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Dos años y medio de una televisión venezolana para construir el Socialismo mundial

Y sin embargo…VIVE

Fuentes: Rebelión/Fundación Federico Engels

He aquí una praxis televisiva que lucha, minuto a minuto, contra la indiferencia, contra los vicios narrativos audiovisuales, contra el fardo caduco y degenerado de los modos hegemónicos con que se producen las imágenes y los imaginarios de la televisión capitalista. He aquí una televisora que no sólo sirve para «mirar», una televisora que no […]

He aquí una praxis televisiva que lucha, minuto a minuto, contra la indiferencia, contra los vicios narrativos audiovisuales, contra el fardo caduco y degenerado de los modos hegemónicos con que se producen las imágenes y los imaginarios de la televisión capitalista. He aquí una televisora que no sólo sirve para «mirar», una televisora que no se agota en la pantalla porque crece desde las organizaciones sociales de base, porque crece desde las organizaciones campesinas y las organizaciones obreras para volver dialécticamente a ellas. La ven millones de trabajadores revolucionarios aunque se niegue o se ignore. He aquí una televisora que VIVE en el pulso de los trabajadores, en el sístole y el diástole de un pueblo que ve VIVE, bien que la ve, porque la ve como propia. Es un triunfo que no duerme en laureles.

Esta televisora trabaja para construir el Socialismo, para que emerja el Socialismo desde las entrañas de la Revolución Bolivariana, Revolución Bonita… esta televisora trabaja desde las entrañas más rebeldes de Venezuela, desde los instintos, los huesos y los redaños… esté donde esté. VIVE trabaja a toda costa vestida de sueños, de amor, de solidaridad, de humor… de ansias por aprender y mostrar las mejores ideas de la comunicación televisiva rumbo al socialismo. Una televisora firme y clara contra el lodazal putrefacto del capitalismo local y la barbarie imperialista mundial, irracional, degenerada y asesina.

Venezuela tiene en VIVE la acción directa de los protagonistas de la Revolución, sus campesinos y sus obreros, protagonistas en acción directa comunicacional donde no hay otra «estrella», otro «norte», otra inspiración que no sea el Socialismo. Acción directa comunicacional donde nadie se contenta con mirar la «tele» porque han decidido, además, hacerla. Y bien. Aunque a algunos no les guste o no la entiendan.

Venezuela, y Latinoamérica entera, tiene en VIVE la presencia abierta de los hombres y mujeres que construyen el Socialismo desde abajo, no hay dudas, está a la vista y está documentado. Véanla es fácil. Cuenta con la belleza nueva, convulsiva y sorprendente de la imaginación y colaboración campesina y obrera que emerge a las pantallas con luz propia y para que dejen de gustarnos muchas cosas viejas superfluas y miserables y comiencen a gustarnos otras, reveladoras, desafiantes, sencillas y necesarias, esta vez revolucionarias. He ahí en la pantalla de VIVE, nacida de la Revolución, el amor socialista a galope y a marejadas, he ahí las ansias de Socialismo a lomos de voluntades inquebrantables que arremeten contra todo lo que aliena. He ahí el Socialismo como certeza en plena alborada que no dejará títere con cabeza, que hará de las suyas y que nos hará suyos para siempre. Venezuela tiene a la vista, en VIVE, la acción directa del pueblo que protagoniza los cambios más hondos, la belleza convulsiva y maravillosa de una Revolución dispuesta a no dar un paso atrás. «Sólo lo maravilloso es bello».

Venezuela tiene en VIVE a un grupo de trabajadores en vigilia revolucionaria permanente. Buscan la poesía de las luchas populares a toda costa, buscan dar un salto definitivo que, con la televisión, ayude a resolver los problemas de la vida diaria, los problemas de la opresión, la explotación y la alienación. De una vez por todas. Trabajadores con estado de ánimo fresco, poderoso y espontáneo donde no faltan fuerzas y valentía revolucionaria enamorada de su futuro. Trabajadores con moral de militante a cada minuto fraguada en el ejemplo de los mejores luchadores históricos y sus conquistas más recientes, moral de verdades comunitarias moral como la gente. Ejército Socialista de la comunicación armados con cámaras y micrófonos.

No hay en el mundo un proyecto parecido a VIVE. Sépase. Tiene una identidad tan propia que es capaz de no cancelar su voluntad de multiplicarse. No hay un canal de televisión comunitaria tan comprometido y activo en la construcción de la Revolución Socialista, nadie con esa magia o esos hechizos objetivos, nadie con esa convicción magistral que confía en las ciencias, el pensar y el hacer en las manos del pueblo. Televisora que no desconfía ni rechaza a su pueblo, que no lo esconde, que no lo suplanta, que no lo «interpreta» ni saquea, que por el contrario se impulsa desde él, desde sus mejores organizaciones, sus avances más trascendentes, sus deseos… la vida misma.

Cualquier persona que sinceramente quiera conocer una praxis televisiva avanzada, rumbo al Socialismo, cuenta con VIVE como ejemplo único donde se hace visible la alegría, las luchas, la Revolución con humor y risa, con sus huellas, pícara y seductora, su luz nueva, fresca, distinta que esta vez, por todas las veces… va en serio.

