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Libertad Digital acusa a Evo Morales de racista

Fuentes: Tercera Información

Libertad Digital se descolgó hace unos días con uno de esos titulares desproporcionados, polémicos y espectaculares con los que toda publicación sueña para ganar audiencia. Deleitémonos: Antetítulo: El racismo de Evo Morales. Título: «A ver si los indios y los negros nos unimos, pero el negro está siendo el mejor alumno del blanco Bush» Entradilla: […]

Libertad Digital se descolgó hace unos días con uno de esos titulares desproporcionados, polémicos y espectaculares con los que toda publicación sueña para ganar audiencia. Deleitémonos:

Antetítulo: El racismo de Evo Morales.

Título: «A ver si los indios y los negros nos unimos, pero el negro está siendo el mejor alumno del blanco Bush»

Entradilla: Morales se muestra tal cual es en una esperpéntica entrevista en la que reduce la política a los más básicos conceptos raciales: «A ver si los indios y los negros nos unimos para resolver los problemas», dice para lamentar después que «el negro está siendo el mejor alumno del blanco Bush»

A Libertad Digital le ha resultado muy fácil rescatar estas palabras dichas por el presidente de Bolivia Evo Morales descontextualizándolas y poniéndolas en letras grandes para acusarle de racista. Lo peor del asunto no es que realmente Evo Morales haya quedado como un racista, sino más bien al contrario, que el mismo artículo de Libertad Digital deja bien claro a qué se refiere Morales en sus palabras y que no hace más que describir una situación que debería ser muy distinta.

Cuando Barack Oabama alcanzó la presidencia de los Estados Unidos medio mundo vio la oportunidad de que la polarización del mundo en cuestiones económicas se redujera y que la riqueza y los derechos se repartirían de manera más equitativa entre la oligarquía occidental (blanca) y las minorías étnicas y raciales de todo el mundo, empezando por los mismos Estados Unidos. Pero lo que eran buenos presagios y esperanza se ha quedado en agua de borrajas y el panorama sigue como hasta ahora, con un capitalismo monopolizado por las potencias occidentales y una política de represión de las fuerzas alternativas con bases militares y golpes de Estado encubiertos incluidos. La Casa Blanca es hoy más blanca que nunca, por mucho Obama que viva dentro.

Obviamente Evo Morales clamaba a la unión de los pueblos del tercer mundo y en vías de desarrollo ante la opresión de la clase capitalista dominadora, mayoritariamente de raza blanca. Ver en esto un comentario racial es una interpretación libre y bastante malintencionada cuando cualquiera en su sano juicio vería que un discurso racista por parte de los movimientos indigenistas les pondría en clara desventaja ante la poderosa maquinaria propagandística de la oligarquía mundial. Lo que dice Morales no es más que la constatación de un hecho expresado en los conceptos más básicos y entendibles que cabe utilizar: indios y negros, pueblos expropiados, marginados y oprimidos, deben unirse para estar en igualdad de condiciones con aquellos que durante siglos les han explotado.

No parece que haya en este mensaje nada de racista, o al menos no hay ninguna señal de que Evo Morales deje entrever que odia a los blancos ni se habla de que unas razas sean mejores o superiores a otras. Con lo que es difícil saber a cuento de qué viene tachar a Morales de racista. El problema parece ser que a los adalides de lo políticamente correcto les da miedo encontrarse con algunas palabras.

Pero lo políticamente correcto no es más que una falacia que disfraza con eufemismos aquello que las comunidades más conservadoras quieren evitar. «La gente de color» es sólo una forma que tiene este tipo de personas para no tener que decir «los negros», una forma que parece ser denigrante y que chirría, pero al fin y al cabo es lo que son. Ellos son negros, nosotros somos blancos y no hay nada de malo en una cosa ni en la otra. Nosotros nos podemos llamar blancos sin cargo de conciencia pero algunos piensan que decir que alguien es negro es juzgarle por el color de su piel. Totalmente falso y contradictorio. Es una falsa moral construida para que cierto tipo de gente no se sienta mal al identificar a alguien por una característica física. Sin darse cuenta de que precisamente el hecho de aludir a esa característica de manera indirecta y disimulada es dar a entender que no es deseable o normal. El único que pecado que ha cometido Morales es llamar a las cosas por su nombre, y parece que a algunos eso les molesta.