La televisión de Chávez y los medios españoles

En las últimas semanas he visto que al menos tres medios españoles se refieren al canal internacional Telesur como la televisión de Chávez.

El 17 de octubre, el diario El Mundo (1), con motivo de una entrevista al director de Telesur, Aram Aharonian, subtitula: «El canal ‘chavista’ que emite desde hace un año en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Cuba y Bolivia nació con el objetivo de ser alternativa a la CNN».

Más recientemente, el 7 de noviembre, el gratuito 20 Minutos, con motivo de la distribución de la señal de Telesur por las televisiones locales de Madrid, titula: «La televisión de Hugo Chávez ya puede verse en España» (2) 

Al día siguiente ABC lo hace así: «TV locales de Madrid difundirán la señal de la cadena de Hugo Chávez» (3). Incluso este diario, en su noticia firmada por su corresponsal en Caracas, afirma que «otros países como Colombia, Brasil y México han declinado formar parte de la multinacional latinoamericana porque no están de acuerdo con que el canal sirva como medio propagandístico del culto a la personalidad de Chávez como en efecto lo es, ya que sus transmisiones en cadena de TV simultánea y diaria se pasan también por TeleSUR».

Evidentemente, Telesur no es de Chávez, sino un canal propiedad de cinco estados: Venezuela, Cuba, Argentina, Uruguay y Bolivia, si bien el 51% de las acciones pertenece al estado venezolano. Sería más lógico decir que TVE es propiedad de Zapatero, la BBC de Tony Blair o la RAI de Romano Prodi, puesto que esos estados sí tienen el cien por cien de las acciones. Sin embargo, nunca se hace esa afirmación.

Del mismo modo que no dicen que Chávez es el dueño de las carreteras de Venezuela, ni de los parques nacionales, es absurdo decir que es dueño del canal. La idea, por lo tanto, es hacer esa afirmación para insinuar que no puede existir rigor informativo en Telesur.

La noticia del diario ABC, ese sí propiedad del grupo empresarial Vocento y no sometido a elección democrática como el gobierno de Venezuela, resulta confusa porque la firma la corresponsal del diario en Caracas, pero informa de una nota de prensa emitida por la embajada de Venezuela en Madrid. Afirma que países como Colombia, Brasil y México declinaron «formar parte de la multinacional latinoamericana porque no están de acuerdo con que el canal sirva como medio propagandístico del culto a la personalidad de Chávez como en efecto lo es». No existe ni una sola declaración, ni oficial ni oficiosa, de ninguno de esos gobiernos afirmando eso. Por supuesto, la afirmación «como en efecto lo es» en una noticia informativa no cumple ningún procedimiento ético de rigor periodístico. Más aún cuando se añade la falsedad de que las «transmisiones (de Chávez) en cadena de TV simultánea y diaria se pasan también por TeleSUR». Es simplemente mentira, no existen transmisiones diarias de Chávez en ningún canal, porque no habla diariamente al público, no se transmiten intervenciones íntegras del presidente venezolano en Telesur y no existe ni afecta a este canal el procedimiento «de cadena», es decir, la emisión obligada de un determinado contenido oficial. Y no afecta porque Telesur no es un canal propiamente venezolano y tampoco emite en abierto, condición para que le afecta la emisión en cadena.

En conclusión, parece que los niveles de insensateces y patrañas se disparan en los medios de comunicación cuando deben informar sobre Telesur. Vamos bien.