Al parecer los que creyeron que la crisis del régimen político español había terminado estaban equivocados medio a medio. Como todos sabemos sigue instalada la bomba de tiempo catalana. Un artefacto que si explota podrá en tela de juicio toda la institucionalidad española y también a la Monarquía. No es casualidad que los catalanes a […]
Al parecer los que creyeron que la crisis del régimen político español había terminado estaban equivocados medio a medio. Como todos sabemos sigue instalada la bomba de tiempo catalana. Un artefacto que si explota podrá en tela de juicio toda la institucionalidad española y también a la Monarquía. No es casualidad que los catalanes a la votar si en el referéndum estarán votando también si a una Republica. Así lo ha entendido el estado mayor de la «inteligencia», el «Deep State» ( estado profundo) de España que este año prácticamente no ha tenido vacaciones.
En círculos bien informados se sabe que está funcionando a toda maquina en coordinación permanente, una especie de estado mayor semi-secreto organizado para defender a troche y moche a la monarquía borbónica. Las dos figuras publicas más importantes de este «comando de elite» son nada menos que Rajoy y Rubalcaba; ambos salvaron del nockout a la corona en junio del 2014. (uno desde la Presidencia del gobierno, el otro desde la Secretaria General del PSOE).
Desde eso días – cuando el Rey Juan Carlos tuvo que abdicar ante el creciente desprestigio de su reinado – la coordinación de «inteligencia» no ha hecho más que estrechar vinculos. Tanto Rubalcaba como Rajoy son súbditos de confianza, ambos han sido Ministros del Interior y por tanto se mueven como expertos en la cloacas del estado y de la política.
Entre estos dos pájaros el «socialista» Alfredo Pérez Rubalcaba merece una atención especial. El conocido como Fouché español declaró en su momento que se retiraba de la política, sin embargo pocos meses después fue designado miembro del staff editorial del diario El País.
Desde esa privilegiada atalaya ha comandado todas las maniobras para evitar un viraje a la izquierda dentro del PSOE; fue el artífice del golpe de «estado» que defenestró a Pedro Sánchez, más tarde dirigió, silenciosamente, la estrategia electoral de Susana Díaz y, ahora encabeza toda las campañas de intoxicación comunicativa contra el referéndum catalán y articula la defensa a ultrance de Felipe Sexto y del régimen del 78.
Un dato a tener en cuenta, el nombramiento de Rubalcaba en su puesto de mando en El País no tiene nada de extraño, es parte del diseño estratégico comunicacional del imperio estadounidense. Los nexos entre la vieja cúpula del PSOE y los servicios de inteligencia y de seguridad de los Estados Unidos son de muy vieja data. Tanto es así que Javier Solana (ex bi-ministro de Felipe González) llegó a ser secretario general de la OTAN desde 1995 a 1999.
El cargo y el papel de Rubalcaba es crucial en un mundo donde el mando de las guerras de cuarta generación está emplazado en el control y manipulación de los medios y de las redes de comunicación masiva (o lo que la CIA denomina los «Persistent Conflict 2.0»).
Para ejemplo un botón; en una reciente investigación «The Army War College» recomienda al Pentágono desarrollar urgentemente «la manipulación estratégica de las percepciones y su consiguiente influencia en la política y la seguridad», porque según afirma el informe: «los Estados Unidos cuentan con el complejo de inteligencia más grande, sofisticado e integrado del mundo y … es capaz generar información más rápida y confiable que sus competidores» (Leer este enlace https://medium.com/insurge-intelligence/pentagon-study-declares-american-empire-is-collapsing-746754cdaebf).
Dicho y hecho. La inteligencia estadounidense tiene los brazos muy largos. En la misma época que Pérez Rubalcaba era nombrado directivo de El País; Michael Hayden, mandamás de la CIA y de la NSA con Bush, era designado como parte de la dirección del Washington Post, y Mike Morell, jefe de la CIA de Obama era colocado en un puesto similar en The New York Times.
Tal como están las cosas habrá que prepararse para una avalancha de «fake news». El juego sucio se pondrá a la orden del día . Desde la sombra Rubalcaba y Rajoy se encargarán de embarrar la cancha con todo tipo de maniobras, trascendidos y engañifas.
Tienen a su servicio no solo El País y a El Mundo sino a casi toda la prensa escrita y prácticamente a la totalidad de los canales de televisión. Los que entienden como se mueven los hilos del «Deep Estate» español recomiendan seguir los pasos del Antonio García Ferreras, antiguo empleado de Florentino Pérez, hoy conductor de «Al Rojo Vivo» y director de la Sexta TV.
Lo dicho, a no engañarse el ensordecedor coro de los periodistas a sueldo del capital conminaran toda la información que vamos a consumir. Bienvenida a la era de las noticias falsas.
Emilio Pizocaro, periodista.