«El Congreso español rechaza la propuesta de Amaiur sobre el ‘reparto de la riqueza». Así titulaba «Tercera Información» [1] una nota sobre el rechazo el pasado martes, en el Pleno del Congreso de Diputados, de la moción presentada por Amaiur, una iniciativa parlamentaria que abogaba por «el reparto de la riqueza y una serie de […]
«El Congreso español rechaza la propuesta de Amaiur sobre el ‘reparto de la riqueza». Así titulaba «Tercera Información» [1] una nota sobre el rechazo el pasado martes, en el Pleno del Congreso de Diputados, de la moción presentada por Amaiur, una iniciativa parlamentaria que abogaba por «el reparto de la riqueza y una serie de propuestas y cambios encaminados a recortar las desigualdades y el incremento de la pobreza en el Estado español».
Fue Sabino Cuadra quien presentó dichas medidas. Años atrás, señaló muy generosamente el diputado de izquierdas, se había apostado por «por una economía especulativa» en la que sus beneficios habían sido «repartidos de forma sumamente desigual». Era importante cambiar el rumbo de las decisiones, buscar «redistribuir la riqueza existente» y conseguir que toda la ciudadanía tenga «sus necesidades básicas suficiente y dignamente cubiertas» [2].
Sabino Cuadra, sin tener consciencia de ello, usó en su intervención datos provenientes de un artículo manipulado. Vicenc Navarro da cuenta de ello en un artículo reciente publicado en Público.es [3]: «Canallada en la red»: «En la defensa de su moción, durante el debate que siguió a su presentación, el Sr. Sabino Cuadra me citaba a mí como fuente de la información sobre defraudadores del fisco por parte de figuras conocidas en el mundo político, identificadas con nombre y apellidos, que habían aparecido en el artículo manipulado ampliamente distribuido en la red…» [4]. La historia de lo sucedido:
En 2011, el profesor Navarro escribió un artículo en la revista digital Sistema titulado «El fraude, la Banca, y el The New York Times». Citaba en él un estudio del NYT sobre el fraude fiscal en España «y la tolerancia existente en el Estado hacia tal práctica realizada, entre otros, por personalidades del sector bancario del país». Los Botín, como es sabido, son figura estelar en este conocido e impune film de terror financiero. El artículo, señala el propio VN acaso injustamente, pasó sin plena ni gloria.
Hace pocas semanas una copia del artículo apareció de nuevo y, apunta VN, «estaba siendo distribuido ampliamente en la red, habiendo sido reproducido en muchas revistas digitales de la izquierda radical». De esas muchas revistas, VN no cree oportuno dar ningún nombre.
Un lector de Navarro observó manipulación en la nueva circulación del escrito. El catedrático de la UPF lo comprobó. «Contrasté inmediatamente la copia que el lector había recibido y que me había enviado con la copia original de mi artículo del 2011 colgada en mi blog. Y pude comprobar que sí que se había manipulado el texto». Un canalla, es palabra de VN, «no hay otra manera de definirlo», «introdujo su propia lista de supuestos defraudadores del fisco, añadiéndola a la lista de banqueros que yo y el The New York Times citábamos». El objetivo de la manipulación es obvio para VN:»Poniendo tales nombres en mi artículo, el canalla quería utilizar la credibilidad que ofrece mi firma para dar la impresión de veracidad a lo que él o ella falseaba».
El catedrático de la UPF denunció la manipulación en su blog y escribió a las revistas que habían publicado el artículo manipulado exigiendo su retirada, con una nota correctora anexa. Varias de esas revistas, Navarro tampoco da nombres ni apunta porcentajes, lo hicieron. «Naturalmente, solo escribí a aquellas revistas que conocía que habían sido cómplices, sin saberlo, de tal canallada».
Tras esta explicación, el profesor Navarro finaliza su nota con una reflexión sobre lo sucedido. Algunas de sus consideraciones:
Existe, en su opinión, demasiada laxitud en el comportamiento editorial de gran número de revistas digitales de la izquierda radical que están dañando enormemente a las izquierdas, haciéndoles perder credibilidad. No todas ellas, añade VN. Constantemente -es el término usado por él- se publican datos, sin suficiente verificación, o se reproducen artículos sin citar el lugar de su publicación y/o sin autorización de los autores (asunto, este último, algo distinto sin rechazar el nudo crítico apuntado).
