Era ya demasiado tiempo pensando en que lo teníamos que montar. Nos costaba ponernos a ello. Pero al final lo hicimos. Todo eran dudas, ¿Ya hay medios alternativos? ¿Hay mucha gente que visita las páginas Web de Internet para informarse? ¿Somos suficientes para ponerlo a funcionar? ¿Y si no funciona?Arrancar con un proyecto de este […]
Era ya demasiado tiempo pensando en que lo teníamos que montar. Nos costaba ponernos a ello. Pero al final lo hicimos. Todo eran dudas, ¿Ya hay medios alternativos? ¿Hay mucha gente que visita las páginas Web de Internet para informarse? ¿Somos suficientes para ponerlo a funcionar? ¿Y si no funciona?
Arrancar con un proyecto de este tipo requiere de mucho esfuerzo y compromiso, y la precariedad que vivimos dificulta la participación continua y constante que este proyecto exige. Mirábamos a un lado y veíamos Rebelión, un proyecto alternativo del que hay que tomar nota. Rebelión ha sido pionero en la red, naciendo tras él muchos otros proyectos que lo han tomado como referente. Un referente informativo de la izquierda y de los movimientos sociales, un granito de arena en la lucha que ahora también nosotros nos disponemos a llevar a cabo.
Nos planteamos sumarnos al espacio de los proyectos de información alternativa que ahora existen. Entendemos que hay espacio para todos y que es más necesario que nunca tejer una red que permita dar cobertura al marco local y al internacional, sin que ningún ámbito quede descubierto, estableciendo relaciones de cooperación entre los distintos medios alternativos que se mueven por la red.
La importancia de la colaboración entre todos los proyectos es una necesidad imperativa. La solidaridad toma papel protagónico en una lucha en que el enemigo es el más fuerte, y el reto muy arriesgado. Es una batalla ya abierta que no cuenta con la simpatía de los que ahora mismo mandan, tampoco la buscábamos, todo lo contrario, estaremos haciendo bien nuestro trabajo cuando seamos su mayor quebradero de cabeza.
Un viaje que comenzamos conscientes de su dificultad a la vez que ilusionados con el reto. TerceraInformación nace desde la modestia y saludando a todos los que aquí ya estaban. TerceraInformación como expresión de los que practican la denuncia, la condena de las injusticias. TerceraInformación como propuesta de un modelo de comunicación con métodos diferentes ligado a otro modelo social cimentado en la participación de los ciudadanos. Un modelo participativo que anhelan las «democracias» actuales y los modelos de estado imperantes, plutocracias y reinados obsoletos como el de nuestro país que solo sirve para retrasar la llegada de la III República. Así fue como contestábamos alguna de nuestras preguntas.
Apenas un breve espacio de tiempo fuimos dos a los que pronto se unieron muchos más. Y la lista no para de incorporar más gente. Un proyecto informativo comenzado e impulsado por gente muy joven, sin ninguna experiencia similar. Ganas y esfuerzo es el elemento común de todos nosotros, por eso ahora nuestra composición se convierte en intergeneracional. Así nace TerceraInformación (3i).
Rabia y ganas de plantar cara a los mercenarios que todos los días llenan de mentiras los medios de comunicación. Interesados algunos de ellos, y respeto también a otros muchos profesionales que conforman esa realidad, pero que no tienen otra alternativa, tampoco se trata de hacer culpables a los que una realidad les obliga a no desarrollar su trabajo en un entorno más libre. Rechazamos la propiedad privada de la información, por eso basamos nuestra publicación en licencia Creative Commons para que cualquiera pueda disponer de la información y reproducirla. Es un nuevo concepto de comunicación ya utilizado, socializar los contenidos y no contemplar la competencia.
Aunque ya existen proyectos similares, no son suficientes para plantar cara a los poderes mediáticos que día a día consiguen mantener un clima de supuesta estabilidad con métodos que llevan a tapar la verdad, y en muchos otros casos sacar en sus principales noticiarios sucias mentiras o sutiles manipulaciones sobre la situación mundial. La globalización muestra su cara más feroz y los medios de comunicación la maquillan. Nos engañan, nos mienten y a la vez que distorsionan la información veraz, ambicionan hegemonizar la opinión pública con el discurso de los grupos económicos dominantes. Cuesta encontrar información sobre lo que ocurre en los barrios marginales de medio mundo, sin embargo todos sabemos que la nueva OPA lanzada esta semana tendrá consecuencias muy satisfactorias para la economía de nuestro país.
