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Ucrania

Un artículo, una fotografía y la falsación de la información del global-imperial

Fuentes: Rebelión

Los del País atacan de nuevo, como en los viejos tiempos de Hermann Tertsch. Doña Pilar Bonet ha escrito desde Kiev un artículo con el título: «El gran juego ruso en Europa» [1]. La entradilla: «Moscú se ha marcado como prioridad reforzar los vínculos con los países ex soviéticos. Ucrania es una pieza clave del […]

Los del País atacan de nuevo, como en los viejos tiempos de Hermann Tertsch. Doña Pilar Bonet ha escrito desde Kiev un artículo con el título: «El gran juego ruso en Europa» [1]. La entradilla: «Moscú se ha marcado como prioridad reforzar los vínculos con los países ex soviéticos. Ucrania es una pieza clave del proyecto neoimperial». Neoimperial, no como las finalidades democráticas y populares de la UE y la troika dominante. Nada que ver.

 

Una fotografía acompaña la explicación de la corresponsal. La siguiente:

 

El gran juego por la redefinición del espacio político y económico europeo que se inició al derrumbarse la Unión Soviética, no ha acabado aún, en opinión de Bonet, «aunque (¿aunque?) Rusia se ha apuntado un tanto al asustar (¿asustar?) a los dirigentes de Ucrania y, con ello, entorpecer y retrasar la Asociación Oriental, el proyecto de integración liderado por Bruselas

Es igual, pelillos a la mar, no es este el punto.

Prosigue la corresponsal del global: «En las calles de Kiev decenas de miles de personas llegadas de todo el país, entre ellos numerosos estudiantes, esperaban la noche de este jueves que ocurriera un milagro en Vilna y que su presidente, Víctor Yanukóvich, ratificara su compromiso con Europa y plantara cara a las duras y humillantes presiones a las que le está sometiendo su colega ruso, Vladímir Putin. A medida que pasaban las horas, algunos manifestantes perdían la esperanza y exigían la dimisión de Yanukóvich.» Ni que decir que Putin, en observación altamente original de doña Pilar, está marcado por su trayectoria en el KGB de la URSS y siente la necesidad (sin fundamento por supuesto) de mantener en torno a Rusia un cinturón de seguridad. Neuras soviéticas, inconsciente «totalitario».

El punto: ¿alguna información a lo largo del artículo sobre manifestaciones ciudadanas opuestas a la integración en la UE-28 del neoliberalismo inhumano? Ni una línea. Nada de nada.

Pero observemos la fotografía elegida (¡pura y hermosísima contradicción!) y el pie de foto que la acompaña: «Manifestaciones con máscaras de Anonymus participan en una protesta contra la Unión Europea«.

¿No es este caso una magnífica refutación fotográfica de una aproximación sesgada?

 

PS: En el que sigue siendo un libro imprescindible [2], Esteban Pinilla de las Heras comenta (está hablando de los años cincuenta del siglo pasado): una causa de peso para temer «que el desarrollo capitalista implicaría, en vez de un incremento en la racionalidad del Estado y sus administraciones, un modo de cebar y estimular una cantidad de poderes privados, era la total dependencia de los países de Europa Occidental respecto de los Estados Unidos». Una vez que el Partido republicano recuperó el gobierno en las elecciones presidenciales de noviembre de 1952, con la llegada al poder del general Eisenhower (el mismo que poco después firmó el acuerdo sobre las bases militares usamericanas en España con el general golpista), «no cabía apenas duda de que la influencia americana en Europa iba a acarrear la progresiva anulación de las conquistas sociales y sindicales de la post-guerra y la instauración del laissez-faire generalizado».

¿No estamos en eso? ¿En la anulación de conquistas sociales y sindicales, en el intento de generalizar ese falsario laissez-faire? ¿No es entonces razonable la oposición de los pueblos a esa extensión del capitalismo en su versión más explotadora e inhumana?

Un economista cristiano suizo-alemán, Wilhelm Röpke, también citado por Pinilla de las Heras, lo expresaba así en Civitas Humana: «[…] una constitución económica descansando esencialmente en el mercado, la concurrencia, la iniciativa privada, la libre formación de los precios, la libre elección de los consumidores, se hace a la larga imposible en una sociedad gregarizada, proletarizada, desarraigada, vitalmente insuficiente, y perdiendo su consistencia […]».

Vitalmente insuficiente, desarraigada, perdiendo consistencia… Palabras de un economista cristiano no cegado.

 

Nota:

[1] El País, 29 de noviembre de 2013, p. 4.

[2] Esteban Pinilla de las Heras, En menos de libertad, Anthropos, Barcelona, 1989, pp. 149 y 156.

 

Salvador López Arnal es nieto del cenetista asesinado en mayo de 1939 José Arnal Cerezuela (su delito: «rebelión militar»).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.