M.H.: ¿Cómo se desarrolló el ahora plurinacional Encuentro de Mujeres? L.M.: Plurinacional por voluntad de las bases, porque no se logró que se aceptara el cambio de denominación pero muchas de las organizaciones ya lo denominamos en esos términos. La verdad fue una fiesta. Una fiesta de la lucha de las mujeres en un espacio […]
M.H.: ¿Cómo se desarrolló el ahora plurinacional Encuentro de Mujeres?
L.M.: Plurinacional por voluntad de las bases, porque no se logró que se aceptara el cambio de denominación pero muchas de las organizaciones ya lo denominamos en esos términos.
La verdad fue una fiesta. Una fiesta de la lucha de las mujeres en un espacio donde éramos más de 200.000 según los diferentes cálculos, pero siempre hay un margen de error porque el proceso de inscripción es engorroso, hay largas colas, entonces muchas no se inscriben. Pero La Plata se inundó de mujeres, como tantas otras ciudades.
Me sorprendió mucho una fuerte presencia de juventud y un relevo de las generaciones como la mía, somos pocas las que quedamos siguiendo la ola verde, de la generación más grande. Las escuelas no alcanzaban. Yo fui con la agrupación de mujeres en lucha Isadora y tuvimos una escuela a 14 km. El traslado era un poco complicado, el día sábado con el granizo y la lluvia, la que no tenía escuela no tenía dónde meterse porque la ciudad estaba completamente colapsada.
M.H.: O sea que La Plata se inunda.
L.M.: No sé si hubo zonas inundadas, lo que sí es que hubo escuelas en las que el agua brotó de las rejillas, de los sumideros. En la escuela que nosotras estábamos empezó a brotar en la cocina y terminó en el salón comedor, felizmente se salvaron nuestras pertenencias porque estaban en un primer piso. Pero hubo escuelas a las que no pudieron entrar porque ya estaban inundadas. No fue la inundación de 2013, pero fue importante. El tiempo no ayudó pero las mujeres estuvimos igual ahí, nadie bajó los brazos y a la tarde con lluvia y todo fuimos a los talleres.
Los talleres fueron espacios de debates muy apasionados, como siempre. Y es un espacio muy interesante porque no hay muchos lugares donde una pueda debatir con otras, porque en nuestro país somos muchas las que pertenecemos a espacios políticos pero no siempre tenemos espacios comunes de debate. El ENM tiene esa particularidad donde se reúnen personas con experiencias y miradas distintas y se debate. Obviamente no siempre se llega a acuerdos o conclusiones comunes. Pero ese intercambio es muy interesante y también uno conoce las distintas realidades del país.
En este Encuentro hubo una particularidad, empieza a hacerse cada vez más importante la presencia de delegaciones de otros países que vienen a sumarse a una experiencia que es observada desde todo el mundo, por lo menos en Latinoamérica. Yo en este momento tengo alojadas en mi casa una nicaragüense y dos bolivianas, por ejemplo, con las que hasta recién estábamos cocinando. Yo participé de la comisión de crisis mundial y allí había compañeras de México, Chile, Venezuela, Paraguay. Empieza a ser un espacio realmente plurinacional, más allá de que en el cierre del plenario que fue el lunes, no se aceptó la moción de que se cambiara la denominación del encuentro.
A lo largo de las reuniones preparatorias hubo dos discusiones, varias en realidad, una de ellas es que se admitiera el cambio de nombre reflejando las luchas de los pueblos originarios, que en nuestro país son cada vez más visibles a partir de la persecución que sufren, por ejemplo, los pueblos mapuches o incluso en el norte, en el Chaco, en el proceso de despojo de sus tierras, en Santiago del Estero también; entonces estos pueblos empiezan a reclamar su reconocimiento como identidad, como pueblo e hicieron valer esto en el Encuentro anterior y eso se trasladó a los espacios previos de organización de este Encuentro. No lo aceptaron los grupos que dirigen, particularmente los sectores ligados a la fórmula Fernández-Fernández y uno de los grupos fundantes del Encuentro que en la jerga de la izquierda llamamos «los chinos» que es el Partido de los Trabajadores y el Pueblo (PTP). Y la otra discusión que había era que se ampliara la denominación a «mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries». Eso tampoco se aceptó.
M.H.: ¿Hubo alguna argumentación?
