Finalmente, nada parece ser tan similar en Latinoamérica: mientras en la Argentina el aliado oficial y poderoso grupo Techint aumenta sus ganancias sin tope a la vista y se adueña de la tierra, los ríos y los bienes naturales, en Mérida, Venezuela, el gobierno de Hugo Chávez respondió a los reclamos y la lucha de […]
Finalmente, nada parece ser tan similar en Latinoamérica: mientras en la Argentina el aliado oficial y poderoso grupo Techint aumenta sus ganancias sin tope a la vista y se adueña de la tierra, los ríos y los bienes naturales, en Mérida, Venezuela, el gobierno de Hugo Chávez respondió a los reclamos y la lucha de los trabajadores siderúrgicos y dispuso renacionalizar la empresa «Terniun Sidor», perteneciente al grupo multinacional de origen argentino.
Luego de meses de huelgas, que incluyeron agresiones y represión por parte de la Guardia Nacional, el vicepresidente venezolano Ramón Carrizales anunció ayer la decisión del ejecutivo bolivariano de reestatizar a «Ternium Sidor», la principal siderúrgica del país, controlada por el consorcio ítalo-argentino Techint, retomando la mayoría accionaria de la empresa, que fue privatizada en el año 1997.
Techint se resiste a reconocer el traspaso a planta permanente de más de 600 trabajadores «tercerizados» y establecer la pensión para los jubilados y pensionados al salario mínimo nacional.
Orlando Chirino, coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores y miembro de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) expresó al respecto a los venezolanos: «Sin ninguna duda, la nacionalización de Sidor anunciada por el Vicepresidente es el resultado de la lucha y la movilización tenaz que los trabajadores han venido desarrollando desde hace más de año y medio. Este es un triunfo inobjetable de los trabajadores y un ejemplo para toda la clase obrera venezolana, que pone en el tapete que la movilización, la lucha consecuente, siempre da frutos, y es la forma de obtener nuestras más importantes reivindicaciones». Y agregó: «El triunfo es la consecuencia directa de la resistencia contra la agresión de la Guardia Nacional, es el producto de la marcha del jueves 29, de la solidaridad de clase concretada en el Encuentro Nacional Sindical del sábado 31, así como de los resultados del referéndum autónomo realizado por Sutiss, y en el que participaron democrática y masivamente los trabajadores».
Chirino aseguro que: «Los derrotados son la empresa multinacional Ternium y el propio gobierno de Chávez que hasta la semana pasada apoyaba a la empresa a través de la postura del ministro de Trabajo José Ramón Rivero. No podemos olvidar que, en el marco de este apoyo gubernamental, la empresa daba por terminadas las negociaciones y con el apoyo del ministro pretendía montar un referendo fraudulento, que los sidoristas derrotaron con su propio referendo autónomo, en el que rechazaron masivamente la propuesta patronal». «El cambio de postura del gobierno y el anuncio del inicio de un proceso de nacionalización, aún indefinido, es un categórico triunfo de los paros obreros y de la autonomía sindical», concluyó Chirino.
El gobierno bolivariano destraba así un conflicto interno en torno del cual ha debido soportar fuertes críticas, por el abandono de las políticas oficiales contra diversas formas de tercerización y flexibilización laboral que se habían incorporado en el país tras la imposición neoliberal de la década de los noventa.
En 2006 el gobierno había determinado que los trabajadores y trabajadoras de las llamadas empresas temporales debían recibir los mismos derechos y beneficios que los percibidos por aquellos y aquellas que laboraban para las empresas principales contratantes, especialmente los derechos y beneficios derivados de las convenciones colectivas. Esta medida fue un certero golpe contra una figura de abaratamiento de los derechos y beneficios laborales, que facilitaba la simulación y evasión de las obligaciones que las empresas principales debían asumir con los trabajadores y trabajadoras que efectivamente les prestaban labores. Junto a estas medidas el gobierno nacional determinó la responsabilidad de las empresas principales frente a contratistas y subcontratistas.
La decisión de reestatizar una empresa de capital extranjero llegó en momentos en que Venezuela espera ser confirmado como miembro del Mercosur. Las cámaras empresarias argentina criticaron la medida de Chávez.
Más información: Aporrea
ver «Proyecto «Puerto Madero Sur» de Techint: nacional y popular» noticia publicada en Prensa De Frente