En el (des)informativo de la mañana, la primera cadena de TVE, ha emitido la noticia de una cadena de atentados en Bagdad. Esta es una de las primeras noticias que se tienen de Bagdad por parte de los medios de información occidentales desde hace muchos meses, tal vez desde que tuvieron que atenerse a las […]
En el (des)informativo de la mañana, la primera cadena de TVE, ha emitido la noticia de una cadena de atentados en Bagdad.
Esta es una de las primeras noticias que se tienen de Bagdad por parte de los medios de información occidentales desde hace muchos meses, tal vez desde que tuvieron que atenerse a las órdenes del régimen de Washington de silenciar todo lo relacionado con Irak del caso Wikileaks.
Curiosamente el velo informativo se ha descorrido con la tan cacareada noticia de la retirada de las tropas estadounidenses de Irak. Una retirada anunciada mil veces y ninguna vez llevada a cabo del todo.
Y casualmente la primera noticia que se tiene tras la de la no retirada de los invasores estadounidenses, es la de una cadena de atentados. Tal y como lo ha narrado Lorenzo Milá desde el mismísimo corazón del régimen de Washington da la sensación de que «estas cosas ocurren porque no están allí los soldados ‘americanos’ «.
A los infumables comentarios de Milá hay que añadir las imágenes con que el servicio de manipulación de RTVE ha agredido la inteligencia de los telespectadores. En todas ellas se podía ver a los soldados estadounidenses recibiendo las muestras de cariño de sus familiares, esposas, hijos, madres…, cuanto cariño, qué bien, qué dulce todo.
El reportaje bien podía haber contado con cualquiera de la infinidad de imágenes que el horror imperialista estadounidense ha dejado para la historia, las torturas, los asesinatos selectivos (y no tanto) de civiles inocentes.
Acaba Milá su impagable apología del terrorismo yanqui queriendo transmitir al espectador la sensación de que el futuro de los iraquíes es más negro sin los asesinos estadounidenses entre ellos.
Nada más lejos de la realidad que eso Milá, nada más lejos. Y nada más lejos de lo que fuiste en su día, que lo que eres hoy: pelele de la manipulación desinformativa.
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