Las verdaderas organizaciones que agrupan a los periodistas rebasan hoy el viejo sentido gremial y se proyectan con la obligación de asumir funciones orientadas a la defensa de los intereses nacionales y populares. De lo contrario sería negado el carácter político e ideológico de la profesión y su deber social. En nuestra región hay definición […]
Las verdaderas organizaciones que agrupan a los periodistas rebasan hoy el viejo sentido gremial y se proyectan con la obligación de asumir funciones orientadas a la defensa de los intereses nacionales y populares. De lo contrario sería negado el carácter político e ideológico de la profesión y su deber social. En nuestra región hay definición clara sobre este aspecto en las asociaciones, sindicatos, colegios y uniones que integran la organización fundada en 1976 en México, la prestigiosa Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). En ella esos principios fundacionales se han defendido con firmeza en cada congreso, hasta el X celebrado hace pocos días en Villa Gesell, Buenos Aires, Argentina. En esta ocasión las sesiones y los acuerdos demostraron que los profesionales de la prensa y sus organizaciones se hallan en un momento muy combativo, tanto en el decir como en el hacer. La FELAP no sólo opina, hace, fue la frase que presidió cada instante desde la inauguración hasta la clausura, con certeza la reunión de más perspectiva de su historia, después del trabajo exitoso de los últimos cuatro años en los que se concretaron acciones relevantes nunca antes realizadas, como el extraordinario esfuerzo a favor de la salud de los colegas, devenido en la creación del Instituto de previsión social de los periodistas (IPRESPE), que fue uno de los principales acuerdos de este Congreso. En realidad se le dio nombre a algo ya existente en la práctica debido a la solidaridad entusiasta de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y su Obra Social, las intervenciones de los representantes de los numerosos países beneficiados fueron muy emocionantes durante el magno encuentro.
El Congreso, con el nombre de nuestro inolvidable Guillermo Cabrera Álvarez y en el que se rindió merecido homenaje a Genaro Carnero Checa, fundador y primer secretario general de la FELAP, alcanzó la altura de la vida y la obra de ambos. Estaban tan presentes que los participantes los sintieron como los delegados activos mayores.
Una Red para hacer llegar información a todos los periodistas, denunciar la desinformación y sugerir volver a dar vida a la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información (ALASEI), fueron parte de las acciones aprobadas como instrumentos orientados a contribuir al desarrollo de la conciencia crítica de la sociedad ante los grandes medios y las transnacionales imperialistas. Esta Red colaborará con otras formas similares en especial la Red de redes en defensa de la humanidad en el propósito de fortalecer la resistencia a la mentira y el engaño. En la Declaración final hay un párrafo que sintetiza bien la decisión clave del sentir colectivo: «Ya en la apertura del congreso se fijó como guía la ética social por sobre la ética profesional, entendiéndose por esto que los periodistas -trabajadores de la prensa antes que nada se deben a la lucha por cambiar las condiciones injustas que se imponen a nuestros pueblos desde los centros de poder económico, financiero y mediático».
Periodismo, profesión joven históricamente, trata de ser negada como tal por los grandes propietarios, temerosos de tener que contratar a profesionales que tengan códigos de ética profesional, se analizó también mediante el acuerdo de: «…como parte de la ofensiva del capital contra el trabajo, se pretende diluir la especificidad del periodismo como profesión».
Un Foro iberoamericano sesionó simultáneo al congreso, con resultados similares en los debates y acuerdos. Esencial resultó definir a la información periodística con la obligación de ser veraz y considerarse como un derecho colectivo, negados ambos por la desprestigiada Sociedad interamericana de prensa (SIP) en su inocultable función de representar en todos sus actos al imperialismo. Al desconocer esos valores, muchos medios se atribuyen la impunidad de organizar golpes de Estado, como ha sucedido reiteradamente, esta vez en Venezuela.
Genaro y Guillermo, representantes de la etapa anterior y la actual inspiraron el futuro alentador de la FELAP.
El reconocimiento al trabajo del Comité Ejecutivo se expresó en la reelección de todos sus integrantes, encabezados por Juan Carlos Camaño, mediante aclamación y un largo aplauso. En el Congreso hubo momentos trascendentes impregnados de espíritu de unidad y confianza. Fue el mejor homenaje a los fundadores de la Organización y a los principios que le dieron vida.
Comienzan cuatro años que serán de realizaciones, sobre todo en dirección de resistir y vencer las campañas del adversario imperialista y sus testaferros locales, única y verdadera forma de entender lo fundamental que debe existir en el nuevo periodismo. Y será, se trate de la invasión silenciosa para recolonizarnos o la violenta. Hasta hoy alrededor de mil periodistas han sido asesinados por defender la dignidad profesional, como fue informado, sin que se haya debilitado la actitud de ser testigos incómodos ante el terror mediático prevaleciente.
Más información:
Declaración final del X Congreso de la FELAP Guillermo Cabrera Álvarez: http://alainet.org/active/20186
Es imperativo detener matanza de periodistas, Hernán Uribe: http://alainet.org/active/20183