Las izquierdas, prosigue VN, no pueden permitir en su seno que se reproduzcan las prácticas que masivamente se presentan en los medios de derechas de este país: el coste de estas prácticas es excesivamente elevado. Aunque no lo fuera, el rechazo sería también pertinente desde luego. Añado: el papel de las manipulaciones en los medios de derecha tienen otro tono y otra finalidad. En estos casos, las manipulaciones o falsas o sesgadas informaciones son diseñadas y planificadas. No son errores por vigilancia demediada o confiada.
La intoxicación mediática tiene una neta finalidad: «dañar a las pocas voces críticas que existen tanto en el mundo académico como en el mundo político cuestionando su credibilidad, el activo más importante para cualquier voz que está en una situación minoritaria». De ahí, infiere Vicenç Navarro, «que las izquierdas debieran ser las primeras en exigir rigor en sus revistas y comunicaciones, previniendo prácticas como las aquí denunciadas». Por el bien de las fuerzas progresistas de este país, concluye, las fuerzas progresistas, partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales deben denunciar «con toda contundencia tales manipulaciones tomando las medidas».
Tiene razón el doctor Navarro, toda la razón, aún siendo conscientes, en lo que respecta a los medios alternativos, que, aparte del descuido o la confianza acrítica, juegan otros peligros menos controlables: las manipulaciones conscientes que algunos colectivos de derecha difunden urbi et orbe, con sus poderosos medios, con el fin de manchar e intoxicar todo lo que se ponga por delante y aspire a ayudar a las fuerzas de la emancipación social.
En lo que respecta a un medio alternativo como Rebelión, nuestra finalidad y nuestras prácticas abonan el mismo sendero señalado por el profesor Vicenç Navarro. Ninguna manipulación es admisible, sea cual sea su finalidad o rendimiento político-cultural inmediato; las fuentes deben ser contrastadas en la medida en que nos sea posible con la máxima exigencia; hay que estar atentos ante posibles intoxicaciones no siempre inocentes (lo contrario es más verdadero en ocasiones), y, desde luego, las fuentes de artículos e informaciones tienen que ser señaladas adecuadamente.
Añadimos: las consideraciones del doctor Navarro, todas ellas, su preocupación central, están muy presentes en la mayoría de los medios informativos de lo que él llama «las izquierdas radicales». La manipulación o el acriticismo no es su pan de cada día. Es el suyo un ser paralelo y consistente con un deber ser asumido, muy interiorizado. La verdad -un valor esencial de la tradición- es la verdad, señalaba don Antonio Machado, la diga Agamenón o la diga el porquero.
Y no sólo eso: «La verdad es siempre revolucionaria» era uno de los filosofemas más queridos (y practicados) por Antonio Gramsci, Manuel Sacristán y Francisco Fernández Buey que no por casualidad dieron vida y exigieron rigor en los medios alternativos que crearon o en los que participaron intensamente.
Notas:
[1] http://tercerainformacion.es/spip.php?article43550 (reproducido en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=158640)
[2] La mayoría absoluta del Partido Popular en la cámara hizo que todas las propuestas fueran rechazadas. Entre ellas: situar el salario mínimo interprofesional en 1.075 euros mensuales, la anulación de la amnistía fiscal promovida por el gobierno y las últimas subidas del IVA, implantar una prestación social que cubra las necesidades básicas de quienes carezcan de ingresos, implantar un impuesto sobre las grandes fortuna y derogar el régimen de las SICAV. Izquierda Unida y parte del Grupo Mixto apoyaron las propuestas en su totalidad. El PSOE lo hizo también salvo en aquellas relacionadas con la amnistía fiscal y los cambios en el IRPF. Se abstuvieron en este caso (¿Por qué? Misterios del «mundo socialdemócrata»).
[3] Vicenç Navarro, «Canallada en la red». http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2012/11/02/canallada-en-la-red/
[4] Sabino Cuadra escribió a V. Navarro, el día siguiente a su intervención, pidiéndole disculpas y reconociendo su error
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