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Hugo Chávez recibió en Argentina el premio Rodolfo Walsh

«Los medios de la burguesía callaron ante los asesinatos, los desaparecidos, las dictaduras»

Fuentes: Rebelión

En el marco de su gira sudamericana, que lo llevó a sellar acuerdos bilaterales con la presidenta Cristina Fernández y a visitar el astillero Tandanor, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, recibió el pasado martes el premio Rodolfo Walsh en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (FPyCS) de la Universidad […]

En el marco de su gira sudamericana, que lo llevó a sellar acuerdos bilaterales con la presidenta Cristina Fernández y a visitar el astillero Tandanor, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, recibió el pasado martes el premio Rodolfo Walsh en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (FPyCS) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El galardón le fue otorgado por impulsar la comunicación popular en su país y en todos los pueblos de América Latina, y se trata del mismo que hace dos años recibiera su par boliviano Evo Morales.

La Facultad de Periodismo y Comunicación Social (FPyCS) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) organizó un gran acto el martes último para premiar a Hugo Rafael Chávez Frías, presidente venezolano, secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y uno de los impulsores de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) junto con Evo y Fidel. Del acto participaron, según estimaciones de sus organizadores, unas 8 mil personas, la mayoría de ellas integrantes de organizaciones vinculadas al gobierno nacional (Movimiento Evita, Juventud Sindical, La Cámpora, Nuevo Encuentro, MUP, MILES, etcétera), aunque también se acercaron a escuchar al primer mandatario distintas agrupaciones que no comulgan con el kirchnerismo (Frente Popular Darío Santillán -integrante del ALBA de los Movimientos Sociales-, Marea del Sur, etcétera).

Después de las presentaciones culturales del grupo de cumbia «Clase K», el cantante Horacio Bouchoux y la Banda de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, a eso de las 18:45 hs, subió al escenario el líder bolivariano. Se leyeron los fundamentos del premio y la decana Florencia Saintout le hizo entrega del mismo, tomando brevemente la palabra. «No es un premio neutral, como no es neutral la Feria del Libro -dijo Saintout- Lo da una facultad con 40 desaparecidos, una universidad con 700 desaparecidos y con Miguel Bru como desaparecido en democracia», a la vez que remarcó que había sido de los estudiantes la iniciativa de otorgar la distinción a Chávez, «un presidente que puso en discusión la idea de que la palabra podían tenerla sólo unos pocos». A continuación, se le hizo entrega de numerosos presentes: un mate y una remera de la agrupación Rodolfo Walsh, una remera y una gorra de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y tierra del suelo de Malvinas, de parte del Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (CECIM). Tampoco la decana y el Director General de Cultura y Educación, Mario Oporto, se privaron de otorgarle regalos.

En tanto, en el palco se encontraban presentes el Secretario General de la UNLP y ex decano de Periodismo, Carlos Guerrero, el secretario de Medios de la Nación, Juan Manuel Abal Medina, la ministra de Infraestructura bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, la madre de Miguel Bru, estudiante de periodismo asesinado y desaparecido por la Policía Bonaerense, Rosa Schonfeld de Bru, la dirigente del Movimiento Tupac Amaru, Milagro Sala, el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico y el secretario de Relaciones Internacionales del mismo movimiento, Alejandro Rusconi, el dirigente del MPR Quebracho, Fernando Esteche -quien hizo el contacto con Chávez y organizó la seguridad del evento-, el intelectual Atilio Borón y los docentes Carlos Ballina y Jorge Bernetti, entre otros.

Mientras el presidente de la República Bolivariana se preparaba para comenzar su discurso, sectores del público pedían a los gritos que las organizaciones ubicadas frente al escenario bajasen las banderas, algo que no sucedió. En simultáneo, los militantes del Movimiento Independiente Latinoamericano Estudiantil (MILES) cantaban «Chavez corazón, acá tenes los pibes para la liberación», calentando el clima para la oratoria de Hugo quien, después de agradecer el premio, dijo en tono de parodia: «Aquí ya vino Evo… Somos los dictadores», recibiendo así los primeros aplausos. A poco de empezar homenajeó al Che y a uno de los compañeros de viaje del médico revolucionario: Alberto Granados, quien falleció el pasado 5 de marzo. «Sus cenizas serán regadas entre cuba, Venezuela y Argentina», exclamó.

