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Trump, Maduro, Correa, contra los medios; pero otros gobiernos están al servicio de éstos

Fuentes: Rebelión

Maduro antimperialista y CNN se confrontan 1. En los países capitalistas donde existe una poderosa clase empresarial, partidos y gobiernos fuertes, suelen registrarse importantes contradicciones y enfrentamientos entre gobiernos y medios de información. Estos días se han escuchado fuertes críticas del presidente de los EEUU, Trump, contra esos medios acusándolos de mentirosos. Desde hace más […]

Maduro antimperialista y CNN se confrontan

1. En los países capitalistas donde existe una poderosa clase empresarial, partidos y gobiernos fuertes, suelen registrarse importantes contradicciones y enfrentamientos entre gobiernos y medios de información. Estos días se han escuchado fuertes críticas del presidente de los EEUU, Trump, contra esos medios acusándolos de mentirosos. Desde hace más de ocho años he escuchado en entrevistas y discursos al gobierno de Ecuador (Correa) criticar fuerte a la prensa y otros medios por oponerse a la política gubernamental. Hace varios años criticaron a Hugo Chávez y hoy CNN lo hace contra Nicolás Maduro, sucesivos gobiernos de Venezuela.

2. Yo, como activista en las luchas sociales, también como articulista desde 1976, jamás he defendido intereses personales. El periodismo sólo es una profesión más y lo apoyaré cuando responda a los intereses de los trabajadores; lo mismo digo de los gobiernos. También aquí aplico casi dogmáticamente la lucha de clases. Los gobiernos casi siempre son representantes del capital y los dueños de las empresas periodísticas son lo mismo. Trump es un magnate capitalista, pero los dueños del New York Times, del Washington Post, CNN, etcétera, son tan poderosos como él. Pero no se puede decir lo mismo de Chávez/Maduro o de Rafael Correa.

3. Los medios de información, al ser una superestructura, siempre se ponen al servicio de la clase dominante en una sociedad. En México el 100 por ciento de la televisión y la radio son poderosas empresas capitalistas y el 98 por ciento de la prensa escrita igual. Todas esas empresas obtienen gigantescas ganancias haciendo negocios empresariales y de gobierno; en mis 56 años de estar atento de la política nacional jamás he visto una confrontación fuerte, en serio, entre Prensa y Poder. Cuando más, en uno que otro estado de la República donde tradicionalmente ha sido fuerte la derecha empresarial y el PAN (Monterrey, Mérida), se han registrados confrontaciones.

4. Podría sintetizar que soy enemigo de todos los gobiernos y prensa capitalista y apoyo críticamente a los gobiernos socialdemócratas de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Cuba y otros que se declararon antimperialistas y buscar construir una sociedad igualitaria. Así que ante las posiciones del periodismo pro capitalista de CNN estoy con el presidente Nicolás Maduro. Dado que en México no ha habido confrontación entre Prensa y Poder, sino entendimiento y hasta subordinación vergonzosa del gobierno a las empresas televisivas, parece difícil comprender como los medios preparan golpe de Estado, como en Venezuela en 2002 contra Chávez.

5. Ni gobierno ni periodistas son intocables cuando están al servicio de los hombres del dinero; al contrario, deben ser combatidos porque con sus acciones dañan a los sectores más numerosos de la población. Según el periodista Humberto Musacchio (citando a Julio Scherer) cuando las empresas periodísticas tenían problemas económicos graves siempre había mecanismos de control que por muchos años fueron aplicados por los gobiernos. Scherer mencionó en alguno de sus libros, escribe Musacchio: «Se trata de las maletas llenas de dinero» que creí que era un cuento, pero llegaban hasta el escritorio del director o dueño.

6. Ocurría, agregó Musacchio, que cuando el presidente quería agradecer un favor a un director o a un dueño de periódico. Ese era ya un mecanismo extremo y no funcionaba desde la oficina de prensa, sino directamente desde la Presidencia de la República. «Scherer decía que Regino Díaz Redondo (quien en 1976 asumió las dicción de Excélsior) era el encargado de ir a recoger las maletas que la Secretaría del Patrimonio Nacional le mandaban al periódico. En esta secretaría estaba mi maestro Horacio Flores de la Peña, que se autocalificaba marxista leninista. Era el matrimonio perfecto entre la prensa y el poder». Ese matrimonio explota y oprime al mundo.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.