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Un análisis de la prensa francesa

Neblinas e interferencias sobre las elecciones en Honduras y en Bolivia

Fuentes: La Revolución vive

Cómo informar sobre estos países de América Latina que viven distintas formas de rebeldía ante el orden social y político existentes? «Con total descaro», parecen contestar implícitamente numerosos periodistas encargados del «expediente». Dos ejemplos: I. Libération «valida» el golpe de Estado en Honduras «Honduras elige a Lobo y valida el golpe de Estado«: tal era […]

Cómo informar sobre estos países de América Latina que viven distintas formas de rebeldía ante el orden social y político existentes? «Con total descaro», parecen contestar implícitamente numerosos periodistas encargados del «expediente».

Dos ejemplos:

I. Libération «valida» el golpe de Estado en Honduras

«Honduras elige a Lobo y valida el golpe de Estado«: tal era el título de un artículo aparecido en Libération el 1 de diciembre de 2009, que fue de pago durante algunas horas desde su publicación en la Web. Pero, ¿por cuánto tiempo? El artículo vuelve a ser gratuito [1], así que no vale la pena pagar para enterarnos de que una elección podía «validar», a posteriori, un golpe de Estado. Obviamente el artículo señalaba la posición de los «vencedores» en Honduras e implícitamente la del Gobierno estadounidense. ¿Pero también la de Libération?

¡Un título aún más «preocupante» porque al parecer, nada en el artículo que encabeza viene a… «validarlo»!

El artículo en cuestión se redactó «a partir de la AFP». Comparemos el original y su copia corregida [2].

Comunicado de la AFP: «El candidato de oposición Porfirio Lobo se declaró vencedor de las controvertidas elecciones presidenciales del domingo en Honduras, un país al que deberá sacar de la crisis política consecutiva al golpe de Estado del 28 de junio.»

Libération «traduce»: «Porfirio Lobo […] se declaró vencedor de las elecciones presidenciales que se celebraron el domingo en Honduras». Para Libération parece inútil señalar de entrada que las elecciones fueron «controvertidas».

La AFP informa: «Queremos un gobierno de unidad nacional, de reconciliación, ya no es tiempo de más divisiones», propuso Lobo, «Pepe», que además tiene que convencer de la legitimidad del escrutinio, organizado bajo un gobierno golpista. «

Libération «traduce»: «Queremos un gobierno de unión nacional, de reconciliación, ya no es tiempo de más divisiones», propuso Lobo, «Pepe», haciendo referencia a la situación política que obstaculiza [sic] a Honduras desde la destitución por el ejército, el pasado 28 de junio, del antiguo Presidente […].» Y Liberación olvida que según la AFP, el gobierno existente es «golpista» y que, por esta razón, Lobo «deberá también convencer de la legitimidad de las elecciones» que dicho «gobierno golpista» organizó.

Un comunicado de la AFP (Bruselas, 30 de noviembre) señala: «La Comisión Europea acogió con satisfacción el hecho de que las elecciones presidenciales en Honduras se hayan desarrollado «de manera pacífica y con tranquilidad», sin que por eso llegue a  reconocer explícitamente el resultado por ahora.»

Libération sustituye «la Comisión Europea» por «la Unión Europea» y «olvida» la precisión final: «sin que por eso llegue a reconocer explícitamente el resultado por ahora».

A la mitad de su artículo, Libération recuerda: «Zelaya fue derrocado en el momento en que deseaba organizar un referéndum -contra el dictamen del Tribunal supremo, el ejército y el Congreso- para reformar la Constitución que le prohíbe aspirar a un segundo mandato».

La AFP señalaba por su parte: «Zelaya, del Partido liberal también, fue derrocado en el momento en que organizaba  -contra el dictamen del Tribunal supremo, el ejército y el Congreso- una consulta popular para reformar la Constitución, la cual prohíbe a un presidente aspirar a un segundo mandato».

¿Un matiz insignificante? En absoluto. Como ya lo explicamos, la versión de la AFP es un resumen. Pero la versión de Libération la adultera completamente: en cualquier caso Zelaya no podría «aspirar» a un segundo mandato consecutivo al primero.

Un párrafo más allá, después de haber resumido el «golpe de timón a la izquierda» de Zelaya y de haber informado sobre las observaciones de Ian Kelly, portavoz de la Casa Blanca, según el cual las elecciones marcan un «paso adelante», el artículo vuelve a las condiciones del escrutinio. ¿Cómo?

Un comunicado de la AFP del 29 de noviembre informa: «En San Pedro Sula, la capital económica, en el norte del país, la policía dispersó con bombas lacrimógenas y cañones de agua a unos 2.000 partidarios del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado que reclamaban «la vuelta de Manuel Zelaya». Detuvieron a varias personas, algunas resultaron heridas, entre ellas un fotógrafo, constató un corresponsal de la AFP. Según un militante de los derechos humanos estadounidense, Tom Loudon, por lo menos «28 personas fueron detenidas» y algunas golpeadas»

Libération resume: «La elección se desarrolló globalmente en calma, excepto en San Pedro Sula, segunda ciudad y pulmón económico del país, donde las fuerzas del orden dispersaron violentamente a partidarios de Zelaya que se manifestaban contra las celebración de las elecciones.»