L.M.: No conozco los argumentos que dieron. Pero no fue solamente eso, hubo un tercer debate que era si la convocatoria al Encuentro incluía el reclamo del derecho al aborto y eso también se perdió.
Es importante que se sepa que durante años el ENM no lograba que se tomara como parte del pliego reivindicativo del Encuentro y, por lo tanto, del derecho de las mujeres y plan de lucha, el derecho al aborto. Esto porque había una convicción o una propuesta de diseño que desarrollaba el grupo organizador, las dos fuerzas que mencioné antes a las que este año se sumó Patria Grande, que es no romper con la Iglesia. Entonces la Iglesia colocaba una representante en cada taller de los que discutían el tema de sexualidad, derechos reproductivos, etc. Y como el mecanismo era que se resolvía por consenso y no por votación, con una sola persona que hubiera por comisión en contra del aborto, no se podía sacar la propuesta.
Nosotras siempre luchamos contra esa concepción porque amordazaba al movimiento de mujeres. Recuerdo el debate en Salta, donde estuvimos discutiendo durante dos días la educación sexual integral y los derechos de las mujeres, el aborto, etc. Y el último día, media hora antes de las conclusiones, una señora que no había abierto la boca levantó la mano y dijo: «yo soy monja laica y no estoy de acuerdo con esto. No puede figurar».
El movimiento de mujeres por el derecho al aborto fue al margen de las resoluciones de los Encuentros de mujeres, que han servido como laboratorio de ideas, como espacio de debate, pero fue la Campaña por el derecho al aborto, que es un organismo de unidad de más de 300 organizaciones, las que organizaron la lucha dándole forma al Proyecto de ley que se presentó, pero formalmente el Encuentro nunca lo tomó. Y en esta oportunidad tampoco.
M.H.: Uno entra a las redes y ve y está muy presente el tema del aborto.
L.M.: Yo no sé qué pasó el día lunes porque la Iglesia se empezó a retirar en los últimos Encuentros. Y lo que ocurrió en la previa al Encuentro fue que no se permitió que se metiera el reclamo por el derecho al aborto como parte de la declaración de la convocatoria. Las fuerzas del kirchnerismo junto al PTP donde están sectores ligados a la CTA y Patria Grande con Itaí Hagman y la propia Ofelia Fernández, argumentaron que no había que buscar la confrontación entre pañuelos celestes y verdes. Las corrientes no permitieron esto. Pero después en las propias comisiones no tenían fuerza para sostenerlo.
Otro tema de debate fue el de la deuda. Por ejemplo, en mi comisión, que fue Crisis mundial, debatimos como uno de los puntos centrales, al calor de la lucha de Ecuador y de Chubut, el tema de que el Encuentro era un pivote importantísimo para la lucha de nuestro país contra las imposiciones del FMI y del futuro inmediato que tenemos que es la amenaza de que se quieran pagar los 150.000 millones de dólares que nos exigen en los próximos 4 años.
Debatimos con mucha argumentación, distintas representantes de provincias y organizaciones, la importancia de que el ENM se transformara no solo en un espacio de reivindicación de los derechos de la mujer, sino que fuera uno de los artífices de la lucha contra el FMI logrando que el Encuentro se pronunciara por la ruptura con el FMI, por el no pago de la deuda, del mismo modo que el movimiento indígena en Ecuador ha sido el que expresó la lucha del conjunto del pueblo ecuatoriano contra las imposiciones del FMI.
Esa discusión fue muy fuerte y contrapuesta a los sectores ligados al kirchnerismo y a la fórmula Fernández-Fernández, planteando que hay que investigar quiénes eran los responsables, quiénes no habían respetado la carta orgánica del FMI.
M.H.: La respuesta la dio en el debate el propio Alberto Fernández, que sostuvo que la plata se la habían llevado los amigos de Macri.
L.M.: Claro. Por eso les planteé no pagarla, como se la llevaron los amigos de Macri entonces nosotros como país no tenemos por qué pagarla. Ahí se hizo un silencio. El argumento que empezaron a esgrimir es que la tarea central es garantizar la comida de la gente que hoy no puede comer y, por lo tanto, organizar cooperativas. Yo intervine y dije que hay un problema con eso, si se organiza una cooperativa para venta de pan, necesito gas y luz y para eso necesito pagar tarifas que hoy son prohibitivas y que están llevando a la quiebra a no pocas empresas recuperadas.
