Residentes, concurrentes, médicos de planta, enfermeros y administrativos de los hospitales públicos porteños reclaman por mejoras salariales y condiciones dignas de trabajo. Los concurrentes trabajan a la par que residentes, pero lo hacen sin percibir salario y sin seguro laboral.
Tras ocho semanas de innumerables reclamos y paro en los servicios de salud pública de la Ciudad de Buenos Aires, la precaria situación de los residentes y concurrentes continúa. En el paro del pasado 8 de noviembre, confluyeron además las demandas de médicos de planta, enfermeros, administrativos. En resumen: participó toda la comunidad hospitalaria.
Macarena Machado es concurrente de Psicología del hospital Penna. Entrevistada por ANCCOM, sostuvo que el paro se debe a que el gobierno de la Ciudad no da respuestas: «Ni Horacio Rodríguez Larreta ni Fernán Quirós ni el Ministerio de Salud porteño contestan. El trabajo de los concurrentes no está reconocido, no solo de manera económica, sino que ni siquiera nos reconocen como trabajadores de la salud pública”, asegura.
Otra de las problemáticas por las que los concurrentes reclaman es que, a pesar de que rinden el mismo examen que los residentes, que hacen las mismas rotaciones y que tienen las mismas responsabilidades, no perciben un salario. “No tenemos ni viáticos, ni ART. Por eso también estamos parando”, continúa Macarena.
Gisel es médica concurrente de quinto año del Servicio de Neurología del hospital Durand. Dice que “trabaja cuatro días por semana sin cobrar un peso”. Al respecto, asegura que hace “todo tipo de procedimiento a la par que los residentes», y añade una larga lista de tareas no reconocidas: «A la vez, superviso a los concurrentes y residentes de años anteriores, hago historias clínicas, las firmo y estoy expuesta a muchísimas enfermedades en sala: trabajé en plena pandemia en la parte de clínica médica sin ningún tipo de cobertura ni ART, obligada además a concurrir bajo amenazas (en el hospital Álvarez en su momento). Esto que pedimos es para que se nos considere como trabajadores, que se nos pague por lo que estamos haciendo, que nos den ART y obra social como a cualquier trabajador”.
Alejandro Ierimonti es presidente de la Asociación de Médicos Municipales, desde ese rol gremial explica que “la falta de inversiones es palpable. Comenzando con el pobre reconocimiento al personal de salud, que lleva a que cada vez más el hospital público no sea la primera opción de trabajo. No se estimula la capacitación y/o la investigación. Solo se mira la agenda de turnos, la estadística”.
La lucha y los reclamos continúan. Las últimas semanas se sumaron los hospitales Garrahan y Posadas. Norma Lezana, secretaria General de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), señaló: «El actual plan de lucha de la APyT comenzó el 25 de agosto pasado con un abrazo al Hospital Garrahan en su 35° aniversario, y luego dos jornadas de paro: los días 29 de septiembre y 19 de octubre pasados. En esas oportunidades, con marchas al Ministerio de Salud de la Nación y al Ministerio de Economía de la Nación, respectivamente, para reclamar al Gobierno nacional un 80 por ciento de recomposición salarial por la pérdida desde 2017 más el ajuste por inflación de este año, que llegará aproximadamente al 100 por ciento», detalla.
A lo largo de estas semanas, distintas pancartas se leyeron en el centro porteño: “La UBA me hizo médica, Larreta piquetera”, “Residentes y concurrentes en lucha”, “Recomposición salarial ya”, “Estudié 8 años para ser pobre”, “Atiendo a tu hijx por 300 pesos la hora”, entre otras.
Mario Mateo es bioquímico, médico de planta del Hospital Muñiz y subraya: “Fui residente, conozco bien la problemática. Ganan 120 mil pesos por mes. ¿Te parece que es un sueldo para gente que ha estudiado toda su vida? Es la precarización absoluta. Además de eso, los hospitales cada vez están peor, sin infraestructura, sin insumo ¿Es más importante arreglar una vereda o mantener la salud de la gente? Hay muchas personas que no tienen recursos, que vienen al hospital público. El día que no exista más, ¿qué van a hacer? Esa es la problemática. El plan es luchar y luchar, son años de estudio, de vocación, para que después no puedas ganar un sueldo que ni siquiera llegue a la canasta básica”, dijo en diálogo con ANCCOM.
La mayoría de los profesionales que atiende en hospitales públicos son residentes y concurrentes: “no estamos atendiendo para que el impacto sea mayor y que toda la población que se atiende en el hospital público vea lo que está pasando”, concluyó Macarena Machado.
Jimena Cozza, licenciada en Comunicación Social (UBA) redactora de la agencia universitaria Anccom [http://anccom.sociales.uba.ar/].
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