¿De qué hablamos cuando decimos que es necesario defender la libertad de expresarnos y opinar en períodos de retroceso para nuestros pueblos? Sin duda, a poder atravesar con nuestras informaciones, denuncias y coberturas periodísticas el muro del mentiroso discurso oficial. Pero sobre todo, en ofrecerle la posibilidad de contar sus reclamos y repetidos dolores a […]
¿De qué hablamos cuando decimos que es necesario defender la libertad de expresarnos y opinar en períodos de retroceso para nuestros pueblos? Sin duda, a poder atravesar con nuestras informaciones, denuncias y coberturas periodísticas el muro del mentiroso discurso oficial. Pero sobre todo, en ofrecerle la posibilidad de contar sus reclamos y repetidos dolores a quienes a diario son protagonistas de la escalada neoliberal que padece actualmente el país. Partiendo del hecho de saber que esta actitud no gusta a quienes ejercen el poder estatal, los comunicadores sociales, los periodistas de medios alternativos, somos un simple nexo para que quienes no tienen habitualmente los canales para expresarse puedan hacerlo. Y tratamos de hacerlo, le duela a quien le duela.
Eso es precisamente lo que en esta Argentina gobernada por la derecha está en juego todos los días: desafiar la política del unicato informativo. Enfrentar las falsedades de los medios hegemónicos, que tratan de pintar una realidad que no condice con lo que le ocurre habitualmente a trabajadores, estudiantes, peones rurales, jubilados. Denunciar a quienes edulcoran «informativamente» la brutalidad del sistema con titulares que convierten habitualmente a los victimarios en víctimas y a los agredidos en sospechosos. Poner a la intemperie a quienes apelan repetidamente a descalificar las movilizaciones populares porque provocan «caos en el tránsito» y no se inmutan cuando altos funcionarios hablan de ejecutar protocolos represivos que son copia de otros similares aplicados en tiempos de dictadura o en los peores momentos de la democracia burguesa de los años 90.
Por el otro andarivel, caminamos precisamente quienes pensamos que el periodismo debe estar íntimamente ligado a las luchas de nuestro pueblo, sin minimizar sus debilidades pero a la vez sin ocultar sus razones para enfrentar al poder con toda la contundencia que se requiere en estos casos.
Se trata de ejercer la profesión de informar en estas circunstancias a pesar de que pueda generar dificultades y también ciertos riesgos para quienes la practicamos. Esto último es precisamente lo que ahora está viviendo Resumen Latinoamericano después de la incursión y asalto producido en nuestra redacción la pasada noche del 31 de diciembre en que los «desconocidos de siempre» se apoderaron de todos nuestros equipos de video, audio y archivos con los que habitualmente trabajamos para sacar al aire nuestro programa televisivo y radial.
No ocultamos que nos golpearon duro en esta ocasión, cómo negarlo si cualquiera de nuestros colegas sabe lo que cuesta -a nivel económico- ir equipándose año a año para estar a la altura del desafío descomunal de hacer periodismo contracorriente. Pero eso no es todo, ni siquiera lo más importante, ya que los materiales de trabajo se podrán ir reemplazando con el tiempo y la inmensa solidaridad de nuestra querida gente. Lo que más duele es revivir momentos que hasta ayer nomás creíamos superados y que ahora regresan en toda su dimensión.
Los que ahora asaltaron nuestras redacción buscaron disfrazar de robo lo que lisa y llanamente fue un allanamiento ilegal. Para ello contaron con la impunidad de encubrir su incursión en una fecha tan especial que les facilitó moverse cómodamente, Así pudieron hacer desaparecer entre otros insumos el archivo de por lo menos diez años de trabajo audiovisual, de un medio que este año cumple 24 años de existencia.
Como esos despreciables roedores que circulan entre las cloacas en las noches de Buenos Aires, nuestros «visitantes» habrán hurgado entre nuestras pertenencias, revisarían los libros que más nos gusta releer, buscarían papeles «comprometedores» donde sólo hay noticias, se entretendrían con las carpetas temáticas e incluso hasta se habrán burlado soezmente de la portada de nuestra última edición del periódico de homenaje al Comandante Fidel. Todas «actividades» nocturnas se esmeraron en hacerlas con suma prolijidad, con excesiva pulcritud, para demostrar de esa manera que este no era un asalto más, sino que con su actitud daban también una señal. Buscaban amedrentar y disciplinar. A nosotros y a otros como nosotros que pudieran escuchar el mensaje. No lo escribieron, pero queda claro su contenido: «Déjense de joder con enfrentar al Sistema».
Junto a distintos medios populares Resumen Latinoamericano viene pregonando desde hace un año que estos planes económicos neoliberales cierran siempre con represión pero también advertimos, que buscan prioritariamente quitar del medio a quienes puedan ser portavoces de las distintas formas de resistencia a los atropellos, despidos, tarifazos y otras variantes agresivas ya conocidas. Para ello, persiguen y encarcelan a dirigentes sociales y populares, o convierten a provincias como Jujuy en un laboratorio en el que se hacen todas las pruebas de métodos de disuasión represiva, tanto policial como judicialmente.
Frente a este estado de cosas, es necesario decir que a pesar del saqueo producido en nuestra redacción (¿cómo llamarlo si no es con este término tan mal usado en otras ocasiones?) Resumen Latinoamericano sigue adelante. Defenderemos el derecho a expresarnos y opinar sobre lo que ocurre, sin ataduras ni condicionamientos de ninguna especie, independientemente del Estado y de sus derivados. Parándonos como siempre junto a los que sufren las políticas devastadoras producidas por el capitalismo, ubicándonos con nuestros hermanos y hermanas que viven esta profesión con pasión y compromiso, desde abajo y a la izquierda. Haciendo honor al legado de Rodolfo Walsh y reivindicando a todas y todos los compañeros que nos enseñaron que la información es formación, y que el principal enemigo de la inteligencia es la auto-censura.
A quienes han tratado de «disciplinarnos» o apartarnos del camino, les responderemos, como decimos en nuestro programa radial, «con más y más» Resumen Latinoamericano, dando testimonio en tiempos de tiranía institucional.
PD: Este viernes 6 de enero, junto a sindicatos, organizaciones sociales y populares, denunciaremos en conferencia de prensa estos graves hechos que nos afectan. Será en el Hotel Bauen (recuperado por sus trabajadores) a las 11 horas.