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Prensa burguesa, «el nuevo opio de los pueblos»

Fuentes: Rebelión

Rafael Correa, presidente de Ecuador, afirmó el sábado que la prensa «burguesa» es el «nuevo opio» de los pueblos. Dijo también que tras dejar su gobierno se dedicará a estudiar este fenómeno ya que lo considera «uno de los mayores problemas» de América Latina. El «cuarto poder» es señalado por Correa como un poder ilegítimo […]

Rafael Correa, presidente de Ecuador, afirmó el sábado que la prensa «burguesa» es el «nuevo opio» de los pueblos. Dijo también que tras dejar su gobierno se dedicará a estudiar este fenómeno ya que lo considera «uno de los mayores problemas» de América Latina.

El «cuarto poder» es señalado por Correa como un poder ilegítimo ya que llegan a él quienes con dinero compran o instalan una empresa de comunicación desde donde pretenden dominar, marcar «la verdad» y donde solamente se comunicará lo que a sus intereses convenga.

En contrapartida Correa señala que los medios públicos y comunitarios pueden «aminorar en algo ese conflicto de intereses». Luego del plebiscito del pasado 7 de mayo se habilita al gobierno ecuatoriano a regular los contenidos de la prensa así como a fijar criterios de responsabilidad de medios o periodistas así como también se prohíbe a los medios y a los bancos realizar inversiones fuera de su sector.

En el caso de la República Argentina existen dos grupos económicos que detentan la mayor parte de los medios de comunicación: Grupo Clarín (quien además es propietaria de medios de comunicación en otros países de Latinoamérica) y Telefónica Argentina S.A. La nueva Ley de Medios apunta a evitar la formación de monopolios y oligopolios así como a defender al consumidor, acceso universal y generación de contenidos nacionales, regulación de los plazos de licencias, entre otros.

En Brasil a mediados del pasado mes se lanzó un Frente Parlamentario por la Libertad de Expresión y el Derecho a la Comunicación con Participación Popular. La iniciativa fue creada con el objetivo de ampliar la participación de representantes de entidades de la sociedad civil que defienden la libertad de expresión y el derecho a la comunicación. Entre los coordinadores están el diputado federal Emiliano José. «Tenemos medios profundamente concentrados en manos de pocas familias», dijo el parlamentario, citado por Terra.

A nivel global son las grandes cadenas de noticias internacionales como CNN, Fox, BBC, TVE, repetidas por los diferentes medios locales, televisión, radio, prensa escrita o portales web, las que marcan la línea ideológica de la información así como las encargadas de seleccionar cuales deben ser las noticias a difundir o a ocultar dependiendo de lo que convenga a los intereses hegemónicos que responden a las potencias y los grandes capitales que dominan el mundo.

A lo anterior debemos agregar un nuevo fenómeno conocido como «granjas de contenidos» o «artículos a pedido». Pionera en la materia es la firma Demand Media (www.demandmedia.com) cuyo «manifiesto» reza que su misión es «satisfacer la demanda mundial de contenidos de valor comercial». Su intención final apunta a «crear contenidos que resuelvan problemas, respondan a los interrogantes, permitan ahorrar dinero, hagan ganar tiempo y hagan feliz a la gente».

Nos encontramos en un nuevo escenario donde se muestra al navegante la información que, según un algoritmo que permite identificar cuales son los términos mas buscados en internet y palabras claves utilizadas por los publicistas, «necesita obtener». De esta forma y una vez seleccionados los temas mas buscados en internet se pone en marcha un ejército de unos 10.000 editores freelance que llegan a escribir hasta 6.000 artículos por día. No esperemos información de calidad obtenida de esta forma.

Vemos una tendencia antihegemónica en nuestra América Latina que apunta a revertir el carácter monopólico de los medios de comunicación, con un marcado acento en la defensa del consumidor de contenidos que alienta a pensar que el «nuevo opio de los pueblos» pueda ser reemplazado por contenidos de calidad y donde la información no sea generada o filtrada por los grandes centros de poder económicos y políticos. Pareciera ser que vamos en el sentido correcto, «¿quién dijo que todo está perdido?»

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.