Goebbels, Walsh y el «fin de la historia»

«Los que luchamos por la igualdad, la justicia, la democracia somos señalados como tiranos. Es la dictadura mediática de las clases dominantes, con sus poderosísismas campañas -denunció el dirigente- hacen como Goebbels (…) repiten tantas veces una mentira hasta que es una verdad. El mundo al revés, pero lo estamos volteando, lo vamos a poner al derecho», enfatizó, a la vez que advertía sobre la importancia de la lectura y del pensamiento crítico en el proceso de liberación de los pueblos -«Como decía Martí, ser cultos para ser libres»- y reivindicaba la figura de Rodolfo Walsh -«ese gran luchador, mártir de las luchas del pueblo argentino y latinoamericano»-.

A continuación, paseó al atento público por la historia reciente del mundo, argumentando que «Cuba revolucionaria mantuvo la llamita encendida», mientras todos los demás países, «disfrazados de democracia, condenaban a nuestros pueblos». «Florencia -Saintout- nos recordaba esa frase del fin de la historia. Cayó la Unión Soviética y quien hablaba de socialismo era señalado como troglodita -siguió Chávez- Pero en Venezuela se despertó el gigante, el pueblo», expresó, haciendo referencia al Caracazo de 1989. Por entonces, los grandes medios lo definían como «carapintada» o como integrante de las FARC, «por eso nadie le daba futuro a nuestro movimiento», de manera que la Revolución Bolivariana comenzó el siglo caminando sus primeros pasos casi en soledad, resistiendo conspiraciones de la extrema derecha y el imperialismo. Pero en 2001, rebelión popular en Buenos Aires: «la causa es la misma que del Caracazo», pensó el premiado mandatario, contento de que, poco a poco, iban levantándose los pueblos contra las recetas del Consenso de Washington. Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua… «Acá hay muchos intelectuales orgánicos, como decía Gramsci, ¡qué bueno sería un estudio sobre el despertar de los gigantes!».

¡Gaddafi sí, OTAN no!

No faltaron las críticas a Clarín y Cablevisión, por no incorporar a su grilla la cadena noticiosa Telesur, encargada de televisar el acto. «Tenemos que lograr que Telesur llegue a todos los hogares del continente» declaró Chávez. Pero, sin dudas, el eje principal de su discurso giró en la crítica al imperialismo liderado por Barack Obama por los bombardeos y acciones de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra la República Popular de Libia. En ese sentido, hizo suya la última reflexión de Fidel Castro sobre el tema -«La Guerra Fascista de la OTAN», publicada ese mismo día- en la que el máximo referente de la revolución cubana arremete contra el «cinismo» de esta intervención bélica. «Necesitan cual vampiros el petróleo», remarcó Chávez, y enfatizó que «el capitalismo depredador amenaza la continuidad de la vida humana». En tanto, coincidió con Fidel al afirmar que, «aunque uno no comparta todas las teorías de ese lider (Kadafi), hay que respetar la soberanía de los pueblos». En ese marco, el venezolano se dio el gusto de decir «soy marxista-leninista», parafraseando a Castro que se declara de ese modo en su reflexión, y despertando con esa definición tajante una nueva oleada de aplausos, que seguramente no provenían de la moyanista Juventud Sindical. «Ahora -prosigue Fidel- la desprestigiada y criminal OTAN escribirá una ‘bella’ historieta sobre su ‘humanitario’ bombardeo». Pero, se compromete Chávez, «yo me encargaré de denunciar hasta lograr el fin del imperialismo yanqui» y vuelve a retomar la reflexión del cubano: «Si Gaddafi hace honor a las tradiciones de su pueblo y decide combatir, como ha prometido, hasta el último aliento junto a los libios que están enfrentando los peores bombardeos que jamás sufrió un país, hundirá en el fango de la ignominia a la OTAN y sus criminales proyectos», dando cuenta de su apoyo al cuestionado líder libio.