Y a esta versión de una «calma global» se opondría… la negativa de numerosos países a aprobar las elecciones y su resultado.

Libération escribe, en efecto: «En cambio, numerosos países de América Latina, incluidos Venezuela, Brasil y Argentina, afirmaron que no reconocerían la elección, denunciando la creación de un «precedente» en la región, que no había visto consolidarse un golpe de Estado desde el final de la Guerra Fría.»

La AFP, de la cual se extrajo esa frase íntegramente, no utilizó ningún «en cambio».

Hay que esperar el final del artículo para leer que se cuestiona el resultado de la elección y que «el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado, que había llamado también al boicoteo, menciona por su parte una abstención entre el 65 y el 70%.»

¿Cuál era pues la amplitud de la abstención de la que obviamente depende el sentido del escrutinio? Seguimos esperando una investigación independiente de periodistas independientes sobre este asunto. Miseria del periodismo de reciclaje de los comunicados de la AFP…

Le Figaro, al menos, disponía de un enviado especial en Tegucigalpa. Seguramente es la razón por la cual, en un artículo abiertamente desfavorable a Zelaya, se podía leer el 1 de diciembre: «La tasa de participación anunciada asombra a más de un observador en Tegucigalpa. En la decena de colegios electorales que pudimos visitar el domingo a finales del día, sólo uno llegaba a más del 50% de votantes, los otros oscilaban entre el 30 y el 40%. La OEA, la fundación Carter, la UE y la ONU se negaron a enviar observadores.»

No hace falta atribuir ninguna intención malévola al periodista de Libération en estos reciclajes de la AFP (realizados seguramente en condiciones de tiempo limitadas y titulados, quizá, no por su autor, sino por un secretario de redacción apresurado): basta con constatarlos…

… Y señalar que el artículo del 1 de diciembre está firmado por el mismo autor (Gérard Thomas) que el 30 de junio de 2009 titulaba sutilmente a «Manuel Zelaya, golpe al crimen» y explicaba: «El Presidente destituido el domingo habría sellado su suerte violando la Constitución». Perplejo, Libération se preguntaba entonces: ¿Hay un verdadero golpe de Estado militar en Honduras?». La respuesta no llegó hasta después de varios meses de reflexión: la prueba que había un verdadero golpe de Estado, es que «fue validado» por una elección… controvertida.

Le Journal du Dimanche decepcionado por Evo Morales

El 7 de diciembre Evo Morales ganó las elecciones en Bolivia y el Journal du Dimanche  (JDD) toma nota bajo el alto título «Morales, victoria holgada». Pero la víspera, se podía leer, en un artículo titulado «los decepcionados de Evo Morales» las observaciones de «expatriados europeas» como los designa el JDD (mientras que por lo menos uno de ellos recusa esa denominación). Los «Expatriados» que menciona el JDD apenas apoyan a Evo morales pero se esfuerza por hacerlo lúcidamente. Es decir que no están «decepcionados» como explica uno de ellos -Daniel Viñar Ulriksen- en la Web «Se hace camino al andar«, bajo el título «Evo Morales: 63% en aumento. ¿No se siente demasiado «decepcionado?» Este artículo, del cual sólo hemos sacado amplios extractos, merece leerse íntegralmente.

Después de haber descrito brevemente la carrera política y el primer mandato de Morales, Daniel Viñar Ulriksen menciona su propia situación personal. Su posición está clara: «Participé durante estos dos últimos años, con mi pequeña contribución de trabajo y pasión, en los cambios que emprende este país y me siento muy feliz. E incluso, reconocémoslo, algo orgulloso».

Ninguna «decepción» por lo tanto. Sino más bien, como lo muestra la continuación del artículo, un análisis lúcido y comprometido de las dificultades (aquí resumidas en una frase) que debe enfrentar el gobierno de Evo Morales, «en un país que hereda 500 años de Estado colonial y burocracia importada», en particular, para transformar un aparato de Estado hasta entonces al servicio de los «intereses de los poderosos».

Mentiras desvergonzadas e injustas

Una vez hecho este diagnóstico, el autor vuelve de nuevo al artículo publicado por el JDD.

[…] «En un artículo del JDD, me encuentro con tres otros «expatriados» como uno de los «decepcionados de Evo Morales».

Después de hablar cuidadosamente con cada uno de ellos, procedo a informar aquí que ni Víctor Roldán, ni Hervé do Alto, ni Louca Lerch, ni yo mismo nos consideramos»decepcionados de Evo Morales». Es decir que ninguna de las cuatro personas entrevistadas en este artículo se siente reflejada en absoluto en el título que le ponen. El 100%, TODAS las personas mencionadas, sienten sus palabras traicionadas tanto por el título como por el contenido de este mentiroso artículo del JDD. Un «atentado ideológico», me decía hoy Víctor, el único de los cuatro que no conocía el artículo hasta el día de hoy, en que lo llamé para preguntarle qué posición tomaba frente a esto.

