¿Puede realmente aparecer Santiago Maldonado? La pregunta es inquietante pero necesaria. Escuchamos a diario a los gurués electorales del gobierno afirmar que el caso Maldonado no tiene impacto electoral: ¿Es realmente así? De aquí nuestra pregunta: ¿Puede realmente aparecer Santiago después de dos meses de hipótesis falsas, encubrimiento permanente e inacción judicial? Es imposible pensar […]
¿Puede realmente aparecer Santiago Maldonado? La pregunta es inquietante pero necesaria. Escuchamos a diario a los gurués electorales del gobierno afirmar que el caso Maldonado no tiene impacto electoral: ¿Es realmente así? De aquí nuestra pregunta: ¿Puede realmente aparecer Santiago después de dos meses de hipótesis falsas, encubrimiento permanente e inacción judicial? Es imposible pensar que el desenlace no tendrá consecuencias para un gobierno que quedaría expuesto.
¿Por qué no lo buscaron?
¿Por qué investigaron su vida y no su paradero?
¿Por qué husmearon en su intimidad y no en la gendarmería y sus autoridades políticas? Desde el principio intentaron desvirtuar lo ocurrido: Cuando se quedaron sin teorías alternativas (Chile, Entre Rios, la puñalada, el auto-sacrificio, etc.) y se volvía insostenible la complicidad entre Bullrich- Gendarmería parecía que la verdad de los hechos se precipitaría.
Sin embargo, optaron por no investigar, esconder pruebas, acusar a la comunidad mapuche y acudir a un nuevo disparate: el piedrazo, el ahogamiento y un par de gendarmes sueltos. Políticamente subestimaron el peso de un desaparecido en democracia, intentaron rebajar la calidad de ciudadano de Santiago Maldonado y lo estigmatizaron como un artesano que no merecía ser buscado, pero la presión social convirtió la cara de Santiago en un símbolo insoslayable.
Con todo, el gobierno siguió esperando que los «focus groups» de Durán Barba dieran señales de la centralidad del tema. Macri estuvo un mes en silencio, sin respuestas para un tema que nunca pensaron abordar. El relato que el gobierno no tuvo lo construyeron el saliente Juez Otranto y los medios cercanos a Casa Rosada. Cambiemos parece no asumir la responsabilidad de conducir un Estado democrático, donde deben velar por sus ciudadanos, aún cuando el desaparecido defienda ideales contrarios a los intereses del gobierno. En concreto, el «acontecimiento Maldonado» expone el rol de Gendarmería como seguridad privada de los terratenientes íntimos del Presidente, que garantiza la propiedad extranjerizadas frente a la «amenaza mapuche»; si algo semejante existiera. Después de dos meses de impunidad es importante preguntarnos: En qué condiciones podría aparecer Santiago Maldonado, y si esas condiciones serían soportables para el gobierno y para nuestra democracia. – ¿Qué tan cierto es que no tendría impacto?
Imaginan que una posible aparición sin vida de Santiango Maldondado después de dos meses y un rol estatal-gubernamental vergonzoso ¿No desataría una crisis política?
Estamos frente a una ingenuidad absoluta o frente a una malicia descomunal, una nueva maniobra para desdramatizar uno de los hechos más graves desde el retorno democrático:
Un ciudadano que ejercía su derecho a reclamar desaparece en manos de una fuerza pública y todo el aparato estatal encubriendo: Gobierno, Justicia y Gendarmería. Nos queda una pregunta final: ¿La aparición de Santiago Maldonado depende de una decisión política?
Abel Rausch. Lic. Ciencia Política y Presidente PJ Luján
@abelrcp
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