La SER «gana» 400.000 oyentes en abril y despide y recorta en Junio

Es posible que una brusca bajada de la publicidad no tenga por qué guardar relación con las fluctuaciones en el número de espectadores de una emisora, pero los datos siguen pareciéndonos incoherentes. Más aún, cuando, como el mismísimo diario El País señala: «para el sector de la publicidad, los datos que suministra el EGM son un instrumento clave para decidir hacia qué medios se canalizan las inversiones y que horarios son los más rentables».

La cuestión es que el EGM de abril abría la primera ola estadística de 2012 con el dato de la subida generalizada de oyentes de radio, cuyo principal beneficiario sería la SER; tras ganar 400.000 oyente más. Una cifra que, a primera vista, resulta desorbitada.

Tanto que no es comprensible, ni la emisora parece haberse pronunciado, respecto a tan brutal descoordinación entre audiencia e ingresos. ¿Deberían renovar plantilla del departamento de publicidad y contratación? Porque sino, todo parece indicar que se trata del falseamiento del dato del aumento de audiencia, por mero apoyo logístico por parte del EGM, ya que la dirección de la SER, solo siete meses después de cerrar un ERE que afectó a 258 personas en Prisa Radio, anunciaba hoy a los sindicatos la necesidad de realizar 200 despidos y rebajas salariales permanentes.

¿Qué ha pasado? ¿Esos 400.000 nuevos oyentes se han arrepentido prematuramente? ¿O tal vez una estrategia arriesgada para solucionar problemas de financiación que no ha funcionado? Porque no tiene ningún sentido que una emisora, como dicen, «que escuchan 6 de cada 10 españoles diariamente y 8 de cada 10 lo hacen mensualmente», necesite realizar tantos cambios estructurales en tan poco tiempo.

Lo contradictorio de estos datos debería dar mucho que pensar a la gente, no solo sobre la validez del EGM, sino sobre el tipo de precariedad periodística que están aceptando y avalando si, efectivamente, sintonizan tan a menudo emisoras que cada día cuentan con menos voces, menos variedad en sus cartas de programación, y menos expectativas, en general, de futuro.

O tal vez solo sea culpa del PP…

Aunque el asunto aquí no es deslegitimar en ningún sentido la cuidada programación de la emisora. Ni tampoco al actual Gobierno. Ni menos aún vamos a entrar nosotros en el rigor científico del EGM, ya que puede más cómodamente uno citar las numerosas veces que ha sido puesto en entredicho por parte de grandes y pequeños medios, incluso con intentos de sabotaje por parte de la ultraderecha conservadora, acusando a Prisa y EGM/AIMC de estar aliados. Más tímidamente, el diario ABC ya tiró su piedra y escondió la mano hace algunos años, afirmando que «las coincidencias entre el Grupo Prisa y el Estugio General de Medios van mucho más allá de la pura anécdota», en referencia al coincidente nombre de una cabecera del Grupo Prisa llamada EGM (Electronic Gaming Monthly).

Pero coincidirán en que, por regla general, basta con cruzar algunas noticias destacadas sobre la evolución de un medio de comunicación de masas para evidenciar contradicciones aparentes.

Resultará difícil demostrar con estadísticas la pérdida de hegemonía de los mass media, tanto en audiencia como anunciantes, pero una serie de condiciones sociales (y también políticas) hacen más comprensible este proceso.

El comité de empresa de Prisa Radio ha anunciado que la plantilla de Madrid ha decidido reprobar a Juan Luis Cebrián, director del Grupo Prisa, por su escandaloso sueldo (Cebrián se ha embolsado 8,2 millones de euros en el último año, pese a haberse registrado en su grupo pérdidas de 450 millones de euros).