Cinco radios comunitarias de São Gonçalo, ciudad en la región metropolitana de Rio de Janeiro, fueron cerradas el martes 14 de febrero en una acción violenta de la Policía Federal. Una de las radios, la emisora comunitaria Novo Ar, relató la represión a que fueron sometidos sus integrantes que quedaron horas en manos de 25 […]
Cinco radios comunitarias de São Gonçalo, ciudad en la región metropolitana de Rio de Janeiro, fueron cerradas el martes 14 de febrero en una acción violenta de la Policía Federal.
Una de las radios, la emisora comunitaria Novo Ar, relató la represión a que fueron sometidos sus integrantes que quedaron horas en manos de 25 agentes de la PF armados con ametralladoras y dos agentes de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
Además de confiscar equipamientos de Novo Ar, los policías detuvieron tres integrantes de la radio. La acción de la policía comenzó a las 11 de la mañana y los tres detenidos de la radio fueron liberados por la noche.
Según el informe de Graça Rocha que participa en la radio comunitaria Novo Ar y también en la Federación de las Asociaciones de Radiodifusión Comunitaria de Rio de Janeiro, la comunidad local cuestionó la actitud de la PF.
Ella relató que personas de la comunidad preguntaron a los policías por que usaban armas pesadas. Uno de los agentes dijo «tengo vergüenza por hacer este tipo de trabajo», informó Graça.
La represión violenta contra radios comunitarias todavía es una realidad en Brasil, siempre practicada por los sucesivos gobiernos federales.
Desde 1999, la Novo Ar está pidiendo su legalización al Ministerio de Comunicación. Sin embargo, también sin la autorización federal, la radio tiene un permiso de la alcaldía de São Gonçalo para funcionar.
La radio ofrece una serie de servicios a la comunidad local, entre otros, ayuda a conseguir cursos de formación profesional, a conseguir trabajo y apoyo en el área de salud. Además, está integrando exitosamente sus oyentes en iniciativas culturales.
«Hasta cuando vamos a resistir, no sé. Solo sé que otra vez nuestra comunidad se mostró fuerte y preparada para defender nuestro derecho a comunicación», afirmó Graça Rocha.