El Congreso Nacional de Argentina rechazó por unanimidad el referendo ilegítimo impulsado por Reino Unido a través del cual los habitantes de las Islas Malvinas se manifestaron a favor de mantener su status político como colonia británica de ultramar. Con anterioridad, desde el gobierno nacional argentino se desconoció la votación, la cual fue considerada como […]
El Congreso Nacional de Argentina rechazó por unanimidad el referendo ilegítimo impulsado por Reino Unido a través del cual los habitantes de las Islas Malvinas se manifestaron a favor de mantener su status político como colonia británica de ultramar. Con anterioridad, desde el gobierno nacional argentino se desconoció la votación, la cual fue considerada como una maniobra de manipulación del conflicto en pos de legitimar el colonialismo.
En primer lugar expidió su repudio el Senado el día miércoles, el cual con el acuerdo de todo el arco político emitió una declaración en la que se repudió la consulta realizada por los isleños el domingo y lunes pasado por considerar que son pobladores que los ingleses «implantaron en las Malvinas». Ese argumento responde a la estrategia de Reino Unido de apelar al principio de autodeterminación de los residentes en el archipiélago. En ese marco, el documento hace hincapié en que el conflicto es en torno a la soberanía que vulneró Reino Unido en 1833 al usurpar el territorio isleño.
Según la potencia colonial, eran los habitantes de las islas – kelpers, según los denominan- quienes tenían el derecho a elegir bajó qué bandera ampararse. Desde el Estado argentino se comprende que ese argumento no es válido en la medida en que no se trata de un pueblo resistiendo contra una ocupación, sino que hubo trasplante de habitantes de un lugar a otro, de un país a otro. De allí que la discusión deba encauzarse en torno a la soberanía en contra del colonialismo.
Desde la Cámara de Diputados del Parlamento argentino también se alcanzó la unanimidad de los legisladores para expresar «el más enérgico rechazo a la votación por tratarse de una acción unilateral e ilegítima contraria a lo establecido por las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas, sin consecuencias jurídicas internacionales».
El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Daniel Filmus, calificó al referendo como «un ejercicio de autosatisfacción» y repudió que el gobierno británico empleé como excusa para no iniciar negociaciones al conflicto bélico que enfrentó a ambos países en el año 1982. En el mismo sentido se expresaron referentes de diversos partidos políticos que apoyaron las declaraciones emitidas en ambas Cámaras Legislativas.
El Estado argentino intentó en diversas oportunidades iniciar un diálogo diplomático con Reino Unido en base a una resolución de las Naciones Unidas (ONU), la cual a través de la Asamblea General y el Comité Especial de Descolonización, en 1965 instó a los dos países a solucionar el conflicto. Para la ONU la discusión está enmarcada en la descolonización y disputa de soberanía que debe ser resuelta en negociaciones bilaterales. El Estado europeo rechazó sistemáticamente todas las resoluciones y se negó a iniciar diálogos con el Estado del Sur de América.
Como era de esperar, los ingleses habitantes de las Islas Malvinas ratificaron con sus votos la voluntad de seguir siendo británicos. El día después de la consulta, el primer ministro británico, David Cameron, sacó a relucir su tono provocador y resaltó la obviedad de que «las Islas Falkland (Malvinas) pueden estar a miles de millas de distancia, pero sus habitantes son británicos hasta la médula y eso es lo que quieren seguir siendo. La gente tiene que saber que siempre estaremos ahí para defenderlos». A principios de este año, el premier también había amenazado con la capacidad militar de su país.
La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, no tardó en responder que el resultado de la votación era irrelevante en la medida en que se trataba de otra maniobra dilatoria para no discutir soberanía. La futilidad del referendo incluso fue destacada por un funcionario británico, el responsable de la Cancillería británica para Asuntos de América Latina, Hugo Swire, quien debió admitir que la consulta no producía ninguna alteración desde el punto de vista legal.
El Estado argentino cuenta con el apoyo de organismos internacionales tales como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), espacios que también rechazaron al referendo.
Fuente original: http://www.noticiaspia.com.ar/rechazo-unanime-del-congreso-legislativo-argentino-al-referendo-ingles-en-malvinas/