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Sobre un titular de La Vanguardia de 14 de mayo de 2010

Titulares que agitan (militantemente) los intereses de la derecha municipal barcelonesa

Fuentes: Rebelión

La Vanguardia es un diario de larga historia y poblada mochila. Saludó con entusiasmo el triunfo del fascismo español y españolista en Catalunya. Se mantuvo fiel y servil durante largas décadas y empezó a coquetear con la oposición más moderada en los últimos años de la dictadura nacional-católica. Ni que decir tiene que el catolicismo […]

La Vanguardia es un diario de larga historia y poblada mochila. Saludó con entusiasmo el triunfo del fascismo español y españolista en Catalunya. Se mantuvo fiel y servil durante largas décadas y empezó a coquetear con la oposición más moderada en los últimos años de la dictadura nacional-católica. Ni que decir tiene que el catolicismo ultramontano fue, y a veces sigue siendo, una de sus banderas más estimadas. Tras la transición, la derecha nacionalista catalana y la derecha pepera tienen al periódico del señor Conde de Godó como uno de sus intelectuales orgánicos.

No les suele defraudar. Hoy, por ejemplo, agita en titulares la posición política de la derecha municipal barcelonesa y de los fanáticos partidarios del coche, de ese quinto jinete del Apocalipsis del que hablaba Sacristán.

Titular en primera página, en uno de los rectángulos de la parte superior. Refiriéndose a la consulta ciudadana sobre la diagonal barcelonesa, apunta: «Sondeo a pie de urna: gana la opción C», la opción defendida por CiU, las fuerzas vivas de la ciudad, el PP y también ERC.

La consulta municipal aún no ha finalizado. Acaba si no estoy mal informado el domingo, o, por si el error me acompañara, la tarde del viernes 14, pero no el jueves 13 de mayo. ¿Cómo es posible entonces que en plena votación se den resultados, aunque sean éstos de simples sondeos a pie de urna? Mas allá de su posible legalidad, que desconozco, ¿qué legitimidad tiene una información así?

Ninguna. Y no la tiene porque, de hecho, aunque pueda afirmarse lo contrario, no es ninguna información. Seguramente ni siquiera se ha efectuado ese sondeo o, si es el caso, su realización e interpretación estarán guiadas, de arriba abajo, y de la A y B a la C, por el interés político del diario y de los grupos que representa: que nadie se atreva a poner sus manos para que una transformación reduzca la presencia de endiosadas máquinas de contaminación, de ruido y de accidentes en un espacio destinado, en principio, a la afable vida ciudadana.

Todo vale si se trata de defender, sea como sea, y a costa de lo que sea, los inalterables intereses de los grupos dominantes que, desgraciadamente, siguen siendo también los grupos dirigentes de nuestra sociedad. La política en el puesto de mando; los medios al servicio del Capital y sus representantes. Sin sombras para la duda.

Ejemplares de La Vanguardia inundan desde hace algunas semanas los institutos barceloneses y del área metropolitana, acaso también los de otros territorios. ¿Alguien dijo que la lucha de clases en el ámbito de la teoría estaba trasnochada? ¿Lo digo alguien? La dirección del diario del señor Conde no ha tomado nota. Al pie de sus intereses.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.