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Los peligros que acechan al periodismo

Fuentes:

Uno de los pilares fundamentales del periodismo y de los medios informativos es la credibilidad, la cual se sustenta en la confianza del lector, que a su vez deriva de la independencia y libertad de los profesionales de la información para tratar y ofrecer las noticias. Es por ello que cuando surge una situación que […]

Uno de los pilares fundamentales del periodismo y de los medios informativos es la credibilidad, la cual se sustenta en la confianza del lector, que a su vez deriva de la independencia y libertad de los profesionales de la información para tratar y ofrecer las noticias. Es por ello que cuando surge una situación que afecta esta característica esencial, los responsables de diarios y otros medios informativos buscan atajar de inmediato el problema, ya que en ello va su supervivencia. En los días recientes, la directiva del periódico Miami Herald tuvo que despedir a tres periodistas de su subsidiario El Nuevo Herald, el diario en español de mayor circulación en Florida, que habían puesto en riesgo su credibilidad al aceptar dinero del gobierno de Estados Unidos para apoyar su política anticastrista en Cuba, pagos contrarios a la ética periodística.

Este escándalo involucra en total a 10 periodistas de Miami, donde reside buena parte del exilio cubano: además de los tres trabajadores de El Nuevo Herald, figuran empleados de la cadena Univisión, de Canal 41, del Diario Las Américas y Telemundo, quienes aceptaron jugosas sumas de dinero por trabajar en las emisoras anticastristas Radio y Tv Martí, que transmiten sus señales a Cuba, aunque no pueden hacerlo en territorio estadunidense, debido a las leyes locales contra la propaganda. Como señaló la directiva del Miami Herald, los despidos obedecen a un conflicto de interés y a asuntos de ética que no permitían «garantizar la objetividad» del diario.

Por un lado, la medida busca depurar a este medio de elementos que ponían en duda la honestidad del rotativo, así como recuperar su credibilidad a los ojos del lector. En ese contexto hay que señalar que uno de los más graves riesgos que puede enfrentar un diario es ver en entredicho su reputación por tener plumas comprometidas, dinero de por medio, por intereses específicos, ya que tales relaciones perjudican directamente el principio de imparcialidad que deben observar los medios y son las que permiten cuestionar su integridad y credibilidad. Así, es fundamental que los diarios y los periodistas se distancien del poder, ya sea político o económico, para preservar su pensamiento crítico, sin el cual no existiría el periodismo de calidad.

Sin embargo, la injerencia gubernamental no es la única amenaza a la labor periodística: el enorme poder de seducción del capital privado y de los criterios editoriales estrictamente comerciales constituyen otro peligro que pone en riesgo la credibilidad y la calidad de los medios informativos. Algunos directivos y editores han optado por sacrificar la información de problemas nodales del país y el mundo para ofrecer contenidos más comerciales, con el pretexto de que la gente prefiere leer noticias sobre deportes, entretenimiento, cocina y otros temas de menor relevancia, en vez de notas sobre los conflictos en Afganistán e Irak, por ejemplo. Tal actitud es una renuncia a la misión del periodismo, que consiste en informar a la gente con veracidad y objetividad sobre los asuntos de mayor trascendencia en el país y el mundo, para que las personas puedan estar adecuadamente informadas: se trata de educar y dotar a la gente de los elementos que le permitan tomar las mejores decisiones respecto de temas relevantes y formarse criterios con base en datos verídicos y no en versiones interesadas.

En suma, como lo sabemos bien en México y como lo podemos constatar con el caso de los periodistas de Miami, el periodismo de paga es uno de los principales peligros que acosan actualmente a los medios, ya que implica proporcionar a la sociedad información sesgada por decir lo menos. Y una sociedad mal informada, es una sociedad susceptible de manipulación por parte de intereses ajenos a las noticias