Según un informe de 800 páginas encargado por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), personal militar estadounidense violó al menos a 54 menores en Colombia entre 2003 y 2007. Adriaan Alsema, escribiendo para Colombia Reports , fue el primero en publicar esta historia en la prensa en lengua inglesa, el […]
Según un informe de 800 páginas encargado por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), personal militar estadounidense violó al menos a 54 menores en Colombia entre 2003 y 2007. Adriaan Alsema, escribiendo para Colombia Reports , fue el primero en publicar esta historia en la prensa en lengua inglesa, el 23 de marzo de 2015.
El artículo de Anselma pone de relieve aspectos de una investigación efectuada por el académico Renán Vega, quien documentó cómo contratistas militares de EEUU abusaron sexualmente de medio centenar de niñas menores de edad del municipio de Melgar en 2004. El autor reportó «abundante información acerca de la violencia sexual» perpetrada en «absoluta impunidad» por contratistas de EEUU protegidos por un «acuerdo bilateral de inmunidad diplomática para los funcionarios de Estados Unidos». De acuerdo con Vega, los contratistas militares estadounidenses también «filmaron [los abusos] y vendieron las películas como material pornográfico».
Su reporte documenta casos adicionales de abuso sexual, incluida la administración de drogas y violación de una niña de doce años de edad perpetradas en 2007 por el sargento Michael Coen y el contratista de defensa César Ruiz. A pesar de las órdenes de detención emitidas por los fiscales colombianos para aprehender a Coen y Ruiz, los arrestos no fueron practicados debido a la inmunidad diplomática concedida al personal militar y contratistas civiles. Alsema informó que, de hecho, no se han efectuado arrestos en ninguno de los casos relacionados con niñas violadas por contratistas militares estadounidenses.
Tres días después de publicado el artículo de Alsema en Columbia Reports, Adam Johnson, de Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR, Equidad y Exactitud en la Información), lo cito extensamente y tomó nota de la falta de cobertura en los principales medios de Estados Unidos, incluyendo CNN, MSNBCy el New York Times, entre otros. Johnson llegó a la conclusión: » En Estados Unidos hay un virtual apagón de medios sobre este caso». Teniendo en cuenta que éstas «no son reclamaciones marginales, ni el gobierno del aliado de EEUU, de Colombia, puede ser descartado como un vendedor ambulante de propaganda bolivariana», escribió Johnson, «deben advertirse las ampollas de este informe sobre la sistémica violación militar estadounidense de los niños de una población civil y no existe ninguna otra razón que, según expone el informe, socave los esfuerzos militares estadounidenses para detener el tráfico de drogas y luchar contra los rebeldes de izquierda». (Véase también el posterior artículo de opinión de Jonathan Levinson (Al Jazeera), quien escribió: «Estados Unidos tiene poco interés en que se preste más atención a su controvertida asistencia a Colombia, en gran parte secreta, y su apoyo a un régimen que ha hecho caso omiso casi por completo de los derechos humanos y la responsabilidad. Pero al hacer la vista gorda ante los crímenes cometidos por sus tropas, EEUU está esencialmente validando la corrupción y la indiferencia de los militares colombianos y garantizando el fracaso del Plan Colombia»).
La evaluación de Johnson de un virtual apagón informativo en EEUU sigue siendo precisa, con un pequeño puñado de excepciones. Por ejemplo, a mediados de abril de 2015, Time y National Public Radio difundieron, por separado, historias que cuestionaban las acusaciones. Time informó: «No hay duda de que miles de colombianos fueron abusados sexualmente durante 51 años de conflicto en el país. Los autores fueron soldados generalmente colombianos, paramilitares o guerrilleros. Sin embargo, un informe de la comisión de la verdad de Colombia afirma que tropas estadounidenses y contratistas militares extranjeros fueron parte del problema».
Subsecuentemente, el artículo caracteriza a Vega como «un profesor universitario de izquierda» y «una persona designada por las FARC», quien «es muy crítico de las tropas de Estados Unidos y contratistas extranjeros en Colombia». John Otis, el reportero de Time, escribió que Vega «no cita denuncias penales o de otras fuentes para respaldar su reclamación de 54 agresiones sexuales» y que «no pudo ser contactado para hacer comentarios».
Otis utilizó citas de un portavoz de la oficina del fiscal general de Colombia y de Keith Sparks, quien durante la década de 2000 fue gerente de DynCorp, uno de los mayores contratistas militares estadounidenses en Colombia. Tanto Sparks como el funcionario colombiano negaron cualquier registro de abuso sexual o violación por las tropas estadounidenses o contratistas militares. La cobertura de la National Public Radio incluyó una entrevista de cuatro minutos con John Otis en que ofrece una vista preliminar de la mayoría de los puntos de su artículo deTime.
Nota:
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Fuentes:
Adriaan Alsema, «At Least 54 Colombian Girls Sexually Abused by Immune US Military: Report,» Colombia Reports, March 23, 2015, http://colombiareports.co/
Adam Johnson, «Colombian Report on US Military’s Child Rapes Not Newsworthy to US News Outlets,» Fairness and Accuracy in Reporting, March 26, 2015, http://fair.org/blog/2015/03/
Estudiante investigador: Madeline Pajerowski (Burlington College)
Evaluador académico: Rob Williams (Burlington College)
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, jurado internacional de Proyecto Censurado.