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Respuesta al comunicado de Radio Pueblo Nuevo

Los agresores quieren hacerse pasar por víctimas

Fuentes: Rebelión

Con respecto al comunicado firmado por la «Asamblea de Radio Pueblo Nuevo» que se me remite, lo primero que me sorprende es eso precisamente: que venga firmado por una entidad cuya mera existencia le choca a uno. ¿Se organiza Radio Pueblo Nuevo de forma asamblearia y horizontal? ¿Cómo entonces la existencia en su organigrama de […]

Con respecto al comunicado firmado por la «Asamblea de Radio Pueblo Nuevo» que se me remite, lo primero que me sorprende es eso precisamente: que venga firmado por una entidad cuya mera existencia le choca a uno. ¿Se organiza Radio Pueblo Nuevo de forma asamblearia y horizontal? ¿Cómo entonces la existencia en su organigrama de una dirección y de una estructura jerárquica? Señores, no se puede llamar Asamblea a cualquier cosa. Me consta que Radio Elo tiene un funcionamiento asambleario donde ninguna voz se sobrepone a la de los demás. Y me consta que Radio Pueblo Nuevo funciona de una manera totalmente distinta, siguiendo criterios más propios del mundo empresarial. Por lo tanto, cabe sospechar que la entidad firmante de este comunicado que me envían ni siquiera existe, que se trata de una Asamblea Fantasma.

Entrando al contenido del mismo, sorprende también el elevado tono agresivo del mismo, el menosprecio al colectivo agredido (y por extensión, a todos los colectivos que tienen la posibilidad de expresarse libremente a través del mismo), la reiterada inexactitud de los datos que se exponen y un uso tan ruin de la demagogia y la intoxicación. Seguramente les parecerá una crítica muy severa, pero la lectura del comunicado de su inexistente asamblea destila una muy mala intención que no pasa desapercibida a nadie que esté mínimamente informado y que no redundará en absoluto en beneficio de ustedes. Al contrario: no hace sino confirmar y reafirmar las afirmaciones y las demandas de Radio Elo.

Para empezar, es intolerable que los agresores se pretendan hacer pasar por víctimas. Esa es una de las argucias preferidas por aquellos que utilizan la manipulación y el engaño en beneficio propio. Señores: no es ninguna difamación sostener que ustedes interfieren las emisiones de Radio Elo, porque sencillamente es así, es la pura verdad, es precisamente lo que ustedes están haciendo y, suponiéndoseles el uso de la razón, son ustedes los únicos responsables de sus propias acciones. Decir la verdad no es en ningún caso difamar. Y la denuncia de Radio Elo, en ese sentido, está cargada de razón. Pero no es que interfieran su emisión en el barrio de Orcasitas, sino que las emisiones de Radio Elo, hasta el momento de la intromisión de Radio Pueblo Nuevo, se podían seguir en prácticamente todo el centro y el sur de la capital y en buena parte del área metropolitana sur (Getafe, Leganés, Alcorcón…). La demagogia raya en el sonrojo cuando pretende establecer un vínculo absurdo entre
  Luis del Olmo y la Elo, como si semejante preboste de la comunicación oligopólica tuviera la más mínima relación con el movimiento de las radios libres. Pero es que la demagogia empleada en el comunicado de ustedes acaba rayando, cuando no zambulléndose directamente, en la injuria y la calumnia cuando, en sus preguntas retóricas, acusan a Radio Elo nada menos que de… ¡¡¡querer silenciar la voz de los inmigrantes !!! Señores, esto es simple y llanamente inadmisible. Primero, porque los únicos que están silenciando otras voces son ustedes, es Radio Pueblo Nuevo con su intromisión en el dial de Radio Elo. No reconocer esto es, sencillamente, mentir e intoxicar. Son ustedes los que silencian, acallan y pisotean voces. Y porque además ustedes no representan a los inmigrantes. Ustedes pueden utilizarlos como sector de mercado a explotar y como sector social a quien adoctrinar en sus extrañas teorías humanistas, pero no los representan. Son medios de comunicación verdaderamente
 libres, horizontales, honestamente comprometidos y abiertos como Radio Elo los que representan la voz de los colectivos y de los diversos sectores de la sociedad, porque permiten que estos se expresen libremente y que sus verdaderos problemas salgan a la luz. Ustedes no representan a los inmigrantes cuando por sus ondas suenan canciones que denigran e incluso incitan a la violencia en contra de la mitad de este colectivo, de las mujeres. Por otro lado, resulta simpática su pretensión de ocultar la vinculación de RPN con el llamado Movimiento Humanista, cuando su propia directora ha sido candidata al Parlamento Europeo por dicho partido y cuando su emisora utiliza los eslóganes e incluso los colores corporativos de tan Glorioso «Movimiento».

Ustedes dicen que descubrieron un «hueco libre» en el 98.5 y que desconocían la existencia de Radio Elo. Esas afirmaciones nos dan la medida de la prepotencia y el desconocimiento con los que ustedes pretenden pasearse por el dial, pretendiendo ignorar a emisoras que llevan muchos años trabajando por la comunicación libre. Muchos más años que ustedes. Y por una comunicación libre, insisto, otro rasgo en el que se diferencian de su emisora. En este caso, no son de recibo excusas tan inconsistentes, ya que existen en numerosas fuentes, páginas de internet, listas de correo, etc. que detallan las emisoras que actualmente pueblan el dial madrileño. En cualquier directorio de este tipo habrían descubierto la presencia de Radio Elo. Y de no haber sido así, creo que ya han tenido suficiente noticia de su presencia en el dial y del daño que la agresión de Radio Pueblo Nuevo les está causando, motivos de sobra para haber rectificado inmediatamente. No valen excusa del tipo: «No sabíam
 os»… ahora ya saben: ¡muévanse! Sin embargo, ustedes han preferido actuar con la lógica de los hechos consumados: arrasar al que se ponga por delante e injuriar al agredido cuando este se defiende. Seguramente no contaban con la solidaridad y simpatía que despiertan proyectos como el de Radio Elo, cuya fuerza, no lo duden, se irá incrementando a medida que la agresión continúe y, paralelamente, la justa denuncia e indignación se difunda y las acciones de presión se multipliquen. Actualmente, según parece, han querido imponer con más violencia su usurpación y se han situado directamente en la frecuencia de Radio Elo, en el 98.6. ¿Van a seguir alegando que desconocían la existencia de ninguna emisora en dicha frecuencia? ¿Con qué cara pretenden seguir sosteniendo semejantes falacias?

No pretendo seguir comentando las continuas inexactitudes, cuando no directamente falsificaciones, de su comunicado, pero sepan que no han escogido el buen camino. Que no se trata de «solucionar un problema de interferencias», sino de que cese la agresión por parte de ustedes, que son los únicos responsables. Y que el discutible prestigio y presencia social que han logrado puede venirse abajo conforme se difunda la verdadera cara de cómo actúa, agrede, manipula y difama Radio Pueblo Nuevo. En sus manos está evitarlo.