La patronal del Gárraham intentó militarizar el hospital, al dar vía libre a dos fiscales para que la policía custodiara las salas de terapia, con el supuesto fin de garantizar las guardias mínimas. Los trabajadores lejos de dejarse intimidar se dispusieron a resistir la medida y al mismo tiempo que negociaron con el fiscal Troncozo […]
La patronal del Gárraham intentó militarizar el hospital, al dar vía libre a dos fiscales para que la policía custodiara las salas de terapia, con el supuesto fin de garantizar las guardias mínimas. Los trabajadores lejos de dejarse intimidar se dispusieron a resistir la medida y al mismo tiempo que negociaron con el fiscal Troncozo a cargo del operativo. Hacia la medianoche del sábado se firmó un acta donde se ratificó que las guardias estaban garantizadas.
El 16 de abril, cuando se iba a dar inicio al tercer día de paro previsto, los miembros de la Junta Interna de ATE-Garraham, se encontraron con que los fiscales secundados por numeroso personal policial y de gendarmería, prácticamente habían tomado el hospital. Junto con el fiscal Cesar Augusto Troncozo, titular de la fiscalía de instrucción Nº 5, llegaron 100 agentes de la Policía Federal, cincuenta entraron al hospital y otros tantos quedaron afuera. El fiscal federal Guillermo Marijuan, a su vez, estaba apoyado por otro medio centenar de efectivos de Gendarmería Nacional.
Ante este copamiento de uniformados, los trabajadores, lejos de dejarse intimidar, continuaron con el paro, manteniendo las guardias mínimas como siempre lo han hecho.
Los fiscales llegaron al hospital en bajo el amparo legal de dos causas por abandono de persona, que se abrieron en distintos juzgados. Una de ella fue inciada por Marijuan, que solicitó al juez federal Daniel Rafecas que se allanara el Garraham para secuestrar «las historias clínicas de aquellos niños que hubieran fallecido desde el 6 de abril de 2005». Este fiscal afirma que desde esa fecha -en la que también hubo un paro de los empleados no médicos- «se ha desatendido a los pacientes». Pero a mediados del sábado, el juez Rafecas, desestimó la causa iniciada por Marijuan, con lo que este tuvo que retirarse del hospital junto con los efectivos de gendarmería.
El fiscal Troncozo por su parte, presentó la causa ante el juzgado 44 – cuyo titular fue fiscal durante la dictadura- y continuó su tarea investigativa dentro del hospital.
En tanto, y no de casualidad, se hicieron presentes dos inspectores del Ministerio de Trabajo, que se encargaron de aclarar que ellos no tenían nada que ver con la fiscalía, que venían por requerimiento del Ministerio e invitaban amigablemente a los delegados a recorrer los sectores para comprobar que se estaban cumpliendo las guardias mínimas. Frente a este intento de hacerlos partícipe del avasallamiento al hospital, los trabajadores y los delegados expresaron a los inspectores que no iban a interferir con su tarea, que recorrieran lo que quisieran pero que no los acompañaban.
Cerca del mediodía la policía uniformada se retiró del interior del hospital, y a media tarde llegaron dos médicos del cuerpo legal forense para hacer un peritaje y establecer si había o no abandono de persona. Un dato a tener en cuenta es que uno de los dos forenses, es hermano de un ex director del hospital, que además sigue siendo funcionario en él y de la Fundación Garraham.
A las 16 hs. Troncozo, convocó a los delegados para informarles que según el peritaje de los forenses se había comprobado el abandono de persona. Los delegados nunca vieron el informe escrito de los médicos forenses ya que sólo informaron en forma verbal al fiscal. Sin embargo, con este único elemento el funcionario judicial y la patronal labraron un acta, donde se daban por ciertos los informes de los forenses.
Cesar Augusto Troncozo, llegó al Garraham a establecer que existía abandono de persona, trajo funcionarios que le ratificaron en forma absolutamente inusual esa situación y a continuación tomó una medida calcada de los años de las dictaduras militares: decidió poner un policía en la puerta de cada una de las habitaciones de terapia.
En lugar de abrir algún canal de negociación con los trabajadores, para que refuercen las guardias mínimas -si su concepto es que eran deficitarias- decidió militarizar el hospital. Esta medida fue realizada en perfecta convivencia con la dirección del hospital, que busca continuamente demonizar la lucha de los trabajadores.
Cuando esta resolución del fiscal se hizo pública, bajaron padres que están acompañando a sus hijos internados y médicos a manifestarse en contra de la resolución. Al mismo tiempo los trabajadores, se dispusieron a no dejar entrar a la policía al hospital. Mientras delegaciones de organizaciones sociales y políticas llegaban solidarizarse con los trabajadores y a repudiar el avasallamiento. La magnitud de la respuesta, la posibilidad por un momento de que hubiera un enfrentamiento entre la policía y el personal hospitalario, apoyado por trabajadores de otros gremios, permitió que se abriera un canal de diálogo. Sin embargo la Junta Interna fue clara: todo diálogo es posible si la policía está afuera. Toda esta situación dio lugar a una larga negociación en la que intervinieron el fiscal Troncozo, la policía Federal, la Junta Interna y los abogados de ATE.
