que el nazismo fue una ideología podrida, monstruosa y maligna que infestó a Alemania y otros países en el pasado reciente. Pero eso no significa que podamos considerar que todos los alemanes fueron o son nazis. Análogamente, el sionismo es una ideología monstruosa, perversa y maligna, una ideología del gran capital. Pero, de ninguna manera, debemos caer en el disparate de pensar que todos los judíos son sionistas.

Como ya he dicho, los judíos humanistas son una parte esencial de la lucha contra el sionismo. Puede que hoy sean una minoría entre los judíos, tal como lo eran los alemanes no nazis en la época de Hitler. Pero siempre debe tenerse en cuenta su importante papel en la lucha contra el sionismo. Los sionistas son los que más se oponen a esta comprensión, pues saben que los judíos humanistas tienen un enorme potencial para desenmascararlos y así arruinar sus planes colonialistas basados ​​en el racismo y el supremacismo, en total alianza con los intereses del imperialismo y el gran capital.

Enlaces al vídeo:

a) Youtube: https://youtu.be/kPE6vbKix6A

b) Dailymotion: https://www.dailymotion.com/video/x975ui0

Publicado originalmente en portugués en:

https://www.brasil247.com/blog/para-causar-inveja-no-homem-do-bigodinho

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.