La tinta habló con Ahmed Ettanji, director de Equipe Media, un medio clandestino de información difusión que denuncia las violaciones de los derechos humanos cometidas por Marruecos contra el pueblo saharaui.
“El periodismo está siendo prohibido, criminalizado, y los periodistas sufrimos ataques, torturas, encarcelamientos diarios, e incluso arriesgamos nuestras vidas y nuestra libertad”, resume Ahmed Ettanji, cofundador y actual director de Equipe Media, un medio de comunicación que trabaja desde 2009 en el territorio del Sáhara Occidental ocupado por el Reino de Marruecos desde 1975.
“El periodismo en el Sáhara Occidental es una de las víctimas del conflicto”, agrega Ettanji en diálogo con La tinta. En la larga lista de peligros que corren los y las periodistas de Equipe Media se suman las detenciones arbitrarias, las amenazas y la vigilancia de las fuerzas de seguridad marroquíes, y la confiscación del material que producen. “Como no nos dejan trabajar en el terreno, nosotros realizamos un periodismo clandestino”, sentencia Ettanji.
Desde que Marruecos ocupó con una invasión militar gran parte del territorio del Sáhara Occidental, la vida de los hombres y mujeres saharauis se convirtió en la primera víctima de un plan sistemático y sostenido de represión. Marruecos, con la complicidad de España –que al día de hoy es la potencia administradora del territorio, ya que fue su colonia- y de buena parte de Occidente, no solo persigue y encarcela, sino que despliega un férreo manto de silencio sobre el Sáhara Occidental. En esas tierras no pueden entrar periodistas extranjeros o funcionarios de organizaciones humanitarias.
Agujero negro
Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó en 2019 el informe Un desierto para el periodismo, donde denuncia que ejercer el profesión en el Sáhara Occidental ocupado es más que peligroso. En la investigación de RSF se advierte que lo que sucede en el territorio está “abandonado por el foco mediático, que ha hecho del Sáhara Occidental un auténtico ‘agujero negro’ informativo”.
En el informe, RSF alerta que el reino de marruecos “maneja con mano de hierro la información dentro del territorio, castigando de forma implacable el ejercicio del periodismo local y bloqueando el acceso de los medios extranjeros”.
“Trabajamos desde la clandestinidad y de esa forma nos organizamos, de forma muy discreta para burlar los controles policiales y militares que nos imponen para no realizar nuestro trabajo –cuenta Ettanji-. Incluso, estamos viviendo en una zona que está bajo un bloqueo militar”.
Aunque la censura marroquí tiene la densidad de un muro de acero, Equipe Media encontró diferentes formas para cubrir manifestaciones saharauis en contra de la ocupación o hechos represivos encabezados por las fuerzas marroquíes. Sus informes –además de su reconocido documental 3 cámaras robadas-, trascienden las fronteras y, en muchas ocasiones, son utilizados por grandes medios y agencias de noticias internacionales.
Trabajo en el terreno
Desde las terrazas de las casas, detrás de tapiales o escondidos en esquinas y recovecos, los y las periodistas de Equipe Media sortean inconvenientes y peligros para informar y denunciar la ocupación. “Nos organizamos de una forma muy clandestina –reitera Ettanji-, hacemos un plan de seguridad antes cualquier trabajo para asegurar el destino de nuestros compañeros y lo que vamos a documentar”.
Según el director de Equipe Media, en los últimos años el proyecto de comunicación y contrainformación “ha ganado mucha credibilidad por el trabajo que realizamos. Desde que creamos Equipe Media, en 2009, nunca se pudo desmentir una noticia que publicamos, porque siempre verificamos todo. Por eso, las organizaciones creen en Equipe Medio. Además, muchos de ellos no pueden entrar al territorio porque está cerrado y es inaccesible para los medios de comunicación, para las organizaciones internacionales. Cuando intentan entrar, Marruecos las expulsa”.
Frente a este panorama, “nosotros hacemos ese trabajo en el terreno y lo ofrecemos a organizaciones y medios de comunicación. Todavía nos queda mucho para poder llegar a más medios de comunicación internacionales”, indica Ettanji.
Muchas manos para aplaudir
En la actualidad, seis periodistas saharauis están encarcelados en Marruecos, con condenas de 20 a 30 años, y cadenas perpetuas. “Están muy lejos del Sáhara Occidental, a más de 1.000 kilómetros. Algunos de ellos llevan más de cinco años en aislamiento, no ven el sol, no ven a sus familiares. Además, sufren malos tratos, negligencia médica y falta de alimentación adecuada”, denuncia el director de Equipe Media.
Pero el periodismo saharaui no se detiene. Ettajni lo ejemplifica de forma clara: “A Equipe Media lo hemos creado con la idea de un trabajo colectivo. Como decimos en nuestra cultura, una mano sola no aplaude, pero si son muchas manos entonces van a hacer mucho ruido. Cada uno de nosotros tiene su función. Somos como un puzle, cada pieza completa a la otra. El trabajo colectivo siempre da frutos”.
A ese trabajo colectivo, en Equipe Media suman las nuevas tecnologías y las redes sociales, las cuales les permitieron romper la censura marroquí. Para Ettajni, ambas herramientas “juegan un papel muy importante para romper el bloqueo informativo”. En las redes sociales, dice, “existe menos monopolio que en los medios de comunicación convencionales. Ahí publicamos toda nuestra información e intentamos siempre esquivar la censura”. Las nuevas tecnologías y las redes sociales, asevera el periodista, en Equipe Media se convierten en “una herramienta de denuncia y para alzar nuestras voces”.
El futuro
El ejército popular del Frente Polisario –organización que representa al pueblo saharaui- y las fuerzas militares de Marruecos están en guerra desde 2019. Cuando Rabat rompió el alto el fuego que regía desde 1991, el Polisario no dudó en responder con todo su poder. Desde los territorios liberados del Sáhara Occidental, a diario se producen enfrentamientos, bombardeos y muertes de civiles y soldados. Mientras esto sucede, Marruecos intenta por todos los medios que el actual conflicto bélico no se conozca, y España hace todo lo posible para que el Reino marroquí legalice la ocupación. Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) mantiene una peligrosa inmovilidad. La propia ONU es la responsable de organizar el referéndum de autodeterminación para que los y las saharauis decidan su futuro. Desde 1991, el pueblo saharaui espera ese referéndum.
“Hablar del futuro del Sáhara Occidental es una cosa muy riesgosa, porque cualquier periodista o activista puede estar libre, pero cualquier día puede terminar en la cárcel –expresa Ettajni-. Estamos condenados a una libertad condicional, porque cualquier puede entrar a la cárcel en cualquier momento. En los territorios ocupados estamos viviendo en una cárcel al aire libre”.
Por último, el directo de Equipe Media reflexiona: “El futuro es ambiguo mientras haya ocupación militar marroquí en el Sáhara Occidental. De una cosa estamos muy seguros hacia el futuro: continuaremos informando y alzando la voz de los oprimidos en el Sáhara Occidental, y denunciando las violaciones de los derechos humanos, el expolio de los recursos naturales y la ocupación ilegal”.
Fuente: https://latinta.com.ar/2022/07/periodismo-sahara-occidental/