Hacia las 23 hs, se realizó una asamblea con los trabajadores del turno noche, en la que los delegados informaron el desarrollo de las negociaciones con el fiscal donde ratificó por unanimidad continuar el paro hasta las 7 de la mañana del domingo, tal como se lo había dispuesto. La asamblea ratificó también que no hay ningún tipo de negociación con la policía adentro del hospital, inclusive la reunión prevista en el Ministerio de Trabajo para el lunes 18, se levantaba si la policía entraba nuevamente al hospital.
Finalmente, se firmó un acta donde los trabajadores se comprometen a continuar con las guardias mínimas -algo que ya estaban haciendo- y a mantener al resto del personal del turno en tareas pasivas por si se lo requería de urgencia, tarea que también se estaba realizando.
«Lo que dijo la patronal es mentira»
Para los trabajadores la firma de la segunda acta demostró que «lo que dijo la patronal es mentira». En el primer acta, firmada entre la dirección del hospital y el fiscal se hablaba de abandono de persona, y que no se cubrían las guardias mínimas. Horas después el fiscal debió firmar una segunda acta con los trabajadores donde debió rectificar el acta anterior.
En cuanto a la causa abierta por abandono de persona, los trabajadores han expresado, que si la justicia quiere investigar, ellos están de acuerdo. Pero que la investigación debe remontarse a antes del conflicto y se debe hacer extensiva al Consejo de Dirección del Hospital, al ministerio de Salud de la Nación, al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, a la secretaría de Salud de la ciudad entre otros; ya que la baja en la atención que presta el Gárraham se debe a la crisis del sistema de salud y a la falta de personal. Por otra parte, desde distintos ámbitos del gobierno y la dirección del Gárraham se comenzó a hacer circular el rumor que podrían haber sanciones al personal que continúa en paro. Frente a esto el delegado Gustavo Lerer, declaró a diversos medios: «le tocan la uña a un compañero y se larga el paro por tiempo indeterminado». Desde los mismos ámbitos oficiales, también se dejó entrever la posibilidad de que se reemplace al personal de paro por enfermeros de otros hospitales pediátricos municipales. Ante esto los trabajadores decidieron hacer una campaña en los otros hospitales para reforzar los lazos de solidaridad entre los trabajadores y cerrarle la puerta a los rompehuelgas.
El martes, a las 13:30 los empleados no médicos realizarán nuevamente una asamblea donde analizarán las propuestas salariales que el gobierno y la patronal presenten en la reunión del lunes. A su vez para el miércoles ATE-Capital y los hospitales municipales han convocado a un paro en apoyo a la lucha del Garraham. El mismo día a las 13:30, se realizará en la explanada del hospital un acto al que se invitó a participar junto con los trabajadores de la salud a la población en general.
También este día los médicos de la Asociación de Profesionales del hospital, de acuerdo con lo aprobado en la asamblea del 11 de abril realizarán un paro «con suspención de actividades y anuncio previo a los pacientes»
Mientras se agudiza la crisis del sistema de salud en el ámbito nacional y local, las distintas instancias gubernamentales y los medios de comunicación masivos transmiten en cadena un discurso único, que consiste en demonizar la protesta de los trabajadores y acusarlos de tomar a los niños de rehenes. Por otra parte afirman que no hay empleados mejor pagos que en el Garraham. Lo que no dicen los funcionarios, es que para que una enfermera que trabaja en cuidados intensivos, por ejemplo, pueda llegar a tener un sueldo de bolsillo acorde a la canasta familiar debe trabajar doce horas diarias. Con el consiguiente desgaste por estrés en una tarea en la que se está cuidando la vida de niños.
Frente a esta realidad cobra más sentido que nunca la propuesta de diversos sectores de trabajadores de reducción de la jornada laboral, con aumento general de salarios.
ACTA FIRMADA CON LOS TRABAJADORES
En Buenos Aires, Capital Federal de la Nación Argentina, a los 16 días del mes de abril de 2005, siendo la hora 23:46, el funcionario que suscribe, principal Miguel Angel Díaz del numerario de la comisaría 28 y de la Policía Federal, a los efectos legales hace constar:
Que en este acto, hallándome en el interior del Hospital Gárraham, juntamente con los señores Oscar Rodríguez legajo 2187, Gustavo Lerer, legajo 5714 y los doctores Horacio Meguira y Juan Carlos Capurro, quienes manifiestan ser letrados de la Asociación de Trabajadores del Estado. Hallándose presente el doctor Cesar Augusto Troncozo, titular de la fiscalía de instrucción Nº 5, se constata que en las siguientes áreas: USI 35, 45, 44, neonatología y quemados, se encuentra personal correspondiente de acuerdo a lo establecido en la ley 25477 artículo 24, y decreto 843, cubriendo los servicios mínimos para la atención de cuidados intensivos. La parte sindical manifiesta así mismo que de acuerdo a la voluntad de los trabajadores en conflicto, e independientemente de lo que definitivamente se resuelva en el ámbito correspondiente y sin resignar las posturas allí adoptadas, que ello implique reconocimiento de derecho se comprometen a continuar cubriendo las prestaciones mínimas, durante el transcurso de la medida de fuerza que vienen realizando. Así mismo y dado que la medida de fuerza se efectúa con permanencia en los lugares de trabajo, el resto del personal se compromete a permanecer en guardia pasiva en la proximidad de las unidades. En este estado el señor fiscal deja sin efecto, toda vez que no resulta necesaria, conforme a lo plasmado en la presente acta, la presencia del personal policial tal como quedaba plasmada en el acta anterior.
Es todo, terminada el acta, leyeron, se ratificaron y firmaron. Certifico.