Este 28 de junio Barricada TV recomenzará sus transmisiones ocupando la señal 32.1 que ganó para Capital Federal y Gran Buenos Aires. Es un gran salto producto de una larga lucha propia y de otros que la precedieron. Hace casi 30 años llegó a manos de quien redacta esta nota un escrito «microfilmado», era el […]
Este 28 de junio Barricada TV recomenzará sus transmisiones ocupando la señal 32.1 que ganó para Capital Federal y Gran Buenos Aires. Es un gran salto producto de una larga lucha propia y de otros que la precedieron.
Hace casi 30 años llegó a manos de quien redacta esta nota un escrito «microfilmado», era el «Manual del miliciano» del que había sido el «Partido Montonero». De él me llamó la atención uno de sus capítulos que trataba el tema de la prensa y propaganda. Abordaba el tema de RLTV (Radio liberación TV: la herramienta comunicacional de Montoneros para la etapa). Mostraba como hacer emisiones de una señal clandestina que llegara a los aparatos televisivos de los barrios populares. Su objetivo, siguiendo a Rodolfo Walsh (a quien estaba dedicado el manual junto con Oscar De Gregorio) era «romper el cerco mediático», penetrar la censura de la dictadura. Los dibujos mostraban como con un aparato sencillo y una antena se podía interferir con una señal propia los canales de TV.
Cuando yo lo leía los años habían pasado y en ese entonces (como hoy) reinaba la democracia, pero el cerco mediático era peor, mas sofisticado, ya no era un cerco militar, de censura explícita, de inteligencia etc. era y es de otro tipo. Y como enseñaba Walsh en cada etapa hay herramientas específicas que hay que construir.
Unos años después, durante la noche menemista, algunos de los que impulsaron lo que hoy es la experiencia de Barricada TV y que habían conocido el manual de Walsh, se encontraron con una nueva experiencia, la de un canal comunitario que emitía desde el barrio de Caballito: Canal 4 Utopía. Era un canal analógico, cuando aun el cable no era tan masivo, y se veía desde barrios que podían llegar a Ramos Mejía o a San Justo. La persecución al mismo fue dura, la dictadura en cuestión de radiodifusión no solo no había terminado sino que en democracia las condiciones legales fueron cada vez mas propicias para los grupos mediáticos en formación. Pero esa experiencia demostraba que se podía llegar a las casas de la gente que era una necesidad y que cualquier estrategia popular debía construir herramientas propias que dieran la batalla a los multimedios. En ese entonces con un grupo de compañeros salimos a pintar «Utopía. Televisión popular contra los multimedios». Más allá de esa anécdota, ya estaba en mente de algunos la necesidad de crear nuestros propios medios y que estos debían superar lo chiquito y buscar la masividad.
Una siguiente etapa se relacionó con el período de crisis del neoliberalismo en torno al 2001. Allí se desarrollaron experiencias vinculadas a los nuevos movimientos piqueteros. Como vemos, los ejes de evolución de la experiencia eran dos: el que vincula la necesidad de un medio para cada situación y necesidad popular de la etapa. Y un segundo relacionado con las características técnicas y de economía política del campo. La difusión masiva del cable impedía que la penetración de un medio analógico de aire rompiera la marginalidad, hasta las viejas interferencias del manual montoneros quedaban en el pasado. Como decía la actual directora de Barricada TV «era enfrentar fusiles con boleadoras». Para el 2001 el campo mediático había llegado a un nivel de concentración que imponía su discurso sin fisuras. La caracterización de «dictadura mediática» no era irracional.
Frente a ese monopolio, la idea de que los movimientos desarrollaran sus propios medios locales y que los vecinos decidieran escuchar su canal barrio por barrio era una posibilidad que, si bien ilegal, ofrecía posibilidades de resistencia y penetración. Canales de TV que articulados con la organización territorial de resistencia y reivindicación conquistaran la audiencias en sus territorios rompiendo el monopolio multimediático, apostando a que en los momentos de lucha la conciencia del pueblo rompe con la alienación y sale en búsqueda de una verdad que la interprete. Era construir herramientas para que (como decía la consigna popular del 2001) «cuando nos mean y los medios dicen que llueve» tengamos herramientas donde sepamos que nos mean y podamos pensar por que.
La crisis del neoliberalismo abrió un nuevo escenario político y económico. Una nueva relación de fuerzas que posibilitó una cantidad de mejoras. Si las mejores expectativas no se cumplieron, en todos los planos el debate y pelea por conquistas populares y nacionales fue la característica de esos años. En el plano de la comunicación la lucha fue difícil. Los multimedios eran los grandes ganadores de todos los gobiernos, desde «el Proceso» su desarrollo parecía imparable, y la clandestinidad y marginalidad parecía condenar a los medios populares. Algunos hasta crearon «teorías» al respecto, para conformarse con la artesanalidad, lo marginal y lo periférico. Contra esas ideas fue fundada Barricada TV como colectivo en el 2008. Crear un medio de comunicación popular, al servicio de las causas nacionales y de la clase trabajadora, no podía ser una tribu urbana, ni una experiencia cultural alternativa. La herramienta comunicacional del pueblo debe ser del pueblo y este son las masas y especialmente los innumerables grupos de luchadores de las mas diversas causas que en su conjunto hacen a la defensa de la patria.
