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Raül Romeva, ¿un político de izquierda?

Fuentes: Rebelión

Titular de El País del pasado jueves 16 de julio, primera página del global-imperial-Herr Schäuble: «Mas pone al frente de su lista unitaria a un político de izquierda.» En lo de «Mas pone», han acertado. El hijo político del ex molt honorable pone y dispone. En lo de la lista unitaria, no, de ningún modo, […]

Titular de El País del pasado jueves 16 de julio, primera página del global-imperial-Herr Schäuble: «Mas pone al frente de su lista unitaria a un político de izquierda.»

En lo de «Mas pone», han acertado. El hijo político del ex molt honorable pone y dispone. En lo de la lista unitaria, no, de ningún modo, porque no lo es. No une ni siquiera el ámbito nacionalista-independentista-pseudosoberanista. Es la lista del, con o para el president y las finalidades desconocidas de él y sus próximos. Pero ciertamente es una lista llena de luchas e inconsistencias.

Pero donde han errado completamente los editorialistas del global-neoliberal es en lo otro, en lo de «político de izquierda». Eso sí que no, de ninguna de las maneras aunque seamos muy generosos con el término «izquierda». Raül Romeva es todo un político profesional, de estrategia y movimientos pensados y muy diseñados, que tiene de izquierda lo mismo que pueda tener yo de conocedor experto de la literatura vietnamita contemporánea. En ambos casos se impone una biyección no discutida con el conjunto vacío. No hay nada, nada de nada, detrás de los respectivos referentes.

Pero no es solo eso, no es solo que no hay pulsión de izquierda ni por asomo. Es que Raúl Romeva, con la ayuda de su ex partido, ICV (que ahora, según parece, ya no le resulta útil para sus «objetivos»), cometió dos fraudes políticos, de ley y caradura poliética, cuando se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo. Se ubicó -y le ubicaron- como cabeza de lista de ICV-IU en Catalunya. Consiguió los votos de ciudadanos y ciudadanas favorables al programa de Izquierda Unida, el mío entre ellos, y una vez elegido se pasó al día siguiente, la misma noche tal vez, a las filas del grupo europeo de Die Grünen, manteniendo posiciones totalmente contrarias a las defendidas por la candidatura por la que salió elegido. ¿Inconsistencias? ¿Incoherencias? ¿Engaños? Pelillos a la mar. Y a quién le importa lo que yo pienso, lo que yo hago, cantaba o chillaba Alaska y su grupito posmoderno.

Si quieren conocer, además, algunas de las asociaciones y colectivos a los que perteneció RR (no sé si aún es miembro) durante sus años europeos, consulten el libro que Àngel Ferrero y otros autores publicaron sobre Europa en La Oveja Roja. Tendrán alguna sorpresa berlusconiana.

Desde un punto de vista federalista, eso sí, la verdad es la verdad la diga Agamenón o la señale su porquero, la elección de RR como cabeza de la lista «unitaria» (quin riure, unitària!) es una de las mejores cosas que nos han pasado en estos cuatro últimos años de división, soledad y desesperación. ¿Le han informado bien a don Artur Mas? ¿Han vuelto a meter la pata, como en 2012, sus sesudos asesores? ¿Lo ha meditado, lo han reflexionado suficientemente? ¿Un Romeva, todo un Romeva, encabeza una lista pro-independentista (¿y qué más por cierto?) en la que se ubica en cuarto lugar al presidente más ultra-neoliberal de la historia de Catalunya, tienen éxito en su empeño (imposible a no ser que la lista no-unitaria cuente o sume con votos «escondidos» de otras candidaturas tipo CUP o «Catalunya sí que es pot»), y entonces un político de raza como él, profesional donde los haya, sin prudencia política conocida, ceda graciosamente el trono y la vara de mandar a un político (¿en declive?) como Artur Mas? ¿Y en un momento «histórico» además, pudiendo ser citado en los libros de historia del futuro como el primer president de Catalunya que llevó a su país al desastre, a una mayor división y a un enfrentamiento interno y externo por falsarios motivos liga-nordistas, nacionalistas excluyentes y, en muchos casos, abonados por nudos de una cosmovisión que desprecia a gentes de otras comunidades hermanas (recuerden los «chistes» de Mas sobre los niños andaluces y gallegos)?

No, no me lo puedo creer. ¿Ceder, he escrito ceder poder? ¡Los Romeva ya no son lo que eran! ¡Qué cesiones ni qué tonterías! ¡El poder es mío, el poder soy yo! ¡Venga Romeva, tú sí que puedes!

Ahora, por supuesto, deconstruyendo y reconstruyendo, entendemos mucho mejor sus apariciones ininterrumpidas en TV3, especialmente en ese programa de hooligans independentistas posmodernos llamado .Cat, y en Catalunya Ràdio. Es ley conocida: RomaCat paga muy bien a sus servidores y publicistas.

Me olvidaba: Raül Romeva, que vive en una ciudad de gente guapa y molt convergent, Sant Cugat del Vallès, nació en Madrid -és un madrilenyo!- y, por supuesto, es licenciado en Ciencias Económicas. Uno de los ámbitos de investigación de Karl Marx y Manuel Sacristán. Quina diferència!

PS1. En páginas interiores del global-imperial otro titular, este con Miquel Iceta como protagonista: «La independencia es un espejismo, como el referéndum de Grècia». ¿A qué duele mucho? Corto y cierro. Aquesta era l’esquerra catalana transformadora?

PS2. Enric Juliana me dado la idea. Pero aún proviniendo de él, y sin su distancia y aparente lejanía un pelín cínica, me parece razonable. ¿Saben a qué otros políticos se parece don RR? Efectivamente, a Josep Benet y a Ferran Mascarell. Nos duele mucho a muchos pero el PSUC de los viejos tiempos estaba llenito de nacionalistas… y de oportunistas. Lo que había, la herencia de esa rama del partido de algunos comunistas catalanes.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.