Hay que decirlo con firmeza y con claridad, VIVE tiene potencias y logros que se destacan y diferencian entre muchas televisoras a nivel mundial, que se diferencian de toda producción televisiva y a pesar de los pesares. Su lucha no es sencilla. Está rodeada y acosada por todos los formatos rígidos, por todos los prejuicios, por la palabrería de los genios de los mass media, por las envidias y los rezagos de las burocracias más seniles. VIVE es un proyecto de comunicación televisiva hacia el Socialismo, cercada por el maltrato de la intolerancia, por la incomprensión ciega que no ve, ni sabe ver, los frutos de la Revolución en los plazos medios y largos. VIVE es una televisora que construye futuro bajo el cerco mediático capitalista que controla la casi totalidad del espectro radioeléctrico venezolano. Por cierto incomprensible e intolerable. Eso es una injusticia descomunal. Una guerra asimétrica.

Es realmente difícil hacer visibles los estragos de la alienación, los más perversos y los menos. Es difícil penetrar en sus entrañas y en sus alcances más hondos y desnudarlos. Es difícil hacer evidente el grado de contaminación y degeneración del gusto y las ideas con que se manipula e inocula la televisión hegemónica. Es difícil abrir espacio para las formas televisivas nuevas que no trafican con matrices ideológico-narrativas desvencijadas y malignas. Los ejemplos sobran dentro y fuera de Venezuela. Qué tarea enorme, e indispensable, es desmontar los estereotipos y al mismo tiempo construir formas nuevas, revolucionarias, anti-autoritarias, anti-capitalistas, anti-imperialistas. Qué tarea difícil es construir una comunicación televisiva nueva sin intermediarios, sin traductores traidores, in oportunistas y sin parásitos.

Es tarea, entre muchas, socialista luchar contra los modos y los medios hegemónicos fabricantes de imaginarios e imágenes alienantes. Es tarea del socialismo transformar el régimen de propiedad privada de las herramientas de producción para afianzar el control obrero, incluidas las herramientas para la televisión. Es tarea socialista luchar contra las herencias y los vicios ideológicos de una televisión prostituida y prostituyente. Es tarea de una televisora para el Socialismo abrir todos los espacios, a todas horas, con todas las modalidades, habidas y por haber, para que se ponga en primer lugar el pensamiento y la acción revolucionarios que han sido postergados y silenciados incontablemente. Es tarea de la televisión hacia el Socialismo impulsarse científicamente para transformar el régimen económico de la televisión pero también, enfáticamente, cambiar el pensamiento sobre las maneras de hacer la televisión, disfrutar la televisión, informar e informarse con la televisión, educar y educarse, pensar y pensarse… ayudados por las herramientas televisivas emancipadas política, semántica, ética y estéticamente. Es difícil hacer otra televisión pero VIVE es prueba y ejemplo mundial de que otra televisión es posible sólo si es socialista. Falta mucho por hacer y van bien, no sin contradicciones y tropiezos. América Latina necesita de la televisora VIVE y la necesita cumpliendo sus proyectos mejores… y la necesita aprendiendo de sus errores en la dialéctica magnífica de «inventar o errar». Apenas tiene dos años y medio esta criatura de la Revolución Venezolana y ya hay mil Herodes ansiosos de aniquilarla. Una injusticia que no quedará impune.

VIVE hace la diferencia concreta cuando llena sus pantallas con la palabra, los rostros, el trabajo, las rebeldías y los triunfos de los luchadores revolucionarios… VIVE triunfa con los triunfos revolucionarios, con sus rostros morenos o blancos, sus sonrisas de amigos y su confianza en la lucha desde abajo. VIVE hace la diferencia y hace lo que nadie porque construye la comunicación desde las comunidades, los sindicatos, las huelgas, la defensa de los derechos sociales, el control obrero y el ascenso de los pueblos exponencialmente. VIVE hace la diferencia por el ímpetu de sus convicciones más rebeldes, por su obediencia a los mandatos comunitarios, por su contribución a elevar la conciencia sobre la lucha de clases y la toma del poder por trabajadores organizados. VIVE hace la diferencia para que nadie nunca vuelva a explotarnos.

VIVE hace la diferencia porque ha ganado una autoridad moral internacional que viene dando frutos promisorios con los corazones conectados a las razones. Porque ha hecho florecer una televisión distinta que se agradece enormemente por transformarse a sí misma permanentemente en los hechos, porque esparce su polen magnífico y preña de futuro todo cuanto nos falta aprender, y hacer, hacia el Socialismo. Es un avance en todos, un avance y una vanguardia crecida en las bocas de las luchas sociales donde VIVE no falta porque VIVE en los ojos, en los oídos y en los sueños revolucionarios. Es un triunfo de una lucha grande, verdadera, que pega un salto cualitativo, gana tiempo y no repara en esfuerzos. Cada trabajador toma sus tareas como una militancia a la que nada se le regateas. Es una Revolución en la televisión y una televisora en la revolución para llenar con su poesía de praxis, a todas horas, el trabajo feliz y fresco, que va hacia el Socialismo permanente. Una Revolución televisiva, pues, como la gente.