Hubo un tiempo en que para escuchar un programa de radio tenías que estar en el radio de alcance de su emisora con un aparato conectado a una hora determinada. También hubo un tiempo en que solo grandes empresas podían permitirse el tener una licencia de emisión por ondas y un espacio legal en el […]
Hubo un tiempo en que para escuchar un programa de radio tenías que estar en el radio de alcance de su emisora con un aparato conectado a una hora determinada. También hubo un tiempo en que solo grandes empresas podían permitirse el tener una licencia de emisión por ondas y un espacio legal en el dial, y todas las radios de barrio o creadas por personas independientes para hablar de algo distinto a lo del resto de emisoras eran consideradas ‘piratas’. Todo eso forma parte del pasado. Junto a las emisoras convencionales hoy en día conviven las radios comunitarias, las radios libres e incluso televisiones alternativas. Y resulta que no compiten con la radio tradicional, sino que la potencian.
Atrás quedan los tiempos en los que montar una radio para tu barrio tenías que superar dficultades técnicas y legales. Las técnicas, las propias de cuando la radio era cuestión de emisoras y ondas. Había que conseguir un equipo, saberlo manejar, promocionar la frecuencia con la que tus vecinos podrían sintonizarte, lidiar con el tema del radio de alcance, obligar a tus oyentes a tener un aparato y encenderlo a una hora que elegías tú y no ellos y así un largo etcétera. Los problemas legales venían de una ley que consideraba piratas a estas radios libres y comunitarias, que no daba licencias a medios no corporativos o no afines a uno de los partidos mayoritarios, todos ellos con el telón de fondo y única explicación de que el Dial no era infinito y que la radio de un barrio acababa pisando la frecuencia de una radio comercial en ese barrio. Hoy en día todo esto se ha acabado. La radio por internet permite que el usuario elija cuando se conecta (puede escuchar el programa cuando quiera y donde quiera en formato podcast, eligiendo el horario), que no dependa de alcances de emisión, que los medios de producción sean accesibles (hoy en día casi todo el mundo tiene o puede tener ordenador) y que no haya peleas por espacio en el dial porque en internet caben todos. Esta nueva realidad facilitó que la última ley que regula el sector audiovisual en España reconozca por fin las radios libres y estas dejen de estar al margen de la ley.
Quizá entenderemos mejor el papel y naturaleza de una radio comunitaria si vemos un ejemplo concreto. Uno muy cercano sería el de Radio Juan XXIII («Radio Juanvi»). Es una radio gestionada por la asociación juvenil del barrio del mismo nombre. En el centro de recursos del barrio, donde está la biblioteca, tienen un cuartito de grabación, con un ordenador potente y una pecera de grabación capitaneado por Alfonso Copé (habría que hacer un estudio científico sobre como es posible que todo lo que hacen los hermanos Copé con vertiente cultural y social este chulo y salga bien). Fue el resultado de un taller educativo a partir del cual los chavales y chavalas de la zona empezaron a hacer sus propios programas. Tienen programas descargables a través de su blog en los que hablan de actualidad del barrio, entrevistas a sus vecinos, ponen música tocada o seleccionada por gente de la Zona Norte… eso es lo que se entiende por una radio comunitaria. Es una cercanía mediática, un microcosmos que nunca podríamos encontrar en una radio generalista aunque sea local de la ciudad.
Otro caso de este nuevo paradigma de Radio es Artegalia. Empezó como emisora en internet (y de hecho se puede escuchar en directo una emisión dirigida), pero ha alcanzado mucha popularidad con el formato podcast. Alrededor de la iniciativa de José Ramón y José Pedro se han ido adhiriendo muchos/as inquietos/as alicantinos/as que han dado rienda suelta a sus activismos radiofónicos. La ventaja de esta nueva realidad de la radio es que todos podemos crear nuestro propio programa, no importa cuan minoritario o particular sea el tema. Artegalia lleva más de 5 años en marcha, y algunos de sus programas se han consolidado y hecho un hueco en el imaginario cultural de la ciudad: Sunset Boulevard, dedicado al cine; Luna Llena, dedicado a la música copyleft; ‘Y yo con estos pelos’, dedicado a la música alicantina; ‘Alicante Entiende’, el pionero, sobre actualidad LGTB; Soliradio; ‘Un paso más’… Eso sin contar los especiales que hacen para cubrir determinados eventos. Y si no los conoces, siempre puedes ir a la web de Artegalia, descargarlos y escucharlos donde quieras.
Los medios comunitarios son noticia en la ciudad porque este fin de semana se realiza el Encuentro de la Red Estatal de Medios Comunitarios. Gracias a la iniciativa de Artegalia, Alicante acoge a representantes de estos medios de toda España. Será un congreso de los medios alternativos, comunitarios y de barrio en toda la regla, que también incluirá una conferencia inaugural el Sábado por la Mañana de Manuel Tapial, periodista español que pudo filmar el asalto del ejército israelí a la flotilla de la libertad de Gaza (y salir con vida, que no todos los pobres activistas pudieron decir lo mismo). Todo tendrá lugar de Viernes a Domingo entre CAMON y el Aula CAM. Así pues, nuestros activistas mediáticos comunitarios no solo se esfuerzan por que tengamos una visión cercana y alternativa de nuestro entorno, ayudando a crear tejido social y estrechar lazos vecinales de paso, sino que encima nos colocan en el mapa nacional de este tipo de iniciativas. Olé vosotros. Sois un ejemplo de personas y proyectos de los que logran ¡Antimenfotizar Alicante!
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