M.H.: No solamente a recuperadas, han cerrado 1.500 panaderías hablando del caso puntual del pan. Y el precio del trigo ni hablar.
L.M.: No podemos organizar una economía paralela a las grandes ramas productivas, no podemos hacer una cooperativa de una refinería de petróleo. En este momento el sistema de subsidios sociales que da el Estado es a 350.000 personas y tenemos 14 millones de pobres. Entonces toda la propuesta del sector F-F fue: «no nos metamos con el tema de la deuda, que eso se investigue, mientras tanto organicemos cooperativas para que la gente coma y comedores».
Yo respeto y acompaño las peticiones de los movimientos sociales, pero eso no puede eludir que tomemos la responsabilidad de encarar una lucha como la que está haciendo el pueblo de Ecuador. Y señalé que lo que está queriendo imponer Lenin Moreno en Ecuador, es lo mismo que el FMI exige para la Argentina y que el nuevo gobierno estaría dispuesto a conceder según lo que trasciende de los acuerdos como el pacto social.
No sé si nosotros vamos a tener las agallas que tiene la Coordinadora de los pueblos indígenas para hacer lo que están haciendo, pero sí sé que de la otra parte están pretendiendo que nosotros acordemos un pacto social que significa congelamiento de salarios, derogación de derechos laborales, etc.
M.H.: Me voy a permitir discrepar contigo, lo de las agallas no es un tema, el pueblo argentino ya ha demostrado tenerlas, el problema que tenemos en este momento es la dirigencia política, sindical y de muchos de estos movimientos sociales a los que estás haciendo referencia que son los que le han brindado de alguna manera la posibilidad a Macri de gobernar durante 4 años. Los indígenas ecuatorianos tuvieron 7 muertos y nosotros 37 en el 2001.
El movimiento de mujeres toma reivindicaciones con las que puede darle salida a la lucha del conjunto del movimiento de trabajadores
L.M.: Acepto tu reivindicación de nuestro coraje pero creo que los ecuatorianos nos pasan. De todas maneras comparto que el gran problema nuestro es la conducción de la CGT y también de la CTA. Ahí es donde yo quería plantear que el movimiento de mujeres debe ser consciente del eslabón que significa en la posibilidad de romper esa loza burocrática, porque en nuestro país el gran movimiento que existe hoy es el de las mujeres, que no tiene loza burocrática, que fluye con una fuerza impresionante y que por la propia lógica de explotación que hoy tiene el capital afecta fundamentalmente a las mujeres que no tienen a dónde dejar a sus hijos pequeños para salir a trabajar, un jardín privado para la primera infancia cuesta entre 12 y 15.000 pesos, a las primeras que despiden es a las mujeres cuando hay problemas de ajuste o no las toman. Los salarios de las mujeres son 23% menores para salarios en blanco y 30% en negro.
El movimiento de mujeres fluye naturalmente hacia una lucha que trasciende lo específicamente relacionado con la violencia de género y con el problema del derecho al aborto y toma reivindicaciones que se enlazan con las que pueden darle salida a la lucha del conjunto del movimiento de trabajadores. Por eso la importancia de que este espacio que tuvimos este fin de semana con 200.000 mujeres avanzara en pensar y diseñar un plan de acción que también comprendiera la lucha contra el FMI y las imposiciones de la deuda externa. Felizmente el grupo en el que yo estaba resolvió en ese sentido pero desconozco qué pasó de conjunto en el Encuentro.
M.H.: El tema de la deuda va a ser central en el futuro inmediato, no solo por lo que señalás sino porque si uno lee con atención los diarios hegemónicos, en los últimos días este ha sido el tema central que han abordado y que ha llevado a la presencia de dos representantes de Alberto Fernández en Nueva York invitados por los banqueros y por el propio FMI que si bien no los puede recibir oficialmente lo va a hacer en un hotel. Se van a reunir con Nielsen y Aguis.
L.M.: La verdad tengo mucha preocupación por el futuro inmediato, uno tiene análisis político y sabe los peligros que existen y que no podemos pagar, que estamos en default ahora, pero pienso en el dolor que ya vive nuestro pueblo y el que nos espera y estoy personalmente angustiada.
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