La Operación Cóndor está siendo procesada en un tribunal argentino. La justicia investiga el destino de más de setenta chilenos secuestrados o asesinados que residían en Argentina. Varios de ellos fueron llevados por la Dina a Chile y permanecen desaparecidos. El Tribunal de Juzgamiento Oral en lo Criminal Federal N°1 de Buenos Aires, inició el […]
La Operación Cóndor está siendo procesada en un tribunal argentino. La justicia investiga el destino de más de setenta chilenos secuestrados o asesinados que residían en Argentina. Varios de ellos fueron llevados por la Dina a Chile y permanecen desaparecidos. El Tribunal de Juzgamiento Oral en lo Criminal Federal N°1 de Buenos Aires, inició el juicio oral y público el 5 de marzo. Los fiscales María Mercedes Moguilansky y Pablo Enrique Ouviña poseen pruebas para acusar a generales y coroneles argentinos responsables de crímenes contra la Humanidad (son veinte los militares argentinos, además de uno uruguayo, Cordero Piacentini, y un miembro del Servicio de Inteligencia del Estado, Furci). Entre los acusados está Rafael Videla, ex dictador de la nación trasandina.
La primera etapa del juicio corresponde a casos de chilenos, diez militantes del MIR: Edgardo Enríquez, Luis Elgueta, José de la Maza, Miguel Orellana, Luis Espinoza, Angel Athanasiú, Frida Laschan, Angélica Delard, Gloria Delard, y Luis Appel de la Cruz. Tres militantes socialistas: Luis Muñoz, Juan Hernández y Manuel Tamayo. Cuatro militantes comunistas: Cristina Carreño, Alexei Jaccard, Patricio Rojas y Oscar Oyarzún, además de Luis Zaragoza, Oscar Urra y Rafael Ferrada, también exiliados. Hay que agregar al niño de 4 años, Pablo Athanasiú.
La revista chilena PF entrevistó a la fiscal María Mercedes Moguilansky de gran experiencia en juicios de derechos humanos.
¿Qué es la Unidad de Asistencia para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos Durante el Régimen de Terro-rismo de Estado?
«La Unidad fue creada por el anterior Procurador General de la Nación, luego de la reactivación de las causas por violaciones a los derechos humanos producida en nuestro país como consecuencia de la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Obe-diencia Debida y Punto Final. La magnitud y especificidad de estas causas impuso (para el Ministerio Público Fiscal) la necesidad de centralizar la información existente y unificar criterios de investigación y promoción de la acción penal frente a los distintos tribunales en los que se tramitan estos procesos.
Su función específica, entonces, como unidad especializada, es intervenir en el trámite judicial de estas causas para promoverlas tanto en la etapa de investigación como en las instancias de apelación y, fundamentalmente, en el juicio oral (para que se entienda, aclaro que el procedimiento penal federal en la Argentina se divide en dos etapas diferentes: la investigación y el juicio oral).
Dentro de la Unidad existen varios equipos de trabajo que están a cargo de diferentes fiscales y que abordan, cada uno, causas diferentes. En nuestro caso, llevamos adelante el juicio por la Operación Cóndor, sin perjuicio de que parte del proceso continúa en la etapa de investigación, que es dirigida por un fiscal federal de instrucción, y que eventualmente, podría derivar en un segundo juicio. Nuestro equipo, además de Pablo Ouviña, que es el fiscal titular y yo, que intervengo en carácter de fiscal ad hoc , está integrado por otros cuatro excelentes abogados y una licenciada en historia, especialista en dictaduras del Cono Sur».
EL CASO ESMA
Usted fue fiscal en el caso ESMA (Escuela Mecánica de la Armada), hoy espacio para la memoria y promoción de derechos humanos. ¿Cuál fue su experiencia?
«En el último juicio de la causa ESMA, finalizado en 2011, intervinieron como fiscales Pablo Ouviña y Mirna Goransky; mi intervención fue en carácter de secretaria de la Unidad, integrante del equipo de trabajo. Actualmente, son otros los fiscales a cargo del (tercer) juicio de ESMA, iniciado a fines del año pasado.
