Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El editor y autor Tom Engelhardt dirige uno de los sitios políticos más influyentes en la Red – Tomdispatch.com. En esta entrevista Engelhardt y Pepe Escobar [Pulse aquí para ver la entrevista en inglés] discuten las tribulaciones del Imperio, la relación entre el petróleo y la guerra, y como los medios dominantes en EE.UU. excluyen constantemente historias cruciales.
TRASCRIPCIÓN:
PEPE ESCOBAR, ANALISTA DE REAL NEWS: Estoy aquí con Tom Engelhardt, dirigente y editor de TomDispatch.com, que podrá parecer una operación de una corporación inmensa, pero en realidad es prácticamente un equipo de dos personas. Y la otra parte importante del equipo es Nick Turse, editor asociado de TomDispatch.com. Amigos, bienvenidos a The Real News. Así que usted, Nick, y un grupo de fabulosos escritores, aparecéis en este libro «The World According to TomDispatch: America in the New Age of Empire.» ¿Cómo definís «imperio» a un estadounidense que cree que EE.UU. no es un imperio?
TOM ENGELHARDT, TOM>DISPATCH,COM: Tengo una especie de reacción visceral ante el imperio. Quiero decir, considérelo de esta manera. Si estás metido en EE.UU., no te das mucha cuenta de que vivimos en un planeta de dirección única. Ya sabe. Así que cualquier día puede ocurrir – quiero decir, sólo ocurrió recientemente. Puede ocurrir, digamos, que el jefe de la CIA se levanta en el Congreso y se felicita y lo felicitan por meter espías secretos en Irán. Ahora bien, si fueras y trataras de dar vuelta esa situación e imaginaras que el jefe del servicio secreto iraní dijera públicamente en Teherán: «Tremendas noticias: por fin hemos metido a nuestra gente en los corredores del poder en Washington,» quiero decir, EE.UU. declararía la guerra. Nos horrorizaríamos. Así que pienso que son cosas semejantes, sabes, el hecho de que, por ejemplo, puedan tomar un Predator, un vehículo aéreo sin armas, uno de esos aviones teledirigidos, y lo hagan volar sobre Somalia, puedan decidir que hay un terrorista por ahí, puedan disparar un misil Hellfire contra la choza de algún campesino y matar a un par de personas, y entonces: «¡Oh, Dios mío! No era un terrorista. En cierto modo lo lamentamos.» Ahora, si lo vemos al revés y ese Predator fuera un Predator iraní, digamos, o un Predator chino, algo que volara sobre el sur de California y sucediera lo mismo, declararíamos la guerra. Nos volveríamos locos. Pienso que puedes decir que sabes cuando se trata de un imperio cuando todo va en la otra dirección. Es el mundo en el que creo que vivimos.
ESCOBAR: ¿Podríamos decir que el mundo según TomDispatch y el trabajo que habéis hecho estos últimos cinco años, es contar una historia básicamente de petróleo y armas? Porque habéis publicado historias que los medios dominantes se negaron a publicar, como el imperio de las bases, la pentagonización de la vida estadounidense, la transformación del mundo en un planeta de chabolas – un artículo de Mike Davis.
ENGELHARDT: Aunque hemos encarado mucho la política del gobierno de Bush, lo hemos hecho de la manera como los neoconservadores, sólo con un juego de palabras en, digamos, 2002 solían llamar el arco de inestabilidad, que se extiende del Norte de África a la frontera china, y son más o menos los centros petrolíferos del planeta. Nos ocupamos de que EE.UU. lo haya convertido en un auténtico arco de inestabilidad. Ha habido mucho de eso en TomDispatch. Y al hacerlo nos concentramos bastante en la desastrosa guerra en Iraq y dentro de Iraq, en una serie de historias ausentes, las historias ausentes en los medios, que son en realidad sobre armas, petróleo, bases. Es la guerra aérea, el hecho de que sorprendentemente incluso aunque sean guerras aéreas, el modo de guerra estadounidense, los periodistas estadounidenses simplemente no miran hacia lo alto. No lo cubren en este país, o generalmente no lo hacen. Las vastas bases que hemos estado construyendo en Iraq, muchos miles de millones de dólares invertidos en bases que huelen a permanencia, incluso si no las llamamos permanentes y que son obviamente – me gusta llamarlas ‘zigurats’ de Bush hechos para sobrevivir a este gobierno. Son objetos milenarios, a pesar de que, obviamente, no vamos estar allí ni remotamente tanto tiempo. Y, finalmente, la historia más embarazosa de la Guerra de Iraq es el petróleo, lo único que Iraq realmente produce, que durante años no pudo ser colocado en el mismo párrafo con «estamos combatiendo,» o en cualquier artículo serio en los medios dominantes sobre la situación en Iraq.
