Con la presentación a cargo del ministro del Interior, Florencio Randazzo, ante tres comisiones de la Cámara de Diputados, se inicia hoy el análisis en el Congreso del proyecto de ley de reforma política. El documento cuyo título oficial es «Proyecto de Ley de Democratización de la Responsabilidad Política, la Transparencia y de Equidad Electoral» […]
Con la presentación a cargo del ministro del Interior, Florencio Randazzo, ante tres comisiones de la Cámara de Diputados, se inicia hoy el análisis en el Congreso del proyecto de ley de reforma política.
El documento cuyo título oficial es «Proyecto de Ley de Democratización de la Responsabilidad Política, la Transparencia y de Equidad Electoral» lo rubricó la presidenta Cristina Fernández en una ceremonia el pasado 28 de octubre en la Casa Rosada.
En esa ocasión, afirmó que se trata del resultado de cientos de propuestas políticas presentadas por distintos partidos y también estudios comparativos con otras legislaciones del extranjero, así como opiniones de expertos, académicos y organizaciones no gubernamentales.
El borrador promueve, entre otras cuestiones, elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, y la regulación del financiamiento de las campañas, así como igualdad de condiciones en los espacios en los medios de difusión para las campañas.
También se propone poner fin a la práctica de las nominaciones a dedo o en un círculo estrecho, a espaldas de afiliados y población, y a la existencia de 685 partidos políticos en el país, con sólo 33 de ellos nacionales.
Randazzo expondrá ante el plenario de los integrantes de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto las modalidades y los alcances de la ley, así como las consideraciones obtenidas del debate con todos los partidos representados en el Congresop iniciado el pasado 15 de julio.
El objetivo de los diputados del Frente para la Victoria (FPV, pro gubernamental) es lograr obtener los votos necesarios para pasar la ley antes del 30 de noviembre, según declaró a una radio local el titular de esa bancada, Agustín Rossi.
Para ello se procurarán acuerdos y consensos con otras fuerzas políticas con escaños en el parlamento, añadió.
El oficialismo sabe que le espera una tarea ardua. Necesita para darle media sanción al proyecto la mayoría calificada de la mitad más uno del total de los miembros de la Cámara baja, es decir, 129 votos de los 257 diputados del cuerpo, y la iniciativa oficial ya desató rechazos entre varios de sus aliados. El bloque K tomó nota de estos cuestionamientos, en especial las exigencias que propone el proyecto a los partidos más chicos que deben superar el 3 por ciento de los votos válidos en la elección primaria para poder competir en la elección general, y sostener año a año un padrón de afiliados que no sea inferior al 5 por mil del total de los empadronados en cada distrito para mantener sus personerías electorales. Exigencias que dejan a varios al borde de la desaparición. El proyecto apunta al fortalecimiento de los partidos mayoritarios.
Las exigencias que propone el proyecto a los partidos chicos produjeron el reclamo de los diputados de centroizquierda. Las diputadas de Libres del Sur, Cecilia Merchán y Victoria Donda creen que el proyecto «fortalece el bipartidismo». Y para Fernando «Pino» Solanas, de Proyecto Sur, la iniciativa «es perversa porque quiere evitar la formación de una nueva oposición».
Los sectores más «duros» de la oposición, si bien coinciden en la necesidad de la reforma, pretenden prolongar el debate con enmiendas para que se extienda hasta después del 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos legisladores, al considerar que podrían contar con los votos necesarios para paralizar la adopción.