En Argentina las campesinas están liderando los grandes cambios al interior del campo popular, ya no es posible contener la inmensa cantidad de demandas y desigualdades que afrontan desde sus lugares de trabajo y sus costumbres de vida. Tal como lo plasma la agenda feminista a nivel nacional, las campesinas comenzaron un proceso de liberación […]
En Argentina las campesinas están liderando los grandes cambios al interior del campo popular, ya no es posible contener la inmensa cantidad de demandas y desigualdades que afrontan desde sus lugares de trabajo y sus costumbres de vida. Tal como lo plasma la agenda feminista a nivel nacional, las campesinas comenzaron un proceso de liberación de ataduras milenarias, llevando sus voces a las calles y al interior de las propias organizaciones. La importancia del empoderamiento de las mujeres que trabajan y viven de la tierra, tiene que ver con la concreción de un método de intervención novedoso y la redefinición total de la concepción de las referencias al interior de sus organizaciones.
El viernes varias productoras nucleadas en el Movimiento de Trabajadoras/es Excluidas/os -Rama Rural se reunieron en lo que fuera el lanzamiento formal del área de género de la Rama. A la invitación acudimos militantes de Mala Junta- La Plata. Se tomó como punto de partida la articulación entre las mujeres del movimiento y las rondas feministas que se vienen llevando a cabo desde hace más de un año y medio en los barrios de Arana, Abasto, Etcheverry, Los Hornos y Olmos. Partiendo desde todo el trabajo, los avances y los materiales generados, se buscó concretar un área, conformado por compañeras campesinas, que pudiera definir de manera más autónoma los objetivos y las acciones a llevar a cabo dentro del Movimiento, de manera tal que la construcción feminista alcanzada pudiera potenciarse.
El área surge del reconocimiento de la capacidad de intervención y el empoderamiento de cuadros feministas al interior del movimiento campesino. Si bien el MPP, que nace en el 2015, y el MTE, con quien articula desde el 2016, son organizaciones relativamente nuevas, ya a fines del año pasado las mujeres del movimiento empezaron a pensar la conformación del área. Valga destacar que dicha necesidad fue encausada por los lazos de solidaridad programática devenido el Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco, donde participaron delegadas productoras de todo el país. Esta lectura articulada de las necesidades paralelas que tienen las productoras, a su vez, fue abordada en el Segundo Gran Plenario del MTE-Rural en General Pico – La Pampa a fines de febrero. En dicho plenario, donde participaron compañeros y compañeras de todas localidades que conforman el movimiento, desde Salta hasta el sur Patagónico, quedó plasmada la necesidad de empezar a trabajar para que el rol de la mujer campesina tome relevancia dentro de la organización. Las compañeras de distintas localidades llevaron sus demandas para plasmar por escrito como objetivos del área de género a nivel nacional. Entre ellos, enumerando solo algunos:
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Que todos los MTE tengan paridad de género en todas las áreas y paridad entre varones y mujeres en el número de delegadxs a las asambleas.
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Que a partir de las rondas de mujeres y desde las áreas de género puedan organizarse redes para asistir a compañeras que denuncien o se encuentren en situaciones de violencia.
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Que a partir de los encuentros las compañeras vayan tomando conciencia y puedan transmitir un modelo de mujer diferente a las nuevas generaciones.
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Que las rondas/encuentros promuevan el autocuidado del cuerpo y la vida de las compañeras.
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Que a partir de las rondas de mujeres y desde las áreas de género se generen actividades que ayuden a, de a poco, tener relaciones más igualitarias con los varones.
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Que los varones del movimiento respeten y apoyen a las compañeras cuando hablan y que ayuden y promuevan los encuentros/rondas de mujeres.
Este viernes nos encontramos mujeres de Arana, Abasto y Etcheverry en aras de pensar la fundamentación de un espacio que contenga a las mujeres del movimiento, que recepcione sus demandas y que visibilice la triple explotación a la que están expuestas día a día para pensar táctica y estratégicamente soluciones colectivas. Las allí presentes además de participar en el ENM, también estuvieron movilizándose en el Paro Internacional de Mujeres del 8 de marzo. En las preparatorias del mismo convocadas por la multisectorial – La Plata, militantes del MTE definieron que en el documento del 8M quedara plasmado el derecho al libre acceso para el disfrute y trabajo de la tierra por un trabajo y techos dignos. Tanto las compañeras de Arana como las de Abasto militaron activamente la participación de productoras de otros lugares del país en el 8M, por lo cual vienen siendo convocadas a hablar su trayectoria de empoderamiento en diferentes medios locales. Valga resaltar que justamente el viernes en el plenario local del MTE-Rural se eligió a Janeth Choque, militante feminista del MTE, para conformar el panel en el que se va a tratar la problemática política de migración del macrismo, junto a la Vicecanciller de Bolivia María del Carmen Almendras, el día 19 de abril en la zona de las quintas en La Plata.
Es fundamental para el campo popular destacar y dar a conocer la importancia del empoderamiento de las mujeres campesinas que se organizan para alzar la voz. La violencia estatal y patriarcal, la discriminación, la xenofobia y la explotación laboral son los graves lastres que nos conducen a la unidad solidaria en miras a construir un feminismo popularNo vamos a esperar a un porvenir en el que no se contemplen nuestras condiciones y demandas. Muy por el contrario, activamos en el hoy porque creemos en un porvenir en el cual el feminismo es una herramienta ineludible para la emancipación de nuestros pueblos.
Fuente: https://historiaygeopolitica.wordpress.com/2018/03/31/nace-el-area-de-genero-del-mte-rural/
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