La coordinación aparentemente exitosa y de antigua data en Venezuela entre las encuestas mentirosas y su difusión por los órganos de prensa ha recibido un serio golpe con la irrefutable victoria del presidente Hugo Chávez en el referéndum revocatorio del l5 de agosto que terminó siendo confirmatorio. El uso de encuestas que se auto atribuyen […]
La coordinación aparentemente exitosa y de antigua data en Venezuela entre las encuestas mentirosas y su difusión por los órganos de prensa ha recibido un serio golpe con la irrefutable victoria del presidente Hugo Chávez en el referéndum revocatorio del l5 de agosto que terminó siendo confirmatorio.
El uso de encuestas que se auto atribuyen métodos científicos ha sido un arma complementaria en las campañas de desprestigio en contra de Chávez y en ella han actuado Datanalisis, Consultores 21, Ceca, Flash, Campol Asesores y otras. En opinión del venezolano Ernesto J. Navarro, ese empeño por desfigurar la imagen del actual presidente se remonta a su aparición en la escena política.
En un artículo publicado en «El Nacional» el 30 de julio pasado, Navarro recopila los apelativos aplicados a Chavez: comunista, terrorista, castro-comunista y …freidor de cabezas. [1]
Para la elección presidencial de 1998 -primera que enfrentó Chávez- no hubo encuestadora conocida que pronosticara su elección. Al mismo tiempo, los periódicos para informar y opinar, se basaban en las encuestas y el candidato aparecía entonces como un caso perdido. Por ejemplo, el citado «El Nacional» atribuyó siempre la victoria a Salas Romer, el otro postulante y siempre con cimiento en las «científicas» encuestas. Resultado: Chávez logró el 62,46 % de los votos y su contendiente apenas el 31.48%. Nótese que ello ocurrió hace seis años.
Esa situación de fraudes en dos planos, se repitió en sucesivos comicios y volvió a las andadas en 2004 antes del referéndum. Puede afirmarse con propiedad que los que trabajan en consultas al público mintieron desde el mismo día en que se aprobó la fecha del 15 de agosto. Verbigracia, la empresa Mercanalisis sostuvo en junio último que el 54% de los votantes estaba por revocar el mandato de Chávez. A su vez, Datanalisis afirmó que el 57,4% (¡que precisión!) sufragaría por el Si. El cotidiano «El Universal» informó en la primera semana de agosto que la firma Seijas, mediante la encuesta de rigor, proclamaba ya el triunfo de la oposición. Más, en este caso, la propia encuestadora desmintió que existiera tal investigación y el diario se vio obligado a excusarse ante sus lectores.
Vuelco y Voltereta
Una semana antes del plebiscito (que así también puede denominarse) se produjo un hecho insólito que provocó un vuelco en los vaticinios como efecto de una voltereta en Estados Unidos para observar los sucesos venezolanos. En esas fechas, la empresa estadounidense North American Opinion Research que al tenor de un estudio realizado en julio, el NO, léase Chávez, recibiría una votación de un 63%.
A renglón seguido, Keller y Asociados, que es venezolana, opinó que el respaldo a Chávez sería de 45 % y para la oposición habría un 34%, en tanto agregó, que se constataba un 21% de indecisos. Como se observa, la cifra más cercana a los resultados, fue la de North American. Lo que no debe extrañar puesto que ella sí hizo una real investigación. En los mismos días se informaba, en un despacho fechado en Washington: «Estados Unidos está suavizando su manera de relacionarse con el Gobierno de Venezuela porque espera que el referéndum ratifique a Hugo Chávez en el poder», según revelaron funcionarios y diplomáticos norteamericanos al periódico «The Financial Times». [2]
En rigor, hubo asimismo gente no contaminada con el interminable embuste oposicionista que vaticinó con acierto. El prestigioso periodista, escritor y profesor, Eleazar Díaz Rangel, director de «Ultimas Noticias», el periódico de mayor circulación en Venezuela, dijo no tener dudas sobre el triunfo del NO y al efecto dio las razones:
a) los partidarios de Chávez están mejor organizados,
b) la campaña de Hugo Chávez se ha caracterizado por un enorme entusiasmo, mayor que el registrado en las campañas de 1998 y 2000;
c) las medidas de carácter social (Misiones) que en diversas áreas, como medicina, educación y alimentación favorecen a muchos millones de venezolanos pobres;
d) la recuperación económica del país que en el primer trimestre de 2004 tuvo un crecimiento de 29,8% según el Banco Central [3]
Miento, luego informo
Chávez ganó a pesar de la acción mancomunada en contra de 400 radioemisoras, 20 canales de televisión y 100 diarios (datos de Díaz Rangel) y comparado con aquello, casi en la orfandad de medios a su favor. Gran lección que confirma lo que señaláramos en un trabajo anterior en el sentido de que los medios, la información periodística no determina la política, pero sí la política determina la orientación de los medios. (En la historia contemporánea de América Latina hay otros casos como el de Chávez: Juan Domingo Perón(Argentina) fue elegido en 1946 y en 1952 prácticamente huérfano de apoyo comunicacional, y Salvador Allende (Chile) gano la elección presidencial de 1970 con el respaldo de dos diarios de escasa circulación y de cero medios electrónicos).
Después del l5 de agosto, algunos han continuado el feo juego de la falacia, aunque ahora a medias porque la realidad es muy fuerte. El caso de la agencia televisiva estadounidense CNN es patético: en sus emisiones del día l6 nunca, en ninguno de sus noticiarios en español proporcionó las cifras, los resultados pormenorizados del referéndum. La señora Patricia Janiot, reportera y lectora de noticias, y la corresponsal en Caracas, Legimat(sic) Pérez, por más esfuerzos que hicieron al entrevistar mayormente a los perdedores, no pudieron encontrar nada que justificara la derrota. Fue una lección de anti periodismo.
Aram Aharonian, gran profesional que en Caracas es corresponsal al extranjero y director de la revista «Question» fue otro de los oráculos acertados cuando escribió que el referéndum sería sobre todo ratificatorio [4] .
El pueblo venezolano sabe que su futuro se juega en esta votación. La alternativa es entre dos modelos de país, apunto Aharonian. Y agregó: «Ganar por goleada es la única forma de terminar con tanta especulación». ¡Así ocurrió!.
[1] Navarro, Ernesto J. Chávez vs desprestigiadas encuestas. Caracas, El Nacional, 30-7-04
[2] El Mercurio (Santiago-Chile) ll-8-04
[3] Díaz R. Eleazar. Punto Final N’573, agosto/04 (Santiago)
[4] La gran apuesta de Chávez: que hable el puebloPunto Final 573, agosto/04 (Santiago)