Pero algo cambió en el terreno de los medios también. La consecuencias del 2001 tardaron en llegar. El gobierno kirchnerista se vio impulsado a cambiar su política de conciliación con ese terreno del poder. Si alguien dijo alguna vez que al enemigo le podes dejar muchas cosas menos los fierros, es claro que hoy «los fierros» incluyen los medios de comunicación. Así el gobierno comenzó a abrir el juego la democratización del espectro radioeléctrico en donde la «dictadura» era ley. La nueva ley, su discusión, la lucha por su aprobación, las contradicciones que desató y la ubicación frente a ella, son la marca distintiva que hizo que Barricada TV sea hoy lo que es, una experiencia de televisión muy notable de nuestro país. Si frente a la artesanalidad se planteó calidad y masividad, frente a la ley anunciada por el gobierno kirchnerista se planteó un apoyo y profundización en todo lo que hacia a la desconcentración y expansión del espacio para los medios populares. Muchos en la izquierda no vieron esto y se perdieron en laberintos teóricos para justificar su rechazo a una conquista histórica. Porque para Barricada TV, como decía Scalabrini Ortiz, «lo que explícitamente no esta legislado a favor del pueblo, lo esta implícitamente a favor de los poderosos». La ley marcaba una nueva frontera había que conquistarla en la practica. En eso muy pocos estuvieron a la altura, ni el gobierno, ni los medios populares pudieron conquistar el nuevo espacio de soberanía popular tanto como hubiera sido posible.
Pero unos pocos si lo lograron. La lucha fue y es difícil, los desafíos técnicos y económicos son mayúsculos y recién empezaron a mostrarse en su verdadera dimensión cuando se decidió en Barricada TV competir por una licencia. Pero los desafíos políticos fueron aun peores con lo que a la incertidumbre remite. Lo viejo no muere sin pelear, como es evidente y los grupos económicos en este terreno dieron una batalla en la que finalmente (por ahora) lograron vencer. Pero no del todo. Desde la sanción de la ley Barricada TV cumplió todos los pasos administrativos y legales, supero todas las trabas, con una lógica de que los derechos no se regalan ni mendigan, se conquistan, y por eso todos los reclamos y trabas fueron sorteados gracias a la movilización, la lucha y el acompañamiento comprometido de las organizaciones populares para las cuales Barricada TV existe.
La licencia fue el logro de esa lucha, la verdadera materialización de las mejores expectativas de la ley de medios, solo 4 canales lo lograron; si hubieran sido 40 ó 400 hoy otro gallo cantaría. Fue un triunfo de último aliento el día que Cristina abandonaba el gobierno a Macri y se publicó la ley en el boletín oficial. A los dos días Macri estaba derogando por decreto los mas importantes artículos de la ley sancionada por el congreso, los que impedían la monopolización y transnacionalización del mundo de la comunicación.
La ofensiva comenzó enseguida. La consabida arma de la corrupción, de que había concursos arreglados, etc. nada de eso funcionó, los canales habían competido con todas las de la ley y habían ganado a otras propuestas sustentadas por mas poderosos, con jurados imparciales; el dinero había sido invertido y rendido religiosamente, etc. Pero restaba un tema. La licencia asignada estaba ocupada por… Canal 13, uno de los ganadores de la pelea política nacional.
La mayoría vio esa situación como una nueva frontera, impasable, ¿como se iba a vencer a un gran grupo económico ganador, con un gobierno que vino a imponer la lógica del mercado y que representa todo lo contrario a lo que Barricada TV? Siendo sinceros el panorama se presentaba difícil y en sus fueros íntimos los compañeros más cercanos no daban mucho por que se sostuviera la victoria de la licencia conseguida en el gobierno anterior. Pero había una ley, derechos adquiridos dentro de ella, y una conciencia de que era la lucha y no la transa lo que había permitido llegar hasta allí. Y la lucha y la perseverancia demostraron una vez más que aun en las peores condiciones se puede triunfar, aunque sea en un frente, que el enemigo no es monolítico ni invulnerable si se lucha con inteligencia. Paso a paso la gestión macrista debió ir cediendo, una lucha larga, prolongada, no apta para impacientes y precipitados.
Hoy Barricada TV inicia una nueva y superior etapa, ocupara la señal digital 32.1 y luchará por el canal de cable que por ley le corresponde en las cableras. Emitirá para Capital Federal y el Gran Buenos Aires aunque aun deba invertir más y potenciar los equipos. Luchará por la democratización de la pauta oficial hoy asignada a los grandes. Millones de familias podrán optar por otra televisión, por escuchar las voces que son ocultadas o tergiversadas. Otra agenda, otros problemas que preocupan a la gente, otra interpretación de los mismos problemas. Por ver un canal cuyos únicos intereses son los de expresar la cultura nacional, las luchas populares y las causas nacionales. Un canal profesional de calidad abierto a todas las experiencias de nuestro pueblo.
Una nueva etapa que coloca al colectivo que hoy integra Barricada TV y a su directora Natalia Vinelli en el desafío de demostrar que se puede ser coherente entre el pensar, decir y hacer. Que el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tenga una opción en su grilla como Barricada TV ya es una página de la historia.
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