A un año de gobierno de la Alianza Cambiemos, distintos sectores integrantes del sistema público de salud alertan sobre el notable retroceso en el área y en las condiciones que afectan a usuarios y trabajadores. Destacan con preocupación entre otras cuestiones, el cierre de programas de primer orden como el de Salud Comunitaria, el desfinanciamiento […]
A un año de gobierno de la Alianza Cambiemos, distintos sectores integrantes del sistema público de salud alertan sobre el notable retroceso en el área y en las condiciones que afectan a usuarios y trabajadores. Destacan con preocupación entre otras cuestiones, el cierre de programas de primer orden como el de Salud Comunitaria, el desfinanciamiento del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable paralizando sus actividades poniendo en riesgo la prevención de embarazos no planificados, y la vida de miles de mujeres por abortos clandestinos.
Sebastián Gatti es médico clínico y miembro del Mov. Nacional de Salud Irma Carrica: «El 2017 nos encuentra en un estado de alarma absoluta. La Sociedad Argentina de Infectología denunció públicamente el 3 de enero el faltante de medicación esencial para el tratamiento de la tuberculosis, una enfermedad infecto contagiosa que es reflejo de la pobreza estructural de grandes capas de nuestro pueblo a punto tal que en determinadas regiones, incluso dentro de la misma Ciudad de Buenos Aires, contamos con estadísticas similares a países africanos. Sí, no es una exageración, en el sur de la Ciudad de Buenos Aires hay 144 casos cada 100.000 habitantes, comparable con los países más pobres del mundo. Subestimar esta situación es dejar en claro dónde están puestas las prioridades y dónde se abandona a la población.»
Por otra parte, en los últimos días el gobierno nacional anunció el recorte a los subsidios a medicamentos retirando el beneficio que PAMI brindaba a un enorme cantidad de pacientes bajo el argumento de que no quieren darle cobertura a «quienes veranean en Punta del Este». En ese sentido Gatti agregó: «Habría que explicarle a Regazzoni que la universalidad de determinados planes no debería estar en debate. Los trabajadores y trabajadoras formales hacen aportes regulares a la jubilación y al sostenimiento de PAMI y es parte de los derechos adquiridos el acceso a medicamentos con 100% de cobertura. Querer hacernos creer que el déficit del Estado se debe a que el Pami financia a los ricos, es tratarnos de estúpidos. No se quiere afectar a lo más sectores más ricos, sino a las capas medias de la sociedad, aquellas que han sido tremendamente golpeadas en el año que pasó y que saben que cuentan con la cobertura de PAMI para el acceso a medicamentos.»