En una época tan convulsiva como la que vivimos, no solo por la crisis económica sino también por una crisis social generalizada, en España han tenido lugar simultáneamente las dos reacciones que cabría esperar: un giro a la derecha, consecuencia del miedo que provoca un afán conservador; y una reacción seria y decidida de las […]
En una época tan convulsiva como la que vivimos, no solo por la crisis económica sino también por una crisis social generalizada, en España han tenido lugar simultáneamente las dos reacciones que cabría esperar: un giro a la derecha, consecuencia del miedo que provoca un afán conservador; y una reacción seria y decidida de las izquierdas. Y ese debería ser el verdadero titular: España reacciona ante el caos.
Sin embargo ese titular se divide a su vez en tres partes, pues esa reacción no se muestra solamente como los medios oficialistas pretenden hacernos ver. Por un lado, dicha reacción ha supuesto el batacazo del PSOE, de lo cual se ha beneficiado el PP como único partido mayoritario alternativo, lo que entra dentro de la lógica del voto-castigo.
Pero no hay que olvidar otra cuestión: el tremendo ascenso de partidos minoritarios que han colocado unos 2300 concejales repartidos por todo el país (sin contar CIU, IU, Esquerra, BILDU, PNV, BNG o PAR) y que incluso en numerosos ayuntamientos han pasado de la nada a convertirse en la clave de gobierno como el FAC en Oviedo y Gijón; CUP-PA en Girona; DO en Ourense. Así mismo, en la Región de Murcia encontramos esta situación con UPrL en Librilla, UIDM en Mazarrón y CCD junto a IU en Alhama de Murcia.
Finalmente, una tercera parte indiscutible del titular es el tremendo ascenso de dos partidos: UPyD consolidándose como quinta fuerza por número de votos (tras PP, PSOE, CIU e IU), con la colocación de numerosos concejales en tantos Ayuntamientos (5 en Madrid, 2 en Murcia…); y por supuesto BILDU, cuyos 313.000 simpatizantes vascos estuvieron a punto de quedarse sin opción política personal por decisiones político-judiciales, lo que hubiera supuesto la amputación del ayuntamiento de San Sebastián y de las llaves de gobierno en tantos municipios como Vitoria, al robarle la voz a más del 28% de la población vasca.
Estas son las verdaderas claves de las elecciones, y alguna más que seguro ha pasado desapercibida, a pesar de que los medios continúen intentando limitar nuestro ángulo de visión. Que la cuarta pata del banco viene de camino resulta tan obvio que no había ni que mencionarlo.
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