Se realizó una caravana en rechazo al proyecto que costaría U$S 200.000 millones.
Distintos partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales realizaron una caravana en la provincia de Neuquén, lo hicieron en forma de rechazo a la instalación de una base militar estadounidense en esa provincia. La nueva base norteamericana en esa ciudad capital fue anunciada como una nueva sede de «Defensa Civil», la construcción es financiada por el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos.
Se organizó una caravana de protesta en la cual centenares de autos marcharon hasta el terreno donde se construirá la base. Los vecinos están indignados y remarcan que Neuquén sabe muy bien lo que significa perder soberanía. Resulta que en esta provincia funciona una operativa especial China, donde las leyes argentinas no están vigentes.
Cabe destacar que este proyecto comenzó en 2012 con el entonces gobernador Jorge Sapag, pero luego se paralizó un año más tarde, como rápida respuesta al escándalo que se desató en Chaco -donde hubo manifestaciones en repudio a la sede en esa provincia- cuando descubrieron que se trataba de una base militar norteamericana.
Las «bases humanitarias» están prontas a ser activadas: ante las molestias que le puedan ocasionar los trabajadores y el pueblo reclamando la recuperación del gas y el petróleo. La gente denuncia que estas bases son las figuras que usa el Comando Sur, para vender a la sociedad neuquina la construcción de esta nueva sede de «Defensa Civil».
El edificio será construido por este organismo militar norteamericano, donde también harán un galpón de 600 metros cuadrados, que podrá funcionar como centro de evacuación ante eventuales catástrofes.
Para esto cuenta con un área que podría destinarse a dormitorios, amplios baños, una cocina, una sala de cuidados médicos e incluso una sala para conferencias y un helipuerto. Estas construcción demandará un costo de U$S 200.000.
Cuando esta noticia trascendió en Neuquén el pueblo mostró su rechazo, sin embargo, el gobierno neuquino brinda información es escasa sobre el proyecto. La gente explica que no celebraron el 9 de julio porque consideran que están monitoreados y controlados por Estados Unidos.