En uno de los planos cinematográficos de la historia fílmica de la Revolución cubana [1] aparece un jovencísimo Fidel Castro con un libro en las manos. Estamos en 1958. Fidel viste uniforme de batalla y el escenario es la Sierra Maestra. Su mirada trasluce la serena veneración que los grandes personajes de la Historia siempre […]
En uno de los planos cinematográficos de la historia fílmica de la Revolución cubana [1] aparece un jovencísimo Fidel Castro con un libro en las manos. Estamos en 1958. Fidel viste uniforme de batalla y el escenario es la Sierra Maestra. Su mirada trasluce la serena veneración que los grandes personajes de la Historia siempre tienen por sus mentores ideológicos. El libro es -¿podría haber sido de otra manera?- de José Martí. Y el comandante lee ante la cámara: «Viví en el monstruo y le conozco las entrañas; y mi honda es la de David». Es difícil resumir tanta belleza revolucionaria en tan pocas palabras. Martí, el padre espiritual de la Cuba moderna e insumisa, fue un excelso poeta además de un hombre de acción.
Octubre de 1996. El escenario es la Casa de Campo de Madrid durante la fiesta anual del Partido Comunista de España (PCE). Allí, superadas las dificultades técnicas habituales de la época, un periodista y un informático presentan ante el escaso público asistente un periódico virtual de nombre tan significativo como el ideario que lo sustenta, Rebelión (www.rebelion.org). No es de ninguna manera casual que la pequeña historia de aquel alumbramiento fuese luego escrita y publicada en estas mismas páginas por el joven periodista que actuó de partero: «Fue un acto minoritario de amigos e incondicionales; la organización nos dio una sala a una temprana hora de la mañana, más por la amistad que nos unía que porque entendieran qué cosa íbamos a presentar». De nuevo, como si las palabras del comandante resonasen todavía en el aire, el título escogido para dicho artículo repite las maravillosas palabras martianas: La honda de David [2]. Sí, Rebelión es una honda virtual portadora de armas inteligentes que no siembran destrucción, pues al contrario de las del monstruo Goliat no están hechas de pólvora mortífera, sino de palabras rebeldes y esperanzadoras, que navegan día tras día por las trincheras del ciberespacio para llevar el ideal socialista a todos los rincones de la casa común donde se habla la lengua de Cervantes.
Dice el tango que veinte años no es nada, pero los diez que hoy se cumplen desde que nació Rebelión han sido mucho más generosos y fructíferos de lo que el periodista y el informático seguramente soñaban en aquel mes otoñal de 1996 [3].
Hoy, desde estas líneas, alzo mi copa y brindo con los compañeros del colectivo rebelde, editores, autores, traductores, lectores todos: ¡Salud, Rebelión!
Referencias
[1] La Revolución cubana, Capítulo 2: Antes del 59, Impulso Records 2004 (DVD). Véase: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=9089
[2] Pascual Serrano, La honda de David. Véase: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10881
[3] Carlos Martínez, Atacando el monopolio de la información desde los medios digitales. Véase: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=29547 (en inglés: www.axisoflogic.com/artman/publish/article_21780.shtml).
El autor tiene a bien dedicar estas líneas a la memoria de José Martí y al comandante Fidel Castro.
Manuel Talens es escritor español, miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Este artículo es copyleft y se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y mencionar al autor y la fuente.