El hecho de que la ESMA hoy sea un espacio para la memoria y la promoción y defensa de los derechos humanos es el resultado del esfuerzo y de la lucha incansable de y por las víctimas del terrorismo de Estado quienes, a través de diferentes organismos no gubernamentales se enfrentaron a los obstáculos que les impuso el Estado durante los años de impunidad».
Sobre el juicio a la Operación Cóndor. Entre las víctimas chilenas hay familias, militantes y dirigentes de partidos de Iz-quierda, incluso un niño de 4 años. ¿Cuándo cree usted que concluirá el juicio?
«Las víctimas chilenas cuyos casos integran este juicio, al igual que sucede con las víctimas bolivianas, paraguayas y uruguayas, al menos en la mayoría de los casos, llegaron a nuestro país buscando refugio de la persecución a la que eran sometidos en sus lugares de residencia como consecuencia de la actividad política que desarrollaban ellos o sus familiares o conocidos; también hay casos en los que las víctimas vivían en Argentina hacía muchos años.
El exilio como consecuencia del terro-rismo de Estado, así como la persecución transnacional que fue su contrapartida, son asuntos centrales en este juicio y serán tratados con profundidad, independientemente de quiénes son las víctimas que específicamente integran la acusación.
Por la cantidad de testimonios que se recibirán durante la etapa de producción de prueba, se prevé que el juicio se extenderá aproximadamente un año y medio o dos».
¿Cómo van a declarar los testigos, fami-lia-res y expertos desde Chile?
«En principio, se prevé que los testigos declaren desde los consulados argentinos que existen en Chile o desde la embajada argentina en Santiago (dependiendo del lugar de residencia) ante un funcionario diplomático, y mediante el sistema de video-conferencia en directo con la sala de audiencias.
El Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior de Chile ha ofrecido su colaboración como nexo con los testigos para facilitar la tarea de las autoridades argentinas. También contamos con el apoyo del equipo de sicólogos del Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que -desde la distancia y a través de medios informáticos- están a disposición de los testigos para acompañarlos tanto antes como después de su declaración».
NOMBRES REPETIDOS
¿Entre las personas que están siendo imputadas hay nombres que se repiten en otros juicios sobre violaciones a los derechos humanos en Argentina?
«Sí, muchos de ellos ya fueron juzgados y condenados por otros casos de violaciones a los derechos humanos, como es el caso de Videla, Riveros, Menéndez, Vañek, Olivera Róvere, entre otros. Algunos también están siendo juzgados simultáneamente a este juicio, lo que conlleva algunas complicaciones logísticas. Para otros esta es la primera vez que enfrentan un juicio, como el militar uruguayo Cordero Piacentini, o los argentinos De Lío y Mazzeo».
¿Qué podría agregar sobre este histórico juicio?
«Notamos que es mucha la expectativa que existe en otros países sobre este juicio, especialmente sobre la influencia que esto puede tener en el avance de los procesos locales. Ojalá sea efectivamente uno de los resultados de la celebración de este juicio, y podamos transmitir tanto los aspectos positivos como negativos de esta experiencia.
En cuanto a los familiares de las víctimas, me parece importante que sepan que pese a que su contacto con el juicio será desde la distancia, existen medios para que puedan participar de su desarrollo y mantenerse al tanto de lo que sucede. Tienen abiertos todos los canales de consulta con nosotros, además de la información que periódicamente proporciona el Centro de Información Judicial ( http://www.cij.gov.ar ), así como algunos de los medios locales. En la página web del CIJ (CIJTv), además, se transmiten y transmitirán en directo algunas de las audiencias, las del comienzo y las del final del juicio (no así las declaraciones testimoniales), que normalmente se celebran los días martes y viernes durante todo el día».
Publicado en «Punto Final», edición Nº 781, 17 de mayo, 2013