ESCOBAR: Usted es uno de los principales editores de libros en EE.UU. ¿Se trata de suprimir textos?
ENGELHARDT: Sí.
ESCOBAR: ¿En términos de la conducta de los medios corporativos de información de EE.UU.?
ENGELHARDT: Sí. Es una especie de supresión colectiva de textos. Digo usualmente que los medios dominantes constituyen una conspiración. Y lo que tiene de fascinante es que es una conspiración en la que ninguno de los conspiradores sabe que forma parte de ella. Ciertas historias son excluidas, las cosas son amañadas de un cierto modo. Si uno se sienta por la noche y pasa de un show de noticias en la mejor hora a otro, encuentra las mismas historias por todas partes. Si escogiera la noticia número cinco, ve al presidente bajando del avión, si ve ABC, NBC, o CBS es lo mismo. Ahora nos encontramos en un momento extraño en el que, por primera vez, las historias que TomDispatch ha estado cubriendo con gente como Chalmers Johnson, Dahr Jamail, Mike Klare, Mike Davidson, una serie maravillosa de personas que han cubierto esas historias ausentes, repentinamente alguna de ellas vuelven a aparecer en nuestro mundo. El petróleo acaba de ser presentado por el New York Times, ya sabe, las grandes compañías petroleras.
ESCOBAR: Sí, con cinco años de atraso.
ENGELHARDT: Sí, cinco años de atraso. Las bases están repentinamente – esas bases que nadie ha querido analizar o básicamente mostrar a los estadounidenses, que hemos estado construyendo con miles de millones de dólares, de dólares del contribuyente, vuelven repentinamente a las noticias. Y lo que me fascina cuando lo veo – y sería divertido si no fuera tan trágico – es que cuando los medios dominantes toman una de estas historias y comienzan a presentarlas, actúan como si hubieran formado parte de la discusión durante los últimos cinco años. Nadie se detiene y dice: «¡Oh! esperen – ahora tenemos realmente una historia nueva. ¡Nos las hemos arreglado para no cubrir esto durante cinco años! Simplemente hablan al respecto como si ya hubieran hecho antes de la misma manera. Así que todo es excluido hasta que lo ponen, y entonces es como si siempre lo hubieran hecho.
ESCOBAR: ¿Diría que los estadounidenses debieran renunciar a los medios corporativos de EE.UU.?
ENGELHARDT: Si renunciáramos por completo, hay mucha información que no tendríamos, porque la realidad es que las cosas son cubiertas por doquier en trocitos y a menudo bastante bien ocultadas. Quiero decir, para darle sólo un ejemplo, para mí la gran historia obvia de los años de Bush en Washington ha sido la expansión del Pentágono. Se ha expandido de muchas maneras porque la gente de Bush puso tanto énfasis en los militares. Y, por supuesto, es el gran tema de Nick. Y se ha informado sobre esa expansión poco a poco. La parte presupuestaria, el tráfico de armas, ya sabe, varios aspectos han sido cubiertos en los medios dominantes, y a pesar de ello fue necesaria una historia de TomDispatch y una mujer llamada Frida Berrigan, quien es experta en armamentos, parte de una serie sobre la expansión general del Pentágono, que debiera haber figurado en la primera plana de The New York Times o de The Wall Street Journal. No podrá encontrar eso en ningún sitio. Simplemente no aparece, a pesar de que es uno de los dos o tres aspectos más impactantes de lo que ha sucedido aquí en los años de Bush.
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Tom Engelhardt dirige Tomdispatch.com del Nation Institute, es cofundador del American Empire Project (http://www.americanempireproject.com/). Ha actualizado su libro: «The End of Victory Culture» (University of Massachussetts Press) en una nueva edición. Editó, y su trabajo aparece en, el primer libro de lo mejor de Tomdispatch: «The World According to Tomdispatch: America in the New Age of Empire» (Verso), que acaba de ser publicado. Concentrado en lo que no ha sido publicado por los medios dominantes, es una historia alternativa de los demenciales años de Bush.