Que se lo diga y se lo repita: NINGUNO DE NOSOTROS ES UN DECEPCIONADO DE EVO MORALES. Varios, por lo contrario, nos consideramos fervientes partidarios y actores de esta revolución democrática. Aunque las citas entre comillas sean exactas, estando a tal grado fuera de contexto y siendo tan absolutamente contraria a la esencia de nuestro pensamiento, constituyen mentiras descaradas e injustas.

Me acaban de leer hasta aquí acerca de Bolivia. De más de dos horas de entrevista en el mismo tono y con contenido similar, […] los dos freelance de vacaciones (que no hablan una palabra de español, y menos aún de aymara o de quechua) [3] rescatan sólo tres palabras: «una porquería de burocracia«. Sí, probablemente haya dicho esas palabras. Pero estaba hablando de la burocracia heredada de 500 años de Estado colonial, que lamentablemente aún prevalece.

¿Cómo explicar esas deformaciones?

El producto de una entrevista «preformateada

¿Por las condiciones de la entrevista y la voluntad deliberada de los profesionales independientes de equivocar a sus interlocutores? ¿Por su ignorancia y su incomprensión? ¿Por la realización servil de un encargo de la redacción parisina, realizada en contra de todo sentido común? ¿Por todas las estas razones a la vez? Difícil para nosotros decidirse. Aquí tienen la explicación que propone Daniel Viñar Ulriksen:

¿Cómo pudimos caer en esa trampa grosera? Antes de la entrevista les pedí: «si es para hacer un artículo que critique a Evo Morales y al proceso de cambio, rechazo la entrevista». «¡Oh, no! ¡En absoluto! De hecho, en general, trabajamos principalmente para Politis.» «Somos diplomados de la escuela de periodismo«. Y un montón de sutilezas similares para ganar la confianza.

Incluso, una vez publicada la entrevista, los dos freelance tratan de seguir convenciéndonos como si se sorprendieran ellos mismos desde su ingenuidad: «Nos sorprendió tanto como a ustedes leer la nota. Nuestro título era: «Bolivia: el balance positivo pero desilusionado de los expatriados».» Por cierto, su texto original era un poco menos grosero, pero apenas. No me considero «desilusionado», tampoco me reconozco en ese término de «expatriado», y las pocas citas que fueron seleccionadas son igualmente tendenciosas, descontextualizadas y deshonestas.

En última instancia, la táctica detrás de sus insistentes preguntas es tan clara como el cristal. Los dos free lance (NDT: Julie Pacorel y Jean-Baptiste Mouttet) como buenos aprendices de la prensa de vendedores de armas […], en realidad tenían que cumplir con un encargo muy explícito de la redacción de su pasquín: encontrar a los «expatriados» decepcionados (o «desilusionados») de Evo Morales. Preferiblemente algunos izquierdosos trasnochados con tal de poder concluir sobre «el fin de la historia».

Los buscan, pero no los encuentran. Encuentran todo lo contrario. Y el artículo es para este domingo… Entonces al diablo la ética, -hay que comer al fin y al cabo- se recortan algunas palabras que permiten que el artículo encaje en la solicitud. Incluso lo reconocen ellos mismos, en respuesta a mis protestas: «No pensamos haber deformado tus palabras, sólo las seleccionamos de acuerdo a las necesidades de nuestro artículo.» Revelador… La «deontología» de hoy es como el derecho de autor (cuando no se lo confundía con el oxímoron de la «propiedad intelectual»): puro problema de forma, nunca de contenido…

El domingo en el «Foro» del artículo, intento publicar una respuesta: «Yo soy uno de los entrevistados en este artículo, que es una sarta de mentiras, y exijo un derecho a réplica, al menos igual de largo. Bolivia realiza actualmente cambios profundos, con una nueva constitución laica y plurinacional, mayor justicia social, etc. Contra insultos, mentiras, intentos de golpe, racismo y violencia, Bolivia mantiene la paz, la democracia y las libertades.»

Pues al JDD le importó un carajo. Incluso he enviado un correo al espacio «abusos» del sitio del pasquín a los dos freelance para que puedan verificar que soy la fuente, pero no obtuve la menor respuesta […] «

Y no obtendrá respuesta. Final de la historia.

Reciclaje orientado de breves de agencias, redacción manipuladora de observaciones recogidas in situ: pequeñas devastaciones del descaro que se autproclama «profesionalismo». En cuanto a la información, tendrá que esperar.

Henri Maler

Original de este artículo publicado en ACRIMED

Traducción: Paulette Matkovic, para www.larevolucionvive.org.ve

Notas:

[1] Vínculo financieramente biodegradable.

[2] No sabiendo exactamente a qué comunicados de la AFP -ya que fueron numeroso – se refirió el periodista de Libération, nuestras citas proceden de varios de ellos.

[3] Porque son las precisiones sobre el estatuto de los periodistas incriminados y sobre sus competencias que son significativas, preferimos suprimir sus nombre (nota de Acrimed).

Fuente: http://www.larevolucionvive.org.ve/spip.php?article1087