Unidad contra la burguesía

Chavez remarcó la importancia de fortalecer la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y el ALBA, que «no es sólo una organización de gobiernos, es también de los movimientos sociales», así como de impulsar de manera urgente el Banco del Sur, que permitiría traer las reservas internacionales de los países sudamericanos, que hoy se encuentran en Europa y Estados Unidos, al igual que las de Libia. Esa unión latinoamericana, desafío que nos legaron Bolívar y San Martín, «no se va a dar por mera declamación de principios sino desde las bases» y con la más amplia participación de los jóvenes: «Cuando las burguesías logran que los jóvenes se alejen de la política están asegurando su futuro, por eso a las calles, a la batalla política, como decía el Che, si el presente es de lucha, el futuro nos pertenece, es de ustedes, no podemos permitir que les roben el futuro. Es imprescindible que logremos un incremento de la participación de ustedes en la unión de nuestros pueblos». Además, celebró los avances del «eje Caracas-Buenos Aires», que viene impulsando una empresa mixta para la construcción de barcazas en el Astillero Tandanor, a la vez que se está terminando en el Astillero Río Santiago el tanquero petrolero Eva Perón.

«Mujer valiente»

Volviendo al tema que lo trajo de visita a la ciudad, llamó a Saintout «mujer valiente», por cómo la atacan ahora en los medios burgueses «por entregarme el premio a mí, ese tirano que ha cerrado emisoras -dijo en referencia a las 34 radios que fueron intimadas recientemente por incumplir normativas legales-. Son mentiras. En Venezuela reina la más amplia libertad de expresión de toda América (…) los medios de la burguesía nos acusan, pero ellos callaron ante los asesinatos, los desaparecidos, las dictaduras. Ellos son unos farsantes, cinicos que apoyaron las dictaduras», argumentó, mientras el público vociferaba «tomala vos, dámela a mí, el que no salta es de Clarín» y «Noble-Magneto devuelvan a los nietos».

El cantante

En el acto, el presidente latinoamericano no se privó de cantar junto al público el último tramo de nuestro Himno Nacional, a la vez que manifestaba sentirse «de aquí, como un argentino más. Para nosotros la patria es una sola, es Nuestra América. Uno de los objetivos de la dictadura mediática es mantenernos desunidos, dominados». También cantó una canción del venezolano Alí Primera, leyó un texto de Eduardo Galeano, «El asombro de un angelito» y elogió al periodista y escritor Hernán Brienza, autor de «El loco Dorrego», quien subió al escenario y le hizo entrega de un ejemplar del libro. Además, agradeció al cineasta y presidente de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA SE), Tristán Bauer, la entrega de las películas sobre San Martín y Belgrano que se realizaron en 2010 con motivo del Bicentenario, a la vez que le propuso hacer una coproducción cinematográfica entre los dos países basada en el libro de Brienza.

Con Cristina… Por el socialismo.

«Por siempre Nestor, Fuerza Cristina, Fuerza Argentina, Por siempre Perón, Por Siempre Evita», exclamó Chávez en otra de sus clásicas arengas, y pidió a los jóvenes que «sigan con sus debates y diferencias pero unidos por la Patria», agregando que a esa unidad «hoy la encarna Cristina. La futura victoria de Cristina asegurará que no haya retrocesos», dejando en claro su posicionamiento de cara a las elecciones argentinas de 2011. Además, rindió tributo a la UNLP, «escuela de mártires, de luchadores, de revolucionarios contra el capitalismo, por el socialismo» y manifestó que «este reconocimiento no es para mí sino para el pueblo de Venezuela, el pueblo de Simón Bolívar, a los pueblos que luchan contra el colonialismo cultural y económico, contra la dominación. Contra la hegemonía imperialista, neoliberal y capitalista». «Aquí hay solo dos caminos, o socialismo o capitalismo, no hay tercera vía», sentenció. En tanto, como cierre de sus dos horas de discurso, proclamó: «Siempre adelante, nunca atrás, y lo que ha de ser que sea, que pase lo que tenga que pasar. Yo se lo que va a pasar porque ya empezó a pasar, es la verdadera y definitiva independencia. Somos una sola patria. La América Latina y el Caribe, este inmenso territorio del nuevo mundo» y remató con la clásica frase, inmortalizada por el Che: «Hasta la victoria siempre».

Federico Sager es Periodista. Integrante de Indymedia La Plata, Argentina.

Ver fotos del acto en Indymedia La Plata:

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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