Una vez más el Ingenio Ledesma es noticia, y esta vez es por la brutal represión desatada contra cerca de 500 familias, pertenecientes a la Corriente Clasista y Combativa, que tomaron un predio perteneciente al Ingenio, en Libertador General San Martín, Provincia de Jujuy. Estas familias fueron desalojadas violentamente por la Policía de la Provincia, […]
Una vez más el Ingenio Ledesma es noticia, y esta vez es por la brutal represión desatada contra cerca de 500 familias, pertenecientes a la Corriente Clasista y Combativa, que tomaron un predio perteneciente al Ingenio, en Libertador General San Martín, Provincia de Jujuy. Estas familias fueron desalojadas violentamente por la Policía de la Provincia, que desde las 6 de la mañana con fuerzas de infantería y caballería reprimieron en forma violenta con balas de goma y de plomo.
El resultado hasta el mediodía era de 3 muertos y aproximadamente 6 heridos. Lo llamativo de esto, según expresiones del dirigente Eduardo Mosquera de la CCC de Ledesma, es que en el día de ayer habían hablado con representantes de la empresa y quedaron en establecer un diálogo.
Sin embargo, muy temprano comenzó la dura represión y de acuerdo a un representante del Centro de Acción Popular Olga Márquez de Aredez, Julio Gutiérrez, luego de los gases, la e mpresa Ledesma comenzó a pasar topadoras donde estaban las carpas de la gente asentada.Los representantes de las familias, que hicieron responsables de la tremenda represión, a la Empresa Ledesma, al Gobierno de la Provincia de Jujuy y al Juez Samán, quién ordenó el ataque, dijeron que en la provincia hay muchísimas familias que están necesitadas de tierras para vivir y para trabajar.
¿Cuánto más tiene que esperar nuestra gente para que de una vez por todas, el estado argentino pueda brindar a cada familia campesina o a cada comunidad indígena, la tierra que le corresponde y que la mayoría de las veces está en manos de extranjeros o de empresas que no las producen?
El gobierno presentó un proyecto por el que se limita la compra de tierras a extranjeros, eso es justo, pero más justo sería que se reconozca el derecho sobre sus territorios ancestrales a las comunidades indígenas y se diera posibilidad de tenerlas y producirlas a los campesinos que no las poseen. ¿Cuánta violencia más tiene que pasar para que se atiendan los reclamos de quienes sólo quieren vivir y trabajar dignamente?Adolfo Pérez Esquivel, Fundación Servivio Paz y Justicia
Fuente original: http://alainet.org/active/48347