«El poder sigue siendo ese gran delincuente impune» (Leonardo Sciacia. Escritor) ¿Por qué son los grandes medios quienes fijan la agenda? ¿Por qué los medios fueron siempre funcionales a los grupos concentrados de la economía y/o al poder real? ¿Por qué no se discute Monsanto, su propiedad respecto de la semilla de soja transgénica (de […]
«El poder sigue siendo ese gran delincuente impune» (Leonardo Sciacia. Escritor)
¿Por qué son los grandes medios quienes fijan la agenda? ¿Por qué los medios fueron siempre funcionales a los grupos concentrados de la economía y/o al poder real?
¿Por qué no se discute Monsanto, su propiedad respecto de la semilla de soja transgénica (de consecuencias todavía imprevisibles) y de su souvenir también por ellos comercializados: el Glifosato (Roundup)?
¿Por qué hamburguesas, pan, facturas, fideos, todo lleva su cuota de soja transgénica, habilitada por la Secretaría de Agricultura como grano para forraje?
¿Por qué en el agro-negocio sólo cuenta el capital invertido y la ganancia?
¿Por qué las retenciones jamás servirán para compensar, ni siquiera en parte, los daños colaterales que la soja transgénica trajo consigo?
¿Por qué el poder político advirtió tempranamente que dicha recaudación vendría a sostener su perpetuación en el poder, fomentar el clientelismo de los comedores y los bolsones de comida?
¿Por qué todo el Estado apoya el modelo que las multinacionales de las semillas y el comercio de granos han impuesto?
¿Por qué la clase política no se dio cuenta que en el nivel de dependencia aceptado, el modelo rural, es de exportación de insumos con muy bajo nivel de valor agregado, concentración de tierras y despoblamiento del medio rural?
¿Por qué pasamos de ser el granero del mundo a monoproductores de soja forrajera transgénica?
¿Por qué no se habla de las cinco hermanas?
¿Por qué los daños provocados en la salud de quienes modificaron su dieta en razón de las necesidades de unos pocos, no están en discusión?
¿Por qué oportunamente el Rotary Club y Cáritas insistieron en alimentar a la niñez argentina con soja transgénica y con la mal llamada leche de soja, como recuerda Jorge Rulli?
¿Por qué la nueva etapa (desde 2005) conlleva un problema aún mayor, al sumársele la producción masiva de agrocombustibles, con toda su implicancia socio económica devastadora?
¿Por qué las corporaciones cuentan con la legislación para hacerlo, ya que los legisladores le dieron la Ley de Promoción de la producción de Biocombustibles, llamada Ley Monsanto?
¿Por qué las Universidades se han convertido en instituciones prestadoras de servicios de las Corporaciones? ¿Por qué la explosión en Río Cuarto? ¿Por qué los universitarios formados en las universidades públicas son funcionales al sistema de dominación?
¿Por qué nadie habla ni le importa el tema del corte de ruta en Patquia (La Rioja), reclamando que los gobiernos provinciales y nacional paren la entrega de los bienes comunes y el futuro de nuestras tierras? ¿por qué tampoco importa el corte en el Chaco, contra el hambre, la mortalidad infantil y el saqueo? ¿Por qué tampoco importa la protesta contra la exploración de las minas de uranio que luego serán explotadas a cielo abierto en Catamarca y Salta?
¿Por qué los veteranos de Malvinas, después de más de 26 años, continúan todavía reclamando?
¿Por qué todos los sindicatos unidos no marchan por la suba real del salario?
¿Por qué las tasas negativas de interés tienen que ver con el poder financiero de los grupos de poder?
¿Por qué siempre hay dinero para rescatar a los bancos y jamás para rescatar la vida?
¿Por qué las sentencias de la justicia, en general, son funcionales al statu quo?
¿Por qué los diputados no representan al pueblo ni los senadores a las provincias?
¿Por qué el negocio de los biocombustibles impulsado por las grandes potencias va a contramano de los efectos del calentamiento global y lo cuentan diferente?
¿Por qué hay al respecto un acuerdo entre las industrias automotriz, petroquímica y alimenticia y de eso no se habla?
¿Por qué la industria automotriz recibe incentivos vía impuestos, créditos baratos y subsidios varios, mientras el hambre sigue siendo un crimen y a nadie le importa?
¿Por qué no aparecen los presuntos autores penalmente responsable del delito de contaminación peligrosa para la salud previsto en el artículo Nº 55 de la Ley Nacional de Residuos Peligrosos 24.051, siendo que estamos altamente contaminados para beneficios de unos pocos o de intereses transnacionales?
¿Por qué las políticas de las privatizaciones y los ajustes, entre dictaduras y democracias del neoliberalismo, no solo quitaron el ferrocarril, sus talleres, las pesadas cargas del sacrificio, sino que, además multiplicaron la desocupación, el hambre, la falta de agua, de recursos para producir, pauperizando aún más el trabajo, la salud, la dignidad humana; fomentando la injusticia hasta grados extremos? ¿Por qué, salvo maquillajes, las políticas instauradas desde 1976 siguen vigentes?
¿Por qué, los otrora llamados revolucionarios, hoy devenidos en funcionarios progresistas, llevan adelante las tareas pendientes del capitalismo?
«Nuestros pueblos, por ejemplo, sufren la presión angustiosa de bases extranjeras emplazadas en su territorio o deben llevar el pesado fardo de deudas externas de increíble magnitud. La historia de estas taras es bien conocida de todos: gobiernos títeres, gobiernos debilitados por una larga lucha de liberación o el desarrollo de las leyes capitalistas del mercado, han permitido la firma de acuerdos que amenazan nuestra estabilidad interna y comprometen nuestro porvenir» (Fragmentos del discurso del Che en Argel-24/02/1965).