El monopolio de la información se ve en peligro gracias a la llegada de las nuevas tecnologías, de las que cada vez son más los usuarios habituales. Internet está abriendo una brecha. La posibilidad de crear redes de información alternativa, redes de contrainformación sin apenas costes económicos, da la oportunidad a los ciudadanos de estar informados a tiempo real y, lo más importante: da la oportunidad de seleccionar el tipo de información que quieren recibir. Pretendemos que el receptor venga a ser un sujeto activo en los procesos de comunicación. Contribuyen a romper con el bloqueo de los grandes medios y sobre todo nos abre paso, les hace incontrolable nuestra lucha.
Democratizar la sociedad de la información se convierte en una prioridad, una necesidad, romper los viejos métodos de comunicación en los cuales no hay cabida para la opinión de los más débiles. Se anulan los espacios para las reivindicaciones sociales, para las voces de los desfavorecidos, para las de los pueblos que gritan en todo el mundo por un sistema más justo.
Desde una cara afable se presentan como la solidaridad hacia los pobres y la condena de los crímenes mundiales, de los que son cómplices directos. El control de los medios de comunicación por las grandes corporaciones elimina la posibilidad de una gestión democrática de estos, que los haga herramienta útil para la información de los ciudadanos. La sociedad de la información se convierte en la sociedad de la desinformación, donde el ciudadano se conforma con lo que lee o escucha, pero duda de su credibilidad. Los medios de comunicación cada vez están más desprestigiados, lo que no es suficiente para impedir que sigan cumpliendo su papel de control sobre la opinión pública, necesario para que el orden mundial no destape sus fisuras, cada vez mucho más grandes. Los medios de comunicación cumplen varias funciones, y de paso son herramientas de difusión ideológica. Son capaces en cuestión de horas de deslegitimar decisiones soberanas de los pueblos o conseguir justificar el golpe de estado de algún compinche dictador.
Por eso nuestro trabajo ha de llegar a las universidades, a las escuelas de futuros informadores, conseguir que los medios de comunicación se conviertan espacios universales, inclusivos, libres y accesibles a los ciudadanos. Debemos releer los conceptos y aplicarlos a los nuevos tiempos.
Informar a los informadores era uno de los principios de la agencia de noticias clandestina ANCLA. Se crea en plena dictadura argentina para dar respuesta a la unidireccionalidad de la información, con procedimientos no usados antes, en un país tomado y torturado por los militares.
«… la agencia buscó romper la tradicional polaridad donde un emisor fuerte se dirige en forma unidireccional a una masa anónima de receptores pasivos: a partir de la distribución de sus cables apeló a que cada receptor se convierta en un nuevo emisor, generando una cadena de información que sin duda desafió al silencio.» [1]
ANCLA no es más que la respuesta a un sistema autoritario en el que los sujetos arriesgan sus vidas por hacer que la información llegue a cada rincón del país. Crear medios como ANCLA son decisiones obligadas, utilizadas para contraatacar las agresiones de los gobiernos que se imponen mediante el terror.
«Los fundamentos de esa práctica política deben buscarse en su propia razón de ser, que responde, a su vez, a un triple objetivo: propiciar la participación popular en el proceso comunicacional en tanto fuentes y retransmisores de la información; oficiar como medio de contrainformación y, finalmente, funcionar como instrumento de acción psicológica contra el poder económico y militar» [1]
Hemos de incidir en un concepto repetido en este artículo: democratizar la información. Esto ya se plantea en el informe McBride aprobado por consenso en la Conferencia General de la UNESCO hace ya más de 25 años. Informe que provocó tensiones internas e indujo a la salida de EEUU y Reino Unido de la UNESCO. La libertad de expresión ya ni siquiera se ve amenazada, prácticamente no existe, los grandes grupos económicos deciden a quien se le da la palabra. Diseñan los espacios de opinión, los miden al detalle para que cuidadosamente lancen el mensaje adecuado.
Un proyecto comunicativo que presuma de alternativo debe ser capaz de destapar las contradicciones al sistema, de ponerlo en jaque, de hacerle dar explicaciones. A su vez debe ser tomado como herramienta de organización, punto de partida para la condena de las injusticias que provoca el actual sistema, en todos los rincones del planeta.
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[1]. – (Agencia de noticias clandestina) Una experiencia de comunicación clandestina orientada por Rodolfo Walsh. Autora